La moda africana de Inés Cuatrecasas se apoya en el online para afrontar la recuperación
Mille Collines, compañía fundada en Barcelona en 2006 de la mano de Inés Cuatrecasas y Marc Oliver y cuya producción está basada en África, se encamina hacia la recuperación tras cerrar 2020 con unas ventas de medio millón de euros.

Uno de los apellidos más sonados del derecho español, presente también en la moda. Mille Collines, compañía de prendas femeninas y accesorios fundada en 2006 de la mano de Inés Cuatrecasas (hija del abogado Emilio Cuatrecasas) y Marc Oliver, se apoyará en el canal online para reestablecerse tras la pandemia.
2020 fue un año difícil para la compañía, cuyo mayor peso en volumen de negocio provenía de su red de retail, que quedó “totalmente tocado” con el Covid-19, tal y como lo relata Cuatrecasas. Especialmente en Kenia y Sudáfrica, las tiendas gestionadas directamente por Mille Collines están aún rezagadas, con una recuperación lenta a causa de la situación sanitaria de los países. La compañía cerró el año de la pandemia con unas ventas de medio millón de euros.
Sin embargo, Mille Collines experimentó un crecimiento notable a través del canal online, que relanzó en 2019, apenas un año antes del estallido del Covid-19. La intención en aquel momento era la de potenciar canales alternativos al retail, y, actualmente, las ventas a través de la plataforma digital de la compañía copan el 60% de las totales, y esta “sigue en constante crecimiento”, añade Cuatrecasas.
Además, la compañía busca centrarse “en los productos ganadores”, tal y como los llama la ejecutiva, para aumentar su rentabilidad. Lo más importante para Mille Collines en los próximos dos años, explica Cuatrecasas, es “proyectar la recuperación de ventas a terceros y de retail, y sobre todo, un crecimiento en el canal online”. La cofundadora tiene también en mente entrar en nuevos mercados y diversificar su oferta con nuevos productos.
Mille Collines opera con más de veinte tiendas a escala internacional, y entre cinco y diez en Sudáfrica, donde se ubica su sede
Inés Cuatracasas y Marc Oliver fundaron Mille Collines en 2006, y cuentan actualmente con un consejo de cuatro socios: los dos fundadores, que controlan la mayoría del capital, y dos “friends and family”, explica la ejecutiva. La empresa fue originalmente el proyecto de fin de carrera de Cuatrecasas, y se gestó junto con una mujer ruandesa de nombre Antoinette, que le propuso la idea de unir las tendencias europeas con el trabajo artesanal del país africano.
La compañía comenzó instalando un taller de producción en Ruanda, y abrió su primera tienda propia en Naerobi (Kenya) en 2010, a modo de flagship. Un año más tarde, Mille Collines firmó con varios distribuidores, entre ellos Anthropologie, con quien trabajó durante cuatro años, para potenciar su alcance internacional.
Posteriormente, “la producción en Ruanda empezó a presentar limitaciones”, según recuerda la cofundadora, y decidió desplazar la sede de la empresa a Sudáfrica, donde abrió una segunda tienda propia en 2016 y se centró en afrontar el aumento de demanda.
En ese momento, Mille Collines dejó de trabajar con el taller de Ruanda, que continuó su actividad operando para terceros, y fue ampliando su red productiva firmando con fábricas en Ciudad del Cabo, Madagascar (para el algodón orgánico y el mauricio), Kenia (accesorios de latón), Ruanda (accesorios de cestería) y Sudáfrica (prendas de plana y tricotosa, además de una planta logística).
La compañía barcelonesa opera con cerca de veinte puntos de venta físicos a escala internacional, y concentra la mayoría de sus ventas en Estados Unidos. Además, suma entre cinco y diez tiendas en Sudáfrica.