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La próxima frontera de la sostenibilidad: vestir ropa contamina más que lavarla

Un estudio publicado en la revista científica Environmental Science and Technology analiza el impacto de las prendas de ropa durante su uso.

Ana Belén G. Boiza

12 mar 2020 - 04:49

La próxima frontera de la sostenibilidad: vestir ropa contamina más que lavarla

 

 

La materia prima, la confección, el transporte, el lavado, y ahora, el uso. Un nuevo estudio publicado en la revista científica Environmental Science and Technology ha analizado el impacto medioambiental del uso de las prendas y ha determinado que es incluso mayor que el que tienen durante el lavado.

 

El artículo, titulado Microfiber Release to Water, Via Laundering, and to Air, via Everyday Use ha sido elaborado por científicos del Instituto de Polímeros, Compuestos y Biomateriales, perteneciente al Consejo Nacional de Investigación Italiano, y la Universidad de Plymouth (Reino Unido).

 

Los investigadores examinaron cuatro tipos diferentes de prendas de talla L: una blusa verde 100% poliéster, una camiseta azul 100% poliéster, un vestido de poliéster y una sudadera rosa mezcla de poliéster y algodón al 50%. Los científicos crearon un laboratorio en el que diferentes voluntarios probaron los cuatro modelos replicando movimientos de la línea real.

 

 

 

 

La conclusión es que por cada gramo de tejido se emitieron al aire hasta 400 microfibras. En cambio, durante un lavado a 40 grados se emitieron entre 700 y 4.000 microfibras. Sin embargo, el estudio apunta que, debido a que una prenda se viste durante mucho más tiempo del que dura un ciclo de lavado, su impacto al final del año es mucho mayor.

 

En este sentido, los científicos concluyeron que una persona puede ser responsable de unas emisiones de 300 millones de microfibras de poliéster cada año durante el lavado y de más de 900 millones de microfibras al vestir su ropa.

 

De las cuatro prendas analizadas, la que registró un mayor impacto medioambiental durante estos dos procesos fue la sudadera rosa compuesta en un 50% de algodón y otro 50% de poliéster.

 

En este sentido, los científicos hicieron un llamamiento a abordar la sostenibilidad desde un punto de vista holístico, diseñando los productos pensando en su impacto durante todo el ciclo de vida.