Entorno

¿'Athleisure'? El deporte explota y se come una porción del pastel de la moda internacional

Modaes

13 may 2016 - 04:53

 

Las imágenes de la diva del pop Beyoncé sobre unos patines luciendo una ropa, que en principio, debe servir para practicar deporte inundaron las pantallas de medio mundo a mediados de abril. La cantante agotó en su solo día su colección Ivy Park, lanzada de la mano del grupo británico Topshop. El deporte ha inundado la moda, pero, en lugar de hacer más grande el pastel, se lo come. En los últimos seis años, la moda deportiva se ha disparado en Estados Unidos comiendo terreno a los operadores tradicionales, beneficiándose de la tendencia del athleisure, según datos de Deutsche Bank.

 

Desde que Alexander Wang inundara las pasarelas con sus chándales y camisetas, la ropa típicamente reservada para las canchas de diferentes deportes o para el gimnasio ha saltado a la calle. Los gigantes de la moda deportiva han lanzado líneas cada vez más casual, mientras los reyes de la gran distribución de han introducido el deporte.

 

Pero, lejos de hacer más grande el pastel de la moda, el deporte se ha comido un trozo de la tarta. Según un reciente informe de Deutsche Bank, la moda deportiva ha elevado su negocio un 4,1% entre 2008 y 2015 en Estados Unidos. “En paralelo, la ropa no deportiva ha crecido sólo un 0,2% durante este periodo”, señalan los autores del documento.

 

 

 

 

“El athleisure es una tendencia al alza y prevemos que el crecimiento de la moda deportiva y la no deportiva será todavía más dispar durante los próximos años”, asegura Deutsche Bank. En 2008 y 2009, las dos categorías de moda registraron datos negativos de crecimiento en Estados Unidos, pero a partir de 2010 se inició la recuperación y fue entonces cuando las cotas de la moda deportiva superaron a las de moda general cada año hasta 2015.

 

En este escenario, “los retailers mejor posicionados para navegar en este cambio de tendencia son aquellos con menos exposición a la moda femenina no deportiva y con la habilidad para jugar con las reglas del fast fashion, los bajos precios o en la Red”.

 

Las estimaciones de Deutsche Bank coinciden con las que dio a conocer el año pasado Morgan Stanley en una nota sobre la moda deportiva. La firma señaló que las marcas de active wear tienen por delante cinco años de gran recorrido en términos de retorno de la inversión. El banco estimó que la industria del active wear podría sumar hasta 83.000 millones de dólares en ventas hasta 2020.

 

¿De dónde viene el crecimiento de esta industria? De Estados Unidos y China, principalmente. En Estados Unidos y Asia, la industria del active wear mueve anualmente 97.000 millones de dólares y 56.000 millones de dólares, respectivamente.

 

Pero el auge del deporte no es el único fenómeno que está haciendo encogerse el mercado de la moda en Estados Unidos. El denim y, en especial, los skinny jeans, es otro de los culpables. “Estamos convencidos de que no hay un remplazo claro por los skinny jeans, una tendencia muy establecida, por lo que creemos que es necesario que emerja una nueva silueta que haga que las mujeres renueven sus armarios”, sostienen desde Deutsche Bank.