La moda en Rusia un año después de la guerra: el 19% de las empresas siguen operando

Salir, volver o esperar a que pase la tormenta. Un año después del estallido de la guerra en Ucrania, casi una veintena de compañías de moda continúan operando en Rusia, unas quince han salido de forma definitiva y más de la mitad continúan en wait and see: con la actividad suspendida, esperando para tomar una decisión.

En España, sólo tres de las empresas de moda que operaban directamente en Rusia han tomado ya una decisión. Inditex acordó en octubre la venta de su negocio en Rusia a la familia Daher, propietarios de la distribuidora Azadea, que ahora preparan la reapertura de los locales con nuevas cadenas similares a las de Inditex.

La empresa operaba en el país con 502 tiendas propias y en el marco del acuerdo dejaba abierta la puerta a un posible regreso al país si se normalizara la situación.

En España, sólo tres de las empresas de moda que operaban directamente en Rusia han tomado ya una decisión

El golpe en las cuentas es doble. Por un lado, en facturación: Rusia era el mayor mercado internacional de la empresa y generaba el 6% de la facturación total, según estimaciones de Credit Suisse. En el ebit, el peso se situaba en el 8,5%, según datos de Inditex.

Por otro, en el coste extraordinario que ha supuesto la salida. La empresa registró un cargo extraordinario de 216 millones de euros en las cuentas del primer trimestre por el cese de su actividad en el país, a las que se sumó otra provisión de 14 millones en el tercer trimestre.

Mango, por su parte, optó en verano por ceder sus tiendas propias a algunos de los socios franquiciados con los que ya trabajaba. De esta forma, el grupo, que fue la primera empresa española en suspender temporalmente su actividad en Rusia tras el estallido de la guerra, cuenta ahora con noventa puntos de venta en el país, todos ellos franquicias.

Inditex provisionó 220 millones de euros por Rusia y Mango, veinte millones

A cierre de 2021, Mango operaba en el país con 55 tiendas propias y 65 franquicias. Entonces, el mercado ruso aportaba el 8% del resultado bruto (ebit) de la empresa y estaba entre sus cinco mayores mercados por facturación.

En 2022, la cancelación de las operaciones directas en Rusia ha tenido un impacto negativo en el resultado de 12,8 millones de euros, correspondiente principalmente a penalizaciones por el cierre de tiendas y la devaluación del rublo, según han explicado desde la compañía. Para 2023, Mango ha anotado una provisión de 7,2 millones por la cancelación de las operaciones directas en Rusia.

También ha tomado una decisión Tous, que operaba en Rusia con 23 franquicias y 32 tiendas propias y que también ha suspendido definitivamente su actividad directa en el país. Como Mango, el grupo ha cedido sus tiendas propias a sus socios franquiciados.

El reto en ambos casos continúa siendo cómo dar servicio a esos franquiciados, ya que ni Mango ni Tous realizarán envíos directos a Rusia. Por tanto, los socios locales deben buscar vías alternativas para surtirse de mercancía, ya sea a través de un intermediario o acudiendo ellos a España y gestionar directamente la logística.

De las grandes compañías españolas, la única que no ha movido ficha todavía es Tendam, que actualmente su red comercial suspendida desde el estallido de la guerra. La compañía prevé tomar una decisión definitiva en marzo, después del cierre del ejercicio.

Aun así, Tendam ha reducido notablemente su red en el país en el último año. En 2021, antes del estallido de la guerra, la empresa contaba con 51 tiendas en el país, donde tenía un centro logístico. Actualmente le quedan 29 establecimientos.

La mitad paradas y 17 operando

Todavía son minoría las empresas que han decidido salir definitivamente del país. Según un estudio de la universidad de Yale, que analiza la operativa en Rusia de mil compañías de todos los sectores, quince empresas de moda han abandonado el mercado por completo.

Entre ellas se encuentran H&M, Adidas, Nike o Global Fashion Group. El grupo sueco, que tenía 172 tiendas en Rusia, reabrió temporalmente en verano para liquidar el stock y terminó cerrando definitivamente el 30 de noviembre.

La empresa dejó de ganar unos 585 millones de coronas suecas (52,6 millones de euros) en 2022 por la decisión, que supuso en total un impacto financiero en sus resultados de 3.700 millones de coronas (332,7 millones de euros).

La mitad de las empresas de moda continúan con las operaciones suspendidas en Rusia

Nike tomó la decisión en junio del año pasado, si bien el país aportaba menos del 1% de su facturación. Adidas también descartó reactivar su actividad en el país, lo que le supuso un impacto en ventas de cien millones de euros sólo en el tercer trimestre. Global Fashion Group, por su parte, vendió su plataforma Lamoda por unos 95 millones de euros, abandonando definitivamente el país.

En un término intermedio se encuentran en empresas como Reebok, que franquició sus 117 tiendas propias en Rusia a su socio turco, Flo Retailing, y Sephora, que las traspasó a sus directivos en el país y ha reabierto con otro nombre.

Según datos de Yale, en torno a la mitad de compañías de moda analizadas se mantienen en suspensión, una lista que incluye a Fast Retailing, Decathlon, Kering, Burberry o VF Corporation. Otras como Ecco, Geox o Giorgio Armani han suspendido nuevas inversiones, pero siguen operando, y otras diecisiete empresas continúan business as usual.

En este último grupo se encuentran las italianas Benetton, Calzedonia, Diesel y Boggi; las francesas Lacoste, Clarins, Etam y La Redoute, y las estadounidenses Tom Ford y Quiksilver.