Mango, más directo: eleva al 44% el peso del retail propio en su facturación

Mango, más flagship y menos franquicia. El segundo mayor grupo de distribución de moda ha disparado el peso de sus tiendas propias hasta cerca de la mitad de su facturación, frente al 39% que copaban el año anterior. Mientras, las franquicias, aunque han seguido ganando terreno, aportan apenas un 20%. Son datos de las últimas cuentas de Mango MNG Holding, la matriz del grupo, depositadas en el Registro Mercantil, que reflejan la apuesta de la compañía por extender su red directa en todo el mundo.

Históricamente, Mango se ha diferenciado de otros grupos de gran distribución en España por su apuesta por las franquicias, un modelo más similar al que usó en su día Benetton que al de Inditex, que siempre se ha apoyado en gestión directa.

Este formato le permitía ganar mucha capilaridad de forma rápida y con poco riesgo, aunque sin la potencia de marca que aportan los flagships gestionados directamente. Por eso, en los últimos años y en el marco de su último plan estratégico, Mango ha puesto a las tiendas (y el online) propios en el centro de su negocio.

En 2022, el retail propio aportó 1.163 millones de euros a las ventas de Mango, lo que supone el 44,2% del negocio total, frente a los 856,3 millones del año anterior (equivalente al 39% de las ventas).

Por su parte, el canal wholesale (que incluye las franquicias), generó el 19,3% de la facturación, equivalente a 508,7 millones de euros, frente al 18% del año anterior, con 398,4 millones de euros.

Este fuerte avance registrado por el canal propio se ha producido pese a que en números absolutos, Mango tenía a cierre de 2022 menos tiendas propias que en 2021. En concreto, el grupo sumaba 765 tiendas gestionadas directamente en el último año, frente a las 788 tiendas del año anterior. La red de franquicias, en cambio, ha aumentado, pasando de 1.659 en 2021 a 1.811 en 2022.

A pesar de que los cierres netos, durante el ejercicio Mango llevó a cabo algunas de las aperturas de tiendas propias más significativas de su historia reciente, como la del flagship store de la Quinta Avenida en Nueva York. Además, la empresa reformó otros espacios como el buque insignia de Boulevard Haussmann, en París. La expansión de las franquicias, por su parte, estuvo apoyada por los acuerdos con Fox Group en Canadá y con Myntra en India.

Mango redujo su red de tiendas propias, pero acometió aperturas significativas y reformas

Por último, el online moderó el año pasado su relevancia en el conjunto del negocio de Mango, pese a seguir creciendo, de forma muy moderada, en términos absolutos. En concreto, el ecommerce aportó 959,8 millones de euros, un 36,5% del total, frente a los 942,4 millones de 2021 (que suponían el 42,9%).

Como ya adelantó la propia empresa en marzo, Mango finalizó el ejercicio 2022 (cerrado el 30 de diciembre) con una facturación de 2.688 millones de euros, su máximo histórico y un 20,3% más que el año anterior.

El resultado bruto de explotación (ebitda) avanzó un 3,4%, hasta 437 millones de euros, y el resultado neto creció un 20,9%, hasta 81 millones de euros, el máximo desde 2013.

La empresa contaba a cierre del ejercicio con unos fondos propios de 490,2 millones de euros y una deuda financiera total de 253,3 millones de euros, frente a los 386,2 millones de euros del año anterior.

Con sede en Palau Solità i Plegamans, Mango empleó, de media, a 13.000 personas el año pasado, y destinó 320,5 millones de euros a sueldos y salarios (frente a los 275,3 millones del año anterior). La compañía, controlada por Isak Andic, está liderada por Toni Ruiz como consejero delegado.