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Gimnasio y cafetería en la Arthur Ryan House: cómo es el corazón de Primark en Irlanda

Sobre la primera tienda Penneys y en el número 47 de la calle comercial Mary Street de Dublín (Irlanda), se encuentra un edificio de cinco plantas desde el que se toman las decisiones de la empresa en sus dieciséis mercados.

Gimnasio y cafetería en la Arthur Ryan House: cómo es el corazón de Primark en Irlanda
Gimnasio y cafetería en la Arthur Ryan House: cómo es el corazón de Primark en Irlanda

Cristina Sanchis. Dublín

14 feb 2024 - 05:00

Gimnasio y cafetería, las dos grandes estrellas Arthur Ryan House. Encima de la primera tienda Penneys (nombre que recibe Primark en su mercado local) y en el número 47 de la calle comercial Mary Street de Dublín, se encuentra un edificio de cinco plantas desde el que se toman las decisiones de Primark en los dieciséis mercados en que opera.

 

Una foto de Arthur Ryan, el empresario irlandés que dio alas a Primark en 1969, preside la entrada a las oficinas que llevan su mismo nombre. Bajo el título Arthur Ryan House, en un edificio levantado en 2015 la compañía emplea alrededor de 1.300 personas. Con la idea de acercarse a su primera tienda, la empresa empezó en 2012 las obras que unirían dos edificios contiguos, creando lo que ahora se conoce como el corazón de Primark.

 

Aunque nunca coinciden todos los trabajadores en la oficina, pues se combina la presencialidad con el teletrabajo, en una jornada de trabajo pueden acudir al edificio unas cuatrocientas personas, que se benefician de servicios como más de 35 clases de gimnasia es un espacio habilitado de seis de la mañana a nueve de la noche. Además, la compañía cuenta con dos cafeterías principales, en las que los trabajadores disponen de menú diario.

 

 

primark sede interior 980

 

El edificio, que se divide en cinco plantas, está organizado por secciones y cada pasillo lo adornan miles de prendas donde los equipos de diseño trabajan diariamente. En la quinta planta, dedicada a la división masculina, se encuentra el consejero delegado, Paul Marchant, que, sin despacho, va cambiando su ubicación con el objetivo de “estar accesible” para el resto de los trabajadores, según explican desde la empresa.

 

La cuarta planta, por su parte, se ocupa del departamento de moda infantil y los trabajadores, en su mayoría por debajo de los treinta años, trabajan en espacios abiertos y se reúnen con proveedores en mesas redondas accesibles a todo el que pase. El tercer piso se dedica exclusivamente a la división de moda femenina, mientras que las dos primeras están destinadas a calzado y cosmética.

 

Al cruzar al edificio contiguo, separado por pantallas que se actualizan cada seis meses “con las prendas que estarán próximamente en tiendas”, se encuentras los departamentos que necesitan exclusivamente un ordenador para trabajar. Se trata de los departamentos de finanzas, márketing o legal, entre otros.

 

Los trabajadores, que a las seis de la tarde han abandonado en su mayoría el edificio, reservan su mesa cada mañana a través de una aplicación exclusiva que proporciona Primark y desde la que empresa aseguran trabajar “bajo objetivos”, con el objetivo de facilitar la flexibilidad a los trabajadores que tienen que conciliar su vida profesional con la personal.

 

Primark, que cerró 2023 con una facturación de 9.008 millones de libras (10.550 millones de euros) y un resultado operativo de 717 millones de libras (839,7 millones de euros), opera en 16 países, siendo España su segundo mercado extranjero más importante, sólo por detrás de Reino Unido. La empresa emplea a más de 800.000 personas en todo el mundo.