Observatorio de la moda: trazabilidad y transparencia
En el último Observatorio de la Moda en España, patrocinado por Metyis, ejecutivos de compañías como Lola Casademunt, Basi, Munich o Cóndor incidieron sobre los retos medioambientales a los que se enfrenta el negocio de la moda.
16 ene 2024 - 05:00
Bajo el nombre Viaje al origen de la moda: trazabilidad y transparencia, algunos de los principales directivos del sector en España se reunieron en el último Observatorio de la Moda en España para debatir sobre los retos medioambientales a los que se enfrenta el negocio y teorizar sobre la hoja de ruta que seguirá la moda. El encuentro, patrocinado por la consultora Metyis, reunió a directivos de empresas industriales, pero también de distribución, con el objetivo de reflejar las diferentes decisiones que tendrán que tomar en materia de sostenibilidad.
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Pablo Olivares, partner en Metyis, lanzó una idea inicial y recordó a los asistentes que deberán ser capaces de explicar al cliente por qué son sostenibles, así como justificar el aumento de precios, dando comienzo al debate.
“No creo que sea fácil remar en la misma dirección, pese a que la legislación europea sea común; ya estamos trabajando para implantar un sistema de recogida de datos y estar preparados para el pasaporte digital, pero nos tendremos que sentar con los proveedores después y ahí está el reto”, señaló Lucas Morera, responsable de sostenibilidad en Brownie. El directivo avanzó que la empresa reducirá el número de proveedores y que intentará trabajar con partners especializados en sostenibilidad.
Juan Manuel Cascant, responsable de estrategia de marca en Andam, coincidió con Morera y avanzó que en un plazo de dos años los proveedores con los que trabajen tendrán que ser distintos a los actuales. “Los grandes grupos de distribución están haciéndonos el trabajo a los más pequeños, porque ellos van por delante y ya han motivado que haya proveedores muy preparados para la oleada legislativa”, señaló.
Para la mayoría de los asistentes al Observatorio, las grandes campañas de descuentos como el Black Friday son algunos de los baches incompatibles con los avances sostenibles. “Tener los océanos llenos de textil o de plástico es decisión del consumidor, que busca desesperadamente descuentos”, comentó Paco Sánchez, consejero delegado de Lola Casademunt.
El directivo, que extrapoló el debate a cuándo los operadores serán sostenibles, en vez de si lo serán, está seguro de que habrá muchos “cortapisas” en el camino y relaciona el cambio con el que han tenido ya otros sectores como la alimentación.
Roser Ramos, directora general de Cóndor, coincidió son Sánchez y, aunque precisó que hay una parte de los consumidores que sí exige a las empresas ser sostenibles, recordó que no se puede combinar esto con precios bajos. “Aunque haya jóvenes más concienciados, es una representación mínima, gran parte de los consumidores obvian la sostenibilidad y lo que quieren es comprar de forma barata”, comentó.
“Pero es que los operadores tenemos el deber de educar a los consumidores, hay que explicarles el por qué de la elevación de precios y lo que hay detrás de las piezas muy baratas”, añadió al debate Josep Ignasi Reixach, director general de Punto Blanco.
Deste Texfor, David Allo, al frente del área sostenibilidad de la patronal, reflexionó: “las mejores fábricas de Europa tampoco tienen este salto hecho, hay muchos retos que no están siendo abordados. Además, si aquí ya será complicado adaptarse a la normativa, ¿cómo se va a verificar la huella de otros países más terceros?”.
Albert Carrascosa, director de expansión de Misako, se unió a las dudas y teorizó sobre la futura producción.“Nosotros estamos en un tipo de industria derivada del plástico y no tenemos otro remedio que fabricar en el sur de China, de donde también vienen nuestros estampados”, señaló.
Con esta idea coincidió Xavier Berneda, consejero delegado de Múnich, que subrayó que la produccion de proximidad supone ya un problema de mano de obra: “hay absentismo laboral, ningún hijo de fabricante quiere trabajar en una fábrica o estar cosiendo”.
Además, el directivo resaltó que falta mano de obra en otros mercados de proximidad como Turquía, donde advierte que la dinámica tras la pandemia ha cambiado y se encuentran menos trabajadores.
De los empleados también habló Marco Palmero, consejero delegado del grupo Basi: “cuando veo a los grandes distribuidores abordar el tema de sostenibilidad hay más de cien personas implicadas exclusivamente en esta tarea, nosotros no podemos dedicarnos full time a hacer el cambio”, reconoce.
“Las marcas que no hemos nacido con el objetivo de ser sostenibles nos enfrentamos a las nuevas marcas que en poco tiempo nos ganarán terreno”
Olivares lanzó otra reflexión: ¿será el pasaporte digital otro elemento de márketing? Los asistentes al Observatorio, asintieron. “Las marcas que no hemos nacido con el objetivo de ser sostenibles nos enfrentamos a las nuevas marcas que nazcan, que serán sostenibles y en poco tiempo nos ganarán terreno”, comentó Morera.
Ramos recordó el papel de las redes sociales y advirtió que la clave estará en “cómo muestras la información”, y señaló que será más fructífero que el propio mensaje. Sin embargo, todos llegaron a una conclusión: la sostenibilidad no podrá materializarse hasta que la Comisión Europea dé más pasos legislativos.