Entorno

Cristina Estévez (UGT): “Las empresas hoy no están preparadas para reincorporar a toda la plantilla”

La secretaria federal sectorial de comercio de UGT cree que ha faltado concreción en el plan anunciado por el Gobierno y echa en falta más medidas de protección social.

Iria P. Gestal

30 abr 2020 - 04:51

Cristina Estévez (UGT): “Las empresas hoy no están preparadas para reincorporar a toda la plantilla”

 

 

“La vuelta a la normalidad será igual que la paralización: unas empresas tendrán un comportamiento responsable y otras no”. Cristina Estévez, secretaria federal sectorial de comercio de UGT, subraya las “abismales” diferencias en cómo las diferentes de empresas de moda han abordado esta crisis y muestra su preocupación por el regreso a la normalidad. “Tenemos el precedente de lo que ocurrió en alimentación y los trabajadores del comercio tienen ganas de volver, pero tienen miedo”, sostiene.

 

 

Pregunta: Las empresas se han volcado en sus equipos durante la fase inicial. ¿Cree que lo continuarán haciendo ahora?

Respuesta: Depende de la empresa. Aunque de puertas para fuera parece que ha sido bastante homogéneo el trato, nada más lejos de la realidad. Hay un abismo entre empresas. Inditex, por ejemplo, ha tenido un comportamiento responsable, ya no por no hacer el Erte, sino por el hecho de minimizar el impacto en salarios y en tiempo de trabajo de sus empleados, por ejemplo en las plataformas logísticas. Muy distinto el caso de H&M, que de cara a la galería anunció que se mantendría el salario al 100% de los trabajadores en tienda y lo incumplió a los catorce días. El día a día ha sido muy distinto. Nos tememos que en la vuelta a la normalidad volveremos a ver quiénes son responsables y quiénes no.

 

P.: ¿Cómo será la vuelta al trabajo?

R.: Según el comportamiento que hayan tenido las empresas. Algunas, como El Corte Inglés, llevan preparando la desescalada desde hace tres semanas. He sido crítica con ellos en el pasado pero en este aspecto lo están haciendo excepcionalmente bien. Otras como H&M que lo harán a golpe de inspección de trabajo, porque no se están haciendo protocolos. Van a seguir con los comportamientos que han mostrado durante la paralización de la actividad. Los que se han volcado en las plantillas, cada uno en la medida de sus posibilidades, lo harán también ahora. No criticamos que se haga un Erte, sino que hagan todo lo que está en sus manos. En unos casos será completar el Erte hasta el 100%, en otros no hacerlo y, en otros, dar otro tipo de ayudas. La vuelta a la normalidad será igual que la paralización: aquellas empresas que han tenido un comportamiento excepcional van a seguir en esa línea, y los que sólo han buscado sacar un rédito publicitario desgraciadamente seguirán igual.

 

P.: ¿Cómo valora el plan del gobierno? ¿Qué ha echado en falta?

R.: Valoramos positivamente que haya un plan. Considero que el Gobierno lo ha hecho en línea con lo que estamos viendo en el ámbito internacional. El problema es que aquí el Gobierno ha querido ser muy concreto, y justamente eso es lo que ha provocado la falta de concreción. Ayer se hablaba del pequeño comercio cuando se quería decir comercio minorista. Por pequeño comercio, nosotros entendimos que tiendas como Zara de Castellana no podrían abrir. Después, en los documentos, se refiere a comercio minorista, que es todo lo que no es comercio mayorista, sin importar los metros cuadrados. De hecho, hemos solicitado al propio ministerio que haga las aclaraciones oportunas. Hubiera sido más sencillo hablar de metros cuadrados.

 

P.: ¿Faltan medidas de protección social?

R.: Muchísimas. Y Pepe Álvarez lo ha dicho en diferentes medios de comunicación. Estamos pidiendo que se extiendan los efectos de las medidas que contemplan los Ertes de fuerza mayor. En teoría se acaban con el estado de alarma, pero es necesario que se extiendan más tiempo. Porque que haya fecha para abrir al público no significa poder hacerlo y tener músculo financiero para poder tomar las medidas de higiene necesarias. Para poder sostener el tejido empresarial del país tienen que tener las ayudas que se aprobaron con el estado de alarma.

 

 

 

 

P.: ¿Ve riesgo de que se pierdan derechos laborales en este camino?

R.: Hay un riesgo muy elevado y las organizaciones sindicales tenemos que estar especialmente vigilantes, porque ya hemos tenido otra crisis. Un estudio reciente de la Confederación refleja que, una vez superada la crisis, el resultado en la foto final fue la pérdida de condiciones laborales, la precarización de puestos de trabajo y mayores márgenes para aquellas compañías que resistieron. Se ha producido un reparto más desigual de la riqueza. Eso nos da las pautas para estar sobre aviso de lo que puede ocurrir ahora. Los trabajadores también van a tener que hacer grandes esfuerzos, con carácter temporal, en aras de mantener puestos de trabajo. Y eso los empleados lo saben. Siempre con carácter temporal y al amparo de acuerdos.

 

P.: ¿Veremos una destrucción de empleo como la de 2008?

R.: Dependerá de muchas cosas. Al ser una crisis que afecta a todos los sectores, dependerá del fondo europeo que se pueda conseguir para paliar el impacto. Es cierto que habrá negocios que, por su perfil y poco músculo financiero, no van a poder aguantar. Pero tenemos que garantizar ayudas para esas personas, ya sean autónomos o trabajadores. Se suele hablar de la antítesis entre empresario, autónomo o trabajador, pero la línea muy débil, especialmente en comercio donde el 90% son pymes.

 

P.: Una parte clave serán las medidas de protección en las empresas. ¿Están preparadas para recibir de nuevo a toda la plantilla?

R. Actualmente no lo están y eso nos preocupa seriamente. Hemos hecho un protocolo de recomendaciones de todas las medidas. Corremos el riesgo de que nos ocurra lo que pasó en la primera semana del estado de alarma. A los quince días se dispararon los contagios y en supermercados hay gente que ha fallecido. Ahora que hay un mínimo de margen de tiempo no se puede abrir ningún centro de trabajo que no cuente con la garantía precisa para los trabajadores. Porque si la tienen ellos también la habrá para los clientes y en el comercio es clave la confianza.

 

 

 

 

P.: ¿Toda la plantilla afectada por un Erte debe reincorporarse a la vez?

R.: Se tiene que recuperar toda la plantilla, pero se puede hacer de manera paulatina. En oficinas, hay profesionales afectados por Erte porque sus puestos se vaciaron de contenido al estar las tiendas cerradas y que también se irán reactivando a partir del 11 de mayo. Además, será progresivo: el 11 de mayo se permite abrir, pero no te obliga, y aquellos centros que estén preparados podrán abrir más tarde.

 

P.: ¿El trabajador está concienciado sobre las medidas de protección?

R.: El trabajador tiene muchísima responsabilidad y muchísimo miedo. Cuando la responsabilidad depende sólo de uno, como lavarte las manos, no hay problema, pero hay medidas que dependen de la empresa y se escapan al buen hacer del trabajador, como las medidas de carácter organizativo o la desinfección de la tienda. Los trabajadores están concienciados, tienen muchas ganas de trabajar, pero ahora tienen miedo. Porque han visto lo que ha pasado en supermercados y la gente sabe el riesgo de contagios. Hoy en día, el segundo colectivo con más cifras de infectados, después de los hospitales, son los supermercados. Hemos podido tomar nota de lo que ha ocurrido en alimentación para anticiparnos.

 

P.: ¿Cree que el papel de los empleados de tienda será más importante?

R.: Es un tema que hemos debatido mucho. Ahora ellos van a volver a la realidad. El comercio de alimentación, que ha seguido trabajando durante todo este tiempo, empieza a tener algo de prestigio socialmente ahora. El comportamiento del comercio de alimentación en estas semanas les ha dado un cariz de profesionalidad, incluso las empresas estaban gratamente sorprendidas. Socialmente sí va a revertir eso, pero veremos hasta qué punto, porque la ropa no es tan necesaria como un cartón de leche. Pero es cierto que el dependiente es la cara de la marca y en ellos veremos escenarios muy distintos según cómo se les haya tratado. En algunas marcas se ha roto el vínculo totalmente entre la empresa y el trabajador.