We Are Not Friends se apoya en el mercado internacional para crecer a doble dígito en 2023

We Are Not Friends camina fuera de España. La compañía catalana de moda streetwear, fundada en 2021, planea ampliar su presencia internacional con puntos de venta multimarca en Portugal, Alemania o Brasil, entre otros, según ha explicado Mathias Andrés, fundador de la empresa, a Modaes. Actualmente, la firma distribuye sus productos entre España, Italia, Francia y Países Bajos.

La compañía dio sus primeros pasos en 2021 con dos puntos de venta multimarca en España. La empresa, que registró una cifra de negocio de 60.000 euros en su primer año de actividad, aumentó sus ingresos hasta 240.000 euros en el ejercicio 2022.

En los próximos meses, la empresa aterrizará en Portugal de la mano de un agente local y más tarde Alemania o Brasil, donde entrará a través de una cadena de distribución, aunque no ha especificado cual.

Actualmente, We Are Not Friends distribuye sus productos en más de cuarenta puntos de venta multimarca en España, veinte en Italia, uno en Países Bajos y otro en Francia. Entre los planes internacionales de la compañía también se encuentra reforzar su presencia en los países en los que ya opera y en agosto, la empresa aterrizará en los grandes almacenes franceses Le Bon Marché.

We Are Not Friends cerró 2022 con una cifra de negocio de 240.000 euros y prevé alcanzar los 600.000 en este ejercicio

La empresa de moda streetwear distribuye sus productos entre multimarca y el canal online, y cada uno genera el 50% de la facturación actual. “De momento no nos planteamos retail propio, preferimos consolidar nuestro negocio en multimarca porque podemos llegar a muchas más localizaciones”, avanza el fundador.

Para 2023, la compañía se ha marcado el objetivo de alcanzar una facturación de 600.000 euros, lo que supondría más que publicar la cifra de negocio. Para 2024, la empresa apunta a alcanzar ventas de un millón de euros. El fundador de We Are Not Friends, que mantiene la propiedad de la empresa, se plantea la posibilidad abrir una ronda de financiación de cara a 2024 con el objetivo de seguir ampliando mercados.

Para 2023, la compañía se ha marcado el objetivo de alcanzar una facturación de 600.000 euros

La empresa, que está especializada en camisetas y sudaderas, aumentará su oferta a partir de septiembre. Además, la compañía planea contar con artistas y diseñadores del sector que participen en el proceso creativo de las prendas, con el objetivo de otorgar “más relevancia al producto”.

Andrés dio forma a We Are Not Friends tras los meses de confinamiento. El directivo fue el diseñador gráfico de la empresa estadounidense Rindip durante siete años y tras el estallido de la pandemia apostó por distribuir sus propios productos. “La acogida ha sido desde el primer momento muy buena, lo que nos motiva a pensar a escala global y seguir creciendo”, apunta Andrés. Actualmente, la empresa emplea a un equipo de tres personas.