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Fletes, Estados Unidos y la sombra de Shein: las amenazas para Boohoo, según Credit Suisse

La entidad bancaria ha rebajado la recomendación de la plataforma británica de moda de sobreponderar a neutral y ha rebajado el precio objetivo de Boohoo de 170 libras a 80 libras. Credit Suisse también ha reducido sus previsiones de margen de ebitda.

C. Juárez

20 may 2022 - 04:48

Fletes, Estados Unidos y la sombra de Shein: las amenazas para Boohoo, según Credit Suisse

 

 

El futuro de Boohoo, amenazado. Los principales desafíos a futuro de la plataforma británica de moda son las subidas de los fletes aéreos, dificultades de abastecimiento en el mercado de Estados Unidos, y la sombra creciente de Shein, según Credit Suisse.

 

Debido a estos riesgos, la entidad bancaria ha rebajado la recomendación de la plataforma británica de moda de sobreponderar a neutral. Además, Credit Suisse también ha rebajado el precio objetivo de las acciones de Boohoo, 170 libras a 80 libras, y sus previsiones de margen de ebitda se han recortado hasta el 3,5% frente al 7% anterior.

 

“Asos y Zalando también han sufrido golpes similares, pero tenemos más confianza en sus modelos de negocio, flujos de caja y ejecución”, ha señalado la entidad.

 

En concreto, Credit Suisse esgrime como uno de los principales factores que amenazan el negocio de Boohoo “la poca probabilidad de que las tarifas y la disponibilidad del flete aéreo vuelvan a los niveles anteriores a la pandemia”. La entidad señala, además, que el cambio de tipos de avión con menos capacidad de carga podría suponer que se retrase la recuperación del tráfico a larga distancia.

 

 

 

 

De hecho, esta sería la principal amenaza de Bohoo, más que los problemas que le podría acarrear la competencia. Credit Suisse señala que a raíz de la polémica de la fábrica de Leicester, Boohoo trasladó parte de su producción a Asia, lo que tras el estallido del coronavirus y las disrupciones en la cadena de suministro supone ahora un “problema”.

 

La entidad apunta, además, que antes del coronavirus el modelo de negocio de Boohoo dependía de vuelos baratos, ya que los vuelos comerciales contaban con más capacidad de almacenaje porque se le cobraba una tarifa a los pasajeros. Con las limitaciones de viaje en los últimos años, la capacidad de los aviones de carga aumentó para satisfacer la demanda, que “era muy fuerte” debido a los retrasos en los puertos y tenían prioridad artículos como chips.

 

Por otro lado, Credit Suisse señala que la apertura de un centro de distribución en Estados Unidos “no ha resuelto los problemas de Asos, y nos preocupa que le pase lo mismo a Boohoo”. A esto se le uniría la adición de aranceles de importación, más costes y un alto grado de fricción en la cadena de suministro, que no se compensarán a pesar de “unas ventas más fuertes y un periodo de entrega más corto”.

 

 

 

 

La entidad explica que Boohoo tiene que pagar aranceles a Estados Unidos de entre el 15% y el 20%, a lo que se le sumarían los gastos adicionales de la puesta en marcha de un centro de distribución.

 

Además, Credit Suisse también explica que el 60% de los productos de Boohoo se realizan en Europa, Turquía y África y se envían en cambiones a Reino Unido. El otro 40% lo realiza en Asia, y se transporta en su mayoría a través del aire. Abastecer a Estados Unidos significaría que los productos de Boohoo tendrían que pasar por dos centros de distribución, lo que significa que los costes aumentarían.  

 

Otra importante amenaza para Boohoo es el gigante chino Shein. Aunque Credit Suisse reconoce que el impacto “no está claro”, señala que la compañía china es una “importante” amenaza para Boohoo fuera de Reino Unido debido a su escala, presencia comercial y una cadena de suministro “más simple”.

 

“Creemos que habrá una cantidad cada vez mayor de regulación en torno a los derechos humanos y cuestiones medioambientales, pero no está claro si esto obstaculiza a Boohoo o reduce la competencia”, añade la entidad.

 

Una de las ventajas que Shein tiene sobre Boohoo, según Credit Suisse, es que el grupo chino cuenta con menos costes en su cadena de aprovisionamiento, ya que en algunas ocasiones son los propios fabricantes quienes envían el producto al cliente final.