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Bóboli cierra 2022 con unas ventas de 45 millones de euros, pero mantiene la incertidumbre

La compañía catalana de moda infantil, que cierra el ejercicio en septiembre, ha superado en el periodo las ventas de antes de la pandemia y ha puesto en marcha un plan para reforzarse en el online, que incluye la renovación de su web.

Bóboli cierra 2022 con unas ventas de 45 millones de euros, pero mantiene la incertidumbre
Bóboli cierra 2022 con unas ventas de 45 millones de euros, pero mantiene la incertidumbre
Bóboli tiene previsto renovar su ecommerce en los próximos meses.

C. Juárez

30 sep 2022 - 05:00

Bóboli dice adiós a la pandemia. La compañía catalana de moda infantil ha finalizado el último ejercicio (cerrado en septiembre) superando los niveles de ventas de antes de la pandemia, hasta 45 millones de euros. Ahora, la empresa entra en una nueva etapa en la que “la incertidumbre continúa asolando” y con planes de expansión a través del online, según explica Mónica Algás, directora general de la compañía, a Modaes.

 

“Estamos muy preocupados con el dólar y la inflación”, sostiene Algas, pese a asegurar que las ventas han registrado una cifra récord durante el ejercicio, con un crecimiento del 18,4% gracias a su expansión en países extranjeros, en concreto, en Colombia y México. “A nivel de exportaciones estamos muy bien, el cliente ha confiado en nosotros y hemos salido fortalecidos”, reconoce la directiva.

 

En España, la facturación ha evolucionado de forma favorable, “tras varios ejercicios en retroceso”, señala Algás. Bóboli ha basado su crecimiento en el país en la apertura de corners en El Corte Inglés y el fortalecimiento de su red de tiendas, entre las que se encuentra una apertura en Fuencarral realizada el pasado marzo.

 

 

 

 

A cierre del ejercicio, la empresa opera con 45 tiendas propias y el mismo número de corners en el grupo de grandes almacenes. “Hay buenas oportunidades”, señala Algás, “ya que en los últimos meses han salido muchas marcas, por lo que hay más hueco para nosotros”, añade.

 

Por ahora, Bóboli descarta seguir creciendo con nuevas aperturas y focalizarse en reubicar puntos de venta en ubicaciones más estratégicas debido a que el tráfico todavía no ha recuperado los niveles de 2019. Para sus establecimientos, la empresa se encuentra renegociando alquileres conjuntamente con otros operadores.

 

El desarrollo de Bóboli en los próximos años estará basado en el online, que actualmente copa el 10% de las ventas, y donde pondrá en marcha un plan de expansión en el próximo ejercicio, que pasa por renovar la web. La compañía tiene previsto fortalecer su ecommerce con la entrada en nuevos países y apoyada en marketplaces. Para gestionar esta expansión, la empresa fortalecerá su equipo online.

 

 

 

 

Pese a la expansión de la empresa y los buenos resultados, Algás reconoce que el futuro estará marcado por la incertidumbre. “Estamos muy preocupados por el dólar y la inflación”, afirma la ejecutiva, que explica que las perspectivas para la colección del próximo verano son “buenas”, aunque el cliente multimarca, “lo está pasando regular”.

 

Sobre la cadena de suministro, Bóboli se mantiene prudente. “Funciona bien y vamos a servir muy bien el verano que viene porque nos hemos anticipado y trabajado con tiempo”, asegura Algás. Sin embargo, debido al incremento de los costes en toda la cadena, la compañía ha acometido una subida de precios del 8% en la colección de verano.

 

La sostenibilidad es otro de los ejes de desarrollo de la empresa, que espera conseguir en 2024 la certificación BCorp, lo que supondría “un hito importante ya que somos una compañía que nació en otra época y con otra mentalidad”, sostiene Algás.

 

 

 

 

Bóboli dio sus primeros pasos en 1981 de la mano de Francisco Algás bajo el nombre de Star Textil. En sus inicios, la empresa estaba especializada en la producción de prendas de felpa en grandes volúmenes para hipermercados europeos. Tres años después de su fundación, el empresario decidió poner en marcha su marca propia, Bóboli, y aparcar la producción.

 

A partir de la década de los noventa, la compañía se focalizó del todo en la marca Bóboli y comenzó su desarrollo internacional. Con el lanzamiento de la marca, la empresa también puso en marcha sus primeras tiendas físicas, ubicadas en las calles Ricardo Calvo y Boulevard Rosa, ambas en Barcelona.

 

En 2014, la empresa completó el relevo generacional. Actualmente, Mónica y Arancha Algás son directoras generales de la empresa, con atribuciones en el área comercial y en la producción, respectivamente. La tercera hermana, Cristina Algás, se incorporó a la compañía más tarde y lidera el área de operaciones de la empresa.