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Mariana Gramunt: “La moda tiene que asumir que no lo va a hacer bien durante un tiempo”

La fundadora de TNeutral, una compañía especializada en medir el impacto sostenible en la cadena de valor de la industria de la moda, es una de las pocas españolas invitadas a el Foro Económico Internacional, conocido como Davos.

Mariana Gramunt: “La moda tiene que asumir que no lo va a hacer bien durante un tiempo”
Mariana Gramunt: “La moda tiene que asumir que no lo va a hacer bien durante un tiempo”
Mariana Gramunt es fundadora de TNeutral, una compañía especializada en medir el impacto sostenible en la cadena de valor de la industria de la moda.

C. Juárez

20 ene 2023 - 05:00

Legislación, consumidor, greenwashing, colaboración. En su discurso, Mariana Gramunt tiene muy presente todo lo que se precisa cambiar en la industria de la moda para avanzar en sostenibilidad. La fundadora de TNeutral, una compañía especializada en medir el impacto sostenible en la cadena de valor de la industria de la moda, ha llevado la conversación al Foro Económico Internacional, conocido como Davos, con el objetivo de poner en valor la necesidad de una transformación del sector. “La moda tiene que asumir que no lo va a hacer bien durante un tiempo”, asegura Gramunt.

 

 

Pregunta: Tiene una oportunidad para alzar la voz en Davos. ¿Qué pediría a las empresas y a los consumidores?

 

Respuesta: No se puede mandar un mensaje igual a todos. Actualmente estamos en un momento de transición, es lo que percibimos, y los actores involucrados tienen que cambiar la actitud. Vamos todos a escuchar.

 

 

P.: Se dice que la sostenibilidad es una de las prioridades, pero las ponencias de Davos estarán centradas en temas como la geopolítica o economía. ¿A quién echa en falta en el panel?

 

R.: Davos es un evento muy particular y muy poco accesible. Aglutina a las grandes potencias, pero si quiere representar este cambio y soluciones reales, debería abrirse un poco más. Dar voz no tanto a los que tienen poder, sino a quienes pueden hacer ese cambio.

 

 

P.: ¿Las organizaciones sostenibles deberían hacer más lobby?

 

R.: Sin duda. Nosotras venimos del sector privado, venimos de ser marca de moda, pero las marcas como la nuestra tienen que tener un abordaje más colectivo. Sin lugar a dudas es algo que hay que cultivar muchísimo, el sentido colectivo de lo que hacemos, porque no somos islas. En el sector de la moda todavía no hemos abrazado esta percepción como en otros sectores, por esa desconexión que hay entre los actores.

 

 

P.: ¿Cómo debería ser esa unión?

 

R.: En parte se está haciendo ya. La legislación es un buen primer paso, porque es un poco utópico pensar que de forma proactiva las empresas o los sectores darán el paso. La regulación viene muy bien para marcar el paso y la pauta, hablar un lenguaje de sector, que hace mucha falta.

 

 

 

 

P.: En los últimos meses, varias empresas de moda han sido acusadas de greenwashing. ¿Qué se ha hecho mal?

 

R.: Lo que se ha hecho mal ha sido abordar lo que era una necesidad de un cambio profundo a través de un parcheo. Es una industria que poco a poco ha ido desvelando los lados oscuros que tenia a partir de la globalización y combatir eso requiere un cambio profundo de modelo. El fast fashion es inviable si no quieres generar impactos negativos. Requiere un cambio de modelo, pero hasta ahora no se ha contado con eso, sino sólo con la última parte de la cadena, el comunicar lo que hago. Hay una gran una falta de coherencia entre lo que hago y lo que digo. La transformación profunda del modelo no se ha dado, y hemos agotado los parches.

 

 

P.: ¿Entonces, deberían callarse?

 

R.: Si se hacen cosas se podrían contar, y en la medida con la que se han hecho. Hay que ser responsable con la comunicación. Hace poco me he leído un libro que habla de que estamos en una época en la que nos estamos cuenta de que los cambios que necesitamos van a tardar. Ya no vale con soluciones rápidas. Hay que asumir que no lo vamos a hacer bien durante un tiempo. Y creo que el consumidor es lo suficientemente listo para entender eso.

 

 

P.: También se han puesto en duda herramientas como el Índice Higg. ¿Los reguladores deberían estar más regulados?

 

R.: Todo el mundo debería estar expuestos a auditorias independiente. Debería haber un seguimiento alrededor de las asociaciones, donde también hay mucha opacidad. Es un entramado muy complejo y es muy difícil saber la legitimidad de las fuentes. No conozco otros sectores tanto, pero creo que es algo que afecta a todos.

 

 

P.: ¿Quién debería hacerlo?

 

R.: Entre todos. Las regulaciones que van a ir llegando en varias líneas. Al consumidor se le ha dado mucha responsabilidad, pero tiene las herramientas que tiene y no es justo que tenga que ser sólo él el que regule.

 

 

 

 

P.: Las certificaciones generan cada vez más dudas. ¿Deberían repensarse?

 

R.: Deberían repensarse todo el rato. Tenemos que acostumbrarnos cada vez más a cuestionar las cosas y a la capacidad de mejorar. Hay algunas cosas que nacen con un espíritu no tan positivo. Si se identifica un punto ciego, se debería poder arreglar. Es más fácil ajustar las certificaciones que ya existen, que tirar por tierra el trabajo que ya se ha hecho. Tiene que haber responsabilidad y responder de los procesos que han puesto en práctica. Hay que tener mucha más transparencia. El tema de los sellos es peliagudo, porque muchos responden solo de ciertas prácticas. Sería ideal que estuvieran enlazas con la legislación. EL todo por la parte, que es lo que se hace en el mundo de la comunicación y acaba siendo greewashing. Esto afecta a las decisiones del consumidor.

 

 

P.: ¿Cree que el sector está preparado para la nueva legislación sostenible?

 

R.: No mucho, pero es imprescindible que lo estén, y rápido. Históricamente es un sector que ha estado muy poco regulado y exento de cumplir ciertas normas. Es importante que todos tengamos que responder ante nuestras prácticas. Lo vemos como una oportunidad, ya que, si nos podemos las pilas, lo conviertes en algo habitual. Entre otras cosas, la regulación dice que la responsabilidad es tuya y eso es un gran cambio para las empresas, que hasta ahora han sido muy opacas y poco transparentes porque nunca se les ha exigido nada.

 

 

P.: ¿Hace falta más colaboración entre empresa e industria?

 

R.: Hace falta más colaboración en general y de vernos como parte de un sector común y no de empresas aisladas. Desde la Unión Europea están haciendo esfuerzos para canalizar fondos hacia vehículos para incentivar eso.

 

 

P.: T Neutral tiene el propósito de impulsar la transformación de la industria con un horizonte libre de desperdicio. ¿Cómo valora la reciente constitución del Scrap?

 

R.: En principio es muy positivo que se hayan podido poner de acuerdos grandes marcas, aunque es la obligación que tiene el sector. Que hayan sido grandes marcas las que hayan empezado a dictar eso es muy potente, son las que tienen capacidad de hacerlo. Ahora lo tienen que llenar de contenido.

 

 

 

 

P.: Su herramienta Huella Textil identifica la cantidad de textil generado durante el proceso productivo y comercial. ¿Se debería atajar el problema antes?

 

R.: Jugamos con dos matrices. La de residuos y la de impacto. La primera dice que lo ideal seria que el residuo no se genere en primera instancia. Y ahí tiene mucho que decir la fase de diseño, donde se determinan los impactos.  

 

 

P.: Asegura que la trazabilidad es la clave. ¿Hay suficiente tecnología desarrollada?

 

R.: No sé si es tanto la carencia de herramientas como que no se le ha dado mucha importancia hasta ahora. Nosotros estamos en contacto con varias herramientas, nuestra huella textil puede nutrirse de muchas tecnologías que ya existen. Pero también necesitamos la voluntad del sector.

 

 

P.: Según vuestros estudios, cada año un europeo desecha, de media, 11 kg de ropa. ¿El problema también es de los consumidores?

 

R.: Sí. Es de todos los actores, el consumidor tiene su parte, y es importantísima. No es solo lo que desechamos, sino también lo que compramos o lo que dejamos de comprar. Cada vez somos mas consciente de que somos consumidores más críticos. Decidimos muchas cosas con nuestra compra. Falta mucha información a cerca de qué hacer y contarle qué hacer con la ropa.

 

 

P.: En los últimos años han surgido numerosas empresas, como la vuestra, especializadas en sostenibilidad. ¿Las organizaciones privadas deberían ser los impulsores del sostenible?

 

R.: Hay mucha diferencia entre los pequeños que nacen con una inquietud y la inercia de los grandes, que llevan una tracción que es inmensa. También emprender sin un propósito es absurdo.

 

 

El jue, 19 ene 2023 a las 14:35, Carmen Juárez (<carmen.juarez@modaes.com>) escribió:

Mariana Gramunt (TNeutral): “La moda tiene que asumir que no lo va a hacer bien durante un tiempo”

Mariana Gramunt: “La moda tiene que asumir que no lo va a hacer bien durante un tiempo”

La fundadora de TNeutral, una compañía especializada en medir el impacto sostenible en la cadena de valor de la industria de la moda, es una de las pocas españolas invitadas a el Foro Económico Internacional, conocido como Davos.

 

Legislación, consumidor, greenwashing, colaboración. En su discurso, Mariana Gramunt tiene muy presente todo lo que se precisa cambiar en la industria de la moda para avanzar en sostenibilidad. La fundadora de TNeutral, una compañía especializada en medir el impacto sostenible en la cadena de valor de la industria de la moda, ha llevado la conversación al Foro Económico Internacional, conocido como Davos, con el objetivo de poner en valor la necesidad de una transformación del sector. “La moda tiene que asumir que no lo va a hacer bien durante un tiempo”, asegura Gramunt.

 

 

Pregunta: Tiene una oportunidad para alzar la voz en Davos. ¿Qué pediría a las empresas y a los consumidores?

Respuesta: No se puede mandar un mensaje igual a todos. Actualmente estamos en un momento de transición, es lo que percibimos, y los actores involucrados tienen que cambiar la actitud. Vamos todos a escuchar.

 

P.: Se dice que la sostenibilidad es una de las prioridades, pero las ponencias de Davos estarán centradas en temas como la geopolítica o economía. ¿A quién echa en falta en el panel?

R.: Davos es un evento muy particular y muy poco accesible. Aglutina a las grandes potencias, pero si quiere representar este cambio y soluciones reales, debería abrirse un poco más. Dar voz no tanto a los que tienen poder, sino a quienes pueden hacer ese cambio.

 

P.: ¿Las organizaciones sostenibles deberían hacer más lobby?

R.: Sin duda. Nosotras venimos del sector privado, venimos de ser marca de moda, pero las marcas como la nuestra tienen que tener un abordaje más colectivo. Sin lugar a dudas es algo que hay que cultivar muchísimo, el sentido colectivo de lo que hacemos, porque no somos islas. En el sector de la moda todavía no hemos abrazado esta percepción como en otros sectores, por esa desconexión que hay entre los actores.

 

P.: ¿Cómo debería ser esa unión?

R.: En parte se está haciendo ya. La legislación es un buen primer paso, porque es un poco utópico pensar que de forma proactiva las empresas o los sectores darán el paso. La regulación viene muy bien para marcar el paso y la pauta, hablar un lenguaje de sector, que hace mucha falta.

 

“Lo que se ha hecho mal ha sido abordar lo que era una necesidad de un cambio profundo a través de un parcheo”

 

P.: En los últimos meses, varias empresas de moda han sido acusadas de greenwashing. ¿Qué se ha hecho mal?

R.: Lo que se ha hecho mal ha sido abordar lo que era una necesidad de un cambio profundo a través de un parcheo. Es una industria que poco a poco ha ido desvelando los lados oscuros que tenia a partir de la globalización y combatir eso requiere un cambio profundo de modelo. El fast fashion es inviable si no quieres generar impactos negativos. Requiere un cambio de modelo, pero hasta ahora no se ha contado con eso, sino sólo con la última parte de la cadena, el comunicar lo que hago. Hay una gran una falta de coherencia entre lo que hago y lo que digo. La transformación profunda del modelo no se ha dado, y hemos agotado los parches.

 

P.: ¿Entonces, deberían callarse?

R.: Si se hacen cosas se podrían contar, y en la medida con la que se han hecho. Hay que ser responsable con la comunicación. Hace poco me he leído un libro que habla de que estamos en una época en la que nos estamos cuenta de que los cambios que necesitamos van a tardar. Ya no vale con soluciones rápidas. Hay que asumir que no lo vamos a hacer bien durante un tiempo. Y creo que el consumidor es lo suficientemente listo para entender eso.

 

P.: También se han puesto en duda herramientas como el Índice Higg. ¿Los reguladores deberían estar más regulados?

R.: Todo el mundo debería estar expuestos a auditorias independiente. Debería haber un seguimiento alrededor de las asociaciones, donde también hay mucha opacidad. Es un entramado muy complejo y es muy difícil saber la legitimidad de las fuentes. No conozco otros sectores tanto, pero creo que es algo que afecta a todos.

 

P.: ¿Quién debería hacerlo?

R.: Entre todos. Las regulaciones que van a ir llegando en varias líneas. Al consumidor se le ha dado mucha responsabilidad, pero tiene las herramientas que tiene y no es justo que tenga que ser sólo él el que regule.

 

“Hace falta más colaboración en general y de vernos como parte de un sector común y no de empresas aisladas”

 

P.: Las certificaciones generan cada vez más dudas. ¿Deberían repensarse?

R.: Deberían repensarse todo el rato. Tenemos que acostumbrarnos cada vez más a cuestionar las cosas y a la capacidad de mejorar. Hay algunas cosas que nacen con un espíritu no tan positivo. Si se identifica un punto ciego, se debería poder arreglar. Es más fácil ajustar las certificaciones que ya existen, que tirar por tierra el trabajo que ya se ha hecho. Tiene que haber responsabilidad y responder de los procesos que han puesto en práctica. Hay que tener mucha más transparencia. El tema de los sellos es peliagudo, porque muchos responden solo de ciertas prácticas. Sería ideal que estuvieran enlazas con la legislación. EL todo por la parte, que es lo que se hace en el mundo de la comunicación y acaba siendo greewashing. Esto afecta a las decisiones del consumidor.

 

P.: ¿Cree que el sector está preparado para la nueva legislación sostenible?

R.: No mucho, pero es imprescindible que lo estén, y rápido. Históricamente es un sector que ha estado muy poco regulado y exento de cumplir ciertas normas. Es importante que todos tengamos que responder ante nuestras prácticas. Lo vemos como una oportunidad, ya que, si nos podemos las pilas, lo conviertes en algo habitual. Entre otras cosas, la regulación dice que la responsabilidad es tuya y eso es un gran cambio para las empresas, que hasta ahora han sido muy opacas y poco transparentes porque nunca se les ha exigido nada.

 

P.: ¿Hace falta más colaboración entre empresa e industria?

R.: Hace falta más colaboración en general y de vernos como parte de un sector común y no de empresas aisladas. Desde la Unión Europea están haciendo esfuerzos para canalizar fondos hacia vehículos para incentivar eso.

 

P.: T Neutral tiene el propósito de impulsar la transformación de la industria con un horizonte libre de desperdicio. ¿Cómo valora la reciente constitución del Scrap?

R.: En principio es muy positivo que se hayan podido poner de acuerdos grandes marcas, aunque es la obligación que tiene el sector. Que hayan sido grandes marcas las que hayan empezado a dictar eso es muy potente, son las que tienen capacidad de hacerlo. Ahora lo tienen que llenar de contenido.

 

“No se le ha dado mucha importancia hasta ahora a la trazabilidad”

 

P.: Su herramienta Huella Textil identifica la cantidad de textil generado durante el proceso productivo y comercial. ¿Se debería atajar el problema antes?

R.: Jugamos con dos matrices. La de residuos y la de impacto. La primera dice que lo ideal seria que el residuo no se genere en primera instancia. Y ahí tiene mucho que decir la fase de diseño, donde se determinan los impactos.  

 

P.: Asegura que la trazabilidad es la clave. ¿Hay suficiente tecnología desarrollada?

R.: No sé si es tanto la carencia de herramientas como que no se le ha dado mucha importancia hasta ahora. Nosotros estamos en contacto con varias herramientas, nuestra huella textil puede nutrirse de muchas tecnologías que ya existen. Pero también necesitamos la voluntad del sector.

 

P.: Según vuestros estudios, cada año un europeo desecha, de media, 11 kg de ropa. ¿El problema también es de los consumidores?

R.: Sí. Es de todos los actores, el consumidor tiene su parte, y es importantísima. No es solo lo que desechamos, sino también lo que compramos o lo que dejamos de comprar. Cada vez somos mas consciente de que somos consumidores más críticos. Decidimos muchas cosas con nuestra compra. Falta mucha información a cerca de qué hacer y contarle qué hacer con la ropa.

 

P.: En los últimos años han surgido numerosas empresas, como la vuestra, especializadas en sostenibilidad. ¿Las organizaciones privadas deberían ser los impulsores del sostenible?

R.: Hay mucha diferencia entre los pequeños que nacen con una inquietud y la inercia de los grandes, que llevan una tracción que es inmensa. También emprender sin un propósito es absurdo.