La apertura del comercio los domingos en Barcelona atrae a turistas, pero se queda “a medias”
Según la asociación de comerciantes Barcelona Oberta, las ventas generadas los domingos durante los cuatro meses que ha estado vigente la medida han supuesto entre el 3% y el 4% de la facturación de toda la semana. Aún así, Barcelona “no está a la altura”.
15 sep 2022 - 05:00
Barcelona no será París. Entre el 15 de mayo y hasta hoy (ambos inclusive), los comercios barceloneses ubicados en la Zona de Gran Afluencia Turística (Zgat) tuvieron permitido abrir sus puertas los domingos y festivos, una batalla que las asociaciones de comercio de la ciudad llevaban muchos años peleando. Ahora, llega el momento de hacer balance del impacto de la medida. “Ha sido muy positivo, pero Barcelona sigue sin estar a la altura de las ciudades europeas del shopping”, opina Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta.
La medida fue aprobada por el Ayuntamiento de Barcelona en febrero y fue ratificada por plenario municipal con las asociaciones Fundación Barcelona Comerç, Barcelona Oberta, Pimec Comerç, Foment del Treball, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) y UGT. El acuerdo, que se aplica a los locales de más de 300 metros cuadrados de superficie, tendrá vigor hasta el 31 de diciembre de 2025 y promete generar “cientos o miles puestos de trabajo”.
A pesar de tratarse de una victoria para Barcelona Oberta, que lleva persiguiendo la apertura de los comercios barceloneses los domingos desde su fundación en 2014, el sector aún tiene camino por recorrer. “Se ha quedado a medias: son cuatro meses, pero querríamos doce”, explica Jené. Entre mayo y septiembre, las empresas que se han visto beneficiadas por la medida han generado entre el 3% y el 4% de sus ventas semanales en domingo, explica el presidente de la asociación.
“No han venido turistas rusos ni asiáticos, pero sí ha habido un repunte de viajeros estadounidenses”, observan desde Barcelona Oberta
La iniciativa se aprobó con el objetivo de capitalizar el regreso del turismo después de dos años de parón en el consumo a causa de la pandemia. “Cerrar los domingos es una desventaja turística para la ciudad”, opina el ejecutivo, director general de la cadena de artículos de decoración La Mallorquina.
La puesta en marcha de la medida ha coincidido con el primer verano de regreso del turismo, que rozó niveles prepandemia en julio. En el séptimo mes del año, viajaron a España 9,06 millones de turistas internacionales, un 7,5% menos que en julio de 2019. El gasto turístico ascendió a 11.869 millones de euros, sólo un 0,6% por debajo del mismo mes de 2019.
“No han venido turistas rusos ni asiáticos, pero sí ha habido un repunte de viajeros estadounidenses que se han visto beneficiados por el valor del dólar”, observan desde Barcelona Oberta. El tráfico en las calles centrales de Barcelona también se ha incrementado, con una afluencia “menor que la que hay los sábados, pero más alta de lo normal”.
En los primeros fines de semana después de que entrara en vigor la medida, las entradas a las tiendas en Barcelona subieron un 28,7%, según los últimos datos del Ayuntamiento de Barcelona, que datan de finales de junio.
“La aprobación de esta iniciativa no ha supuesto un aumento significativo del tráfico en las calles, pero sí ha provocado que los peatones entren más en las tiendas”, señala un informe realizado por la consultora TC Group Solutions. El pasado marzo, el incremento del tráfico exterior registró un alza del 21% en comparación al mismo periodo del ejercicio anterior.
El comercio local se ha visto beneficiado en cuanto a que se han llevado a cabo más contrataciones a personal de barrio
La aprobación de la medida que permitió a los grandes comercios barceloneses abrir sus puertas los domingos también se enfrentó a oposición que argumentaba que causaría una caída en la demanda interna en ciudades secundarias en los alrededores de Barcelona. “No ha sido así”, describe Jené, “el gasto recuperado ha sido el turístico, los consumidores de fuera de Barcelona ya podían comprar online los domingos, no se tenían que desplazar”, añade el directivo.
Desde la asociación de comerciantes locales Eix Sagrada Familia, que acoge a más de cien empresarios del barrio barcelonés, declaran que la medida “no ha tenido mucho éxito, pero no ha sido ni beneficiosa, ni perjudicial” para el comercio de barrio. La asociación también coincide en que la demanda que se ha incrementado ha sido la turística, mientras que la local no se ha visto afectada.
“Lo positivo es que los establecimientos del centro que han abierto han contratado a más personal, personal de barrio, por lo que las nuevas contrataciones han generado un mayor poder adquisitivo en que luego se dirige al comercio local”, explica Oriol Agulló, asesor de Eix Sagrada Familia y director ejecutivo de A&R Consultants, especialista en comercio.
En Madrid, la apertura de los establecimientos en domingo o días festivos lleva años en vigor. La capital fue la primera ciudad española en aprobar que los comercios pudieran decidir sus horarios de apertura, en julio de 2012, cuando entró en vigor la Ley de Dinamización de la Actividad Comercial.
Anteriormente, en la capital sólo podía abrir en domingos y festivos un determinado grupo de comercios y tiendas, como aquellos de menos de trescientos metros cuadrados de superficie o los ubicados en zonas de gran afluencia turística.
La moda, protagonista en el ‘prime’
En concreto, la medida del Ayuntamiento de Barcelona establece que “los establecimientos que lo deseen y que estén dentro de las zonas 1 y 2 del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (Peuat) podrán abrir todos los domingos y festivos de 12H a 20H”.
El territorio abarcado por la medida va desde Les Corts hasta Sant Martí e incluye los distritos de Sants Montjüic, Sarrià-Sant Gervasi, Gràcia, Horta-Guinardo, L’Eixample y Ciutat Vella. Dentro se encuentran los grandes ejes comerciales de Barcelona donde están presentes importantes operadores de distribución de moda: Passeig de Gràcia, Rambla Catalunya y Portal de l’Àngel.
En los últimos años, estas avenidas se han enfrentado a una profunda transformación a raíz de la pandemia, que causó el cierre forzoso de las tiendas, la salida de grandes nombres y la entrada de otros, que aprovecharon la oportunidad para coger sitio de cara a la recuperación.
La moda ocupa el 30,1% de la oferta de las principales avenidas barcelonesas, según datos del último informe de Ascana. En concreto, el sector domina el 53,8% de los locales comerciales presentes en Passeig de Gràcia, el 49,4% de los de Portal de l’Àngel, y el 23% de los comercios de Rambla Catalunya. Las Ramblas, también afectado por la medida del Ayuntamiento, cuenta con un mucho menor peso de moda, con apenas un 6% de los locales dedicados a este sector.
Por otra parte, la iniciativa también ha permitido abrir los domingos a los grandes centros comerciales barceloneses como L’Illa Diagonal, Westfield Glòries, El Triangle y Arenas. El complejo Maremagnum, por su parte, desde hace años ha contado con la ventaja competitiva de poder recibir clientes los domingos.