La patronal holandesa de reciclaje alerta de un “riesgo de colapso” del sector

El reciclaje holandés colapsa. La Asociación para la Recuperación de Textiles (VHT) ha alertado hoy que la cantidad de ropa de segunda mano sin vender ha aumentado un 30% respecto al año pasado, hasta alcanzar 28 millones de prendas. Según la patronal del reciclaje textil en el país, este aumento del inventario pone en “riesgo de colapso” el sector holandés de recuperación, reciclaje y eliminación de ropa usada.

La entidad ha asegurado que durante el último año también han aumentado los costes de personal y otros costes inflacionarios, y se ha reducido su margen bruto de beneficio en un 10%, lo que “amenaza” a las empresas del sector.

“Para cumplir con los objetivos de la UPV (el sistema colectivo de responsabilidad ampliada del productor o Scrap holandés) en materia de reutilización y reciclaje, el año que viene deberemos recoger y procesar un 50% más de prendas, lo que será imposible si en los Países Bajos ya no se realiza la clasificación”, ha avisado la presidenta de VHT, Mariska Boer.

La patronal holandesa prevé que el sector no será capaz de alcanzar los objetivos marcados para 2025

La normativa holandesa, que entró en vigor en julio de 2023, establece que los productores del sector son los responsables de gestionar las fases de desperdicio y eliminación de todos los productos que pongan al mercado. Para ello, el decreto holandés, que es un reflejo de la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) europea, obliga a los vendedores a organizar y financiar un sistema de recogida.

Desde la patronal han pedido tanto a los gobiernos locales como a la UPV que apoye económicamente el sector, que, de otra manera, se verá obligado a optar por la incineración como “su única alternativa”.

La VHT, que agrupa a un 95% de las empresas de procesamiento textil, ha recordado que los Países Bajos son el país con mayor capacidad de clasificación a nivel comparable, por lo que el aumento de textiles en el resto de Europa será igual de difícil de procesar.

“Las personas que ahora usan ropa de segunda mano procedente de Europa tendrán que recurrir a alternativas como la moda rápida y barata de China, lo que perjudicará aún más el medio ambiente", ha alertado Boer.