Wolverine ficha al presidente de The North Face para liderar la división ‘outdoor’ y ‘lifestyle’
El gigante estadounidense del calzado cambia su cúpula mientras continúa reorganizando su negocio y su cartera de marcas. A principios de año, la compañía vendió su enseña de calzado infantil Roobez.
7 feb 2017 - 11:27
Wolverine continúa su proceso de reorganización interna. El gigante estadounidense del calzado, propietario de marcas como Merrell, Saucony, Sebago, Sperry o Keds, entre otras, ha colocado al frente de sus divisiones de outdoor y lifestyle a Todd Spaletto, un directivo con más de veinte años de experiencia en la industria de la moda y que hasta ahora formaba parte del grupo VF Corporation, como presidente de The North Face.
Ahora, Spaletto toma la presidencia de Woolverine Outdoor and Lifestyle Group, desde donde gestionará el desarrollo de las marcas Merrell, Chaco, CAT, Hush Puppies y Sebago en todo el mundo. El directivo reportará directamente la presidente y consejero delegado de Wolverine, Blake Krueger.
Por otro lado, la empresa ha ascendido a vicepresidente ejecutivo un directivo de larga trayectoria de la casa, Jim Zwiers. En su nuevo cargo, Zwiers, que lleva cerca de veinte años en la empresa, liderará las estrategias claves de transformación del grupo.
Wolverine también ha nombrado nuevo vicepresidente ejecutivo del grupo a Jim Zwiers, un directivo con cerca de veinte años de experiencia en la empresa
En los últimos meses, el grupo de calzado ha llevado a cabo una refinanciación de su deuda, con la que estima ahorrar hasta treinta millones de dólares en intereses hasta 2020. Por otro lado, Wolverine ha ejecutado un programa de recompra de acciones a cuatro años por valor de 300 millones de dólares.
Hasta los nueve primeros meses del año, la compañía estadounidense había ganado cerca de noventa millones de dólares, un 19% menos que en el mismo periodo del año anterior, y había acusado también un descenso de su facturación, de otro 19%, hasta 1.756 millones de dólares.
En 2015, Wolverine puso en marcha un plan de reestructuración de su cúpula y de su cartera de marcas. En España, la empresa decidió aquel mismo año dar marcha atrás, cerró su filial en el país y cedió de nuevo la distribución de sus enseñas a socios locales.