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Alma Aguilar amplía su atelier con el objetivo de crecer un 20% en 2024

La diseñadora, dedicada a la creación de vestidos de novia y costura para ocasiones especiales, ha trasladado su sede y estudio creativo a un espacio más amplio en La Moraleja, Madrid, y prevé aumentar su clientela este año.

Alma Aguilar amplía su atelier con el objetivo de crecer un 20% en 2024
Alma Aguilar amplía su atelier con el objetivo de crecer un 20% en 2024
La diseñadora se ha trasladado a un nuevo atelier de 75 metros cuadrados en La Moraleja, en Madrid.

Ana Patiño

14 mar 2024 - 05:00

Alma Aguilar diseña sus vestidos en un nuevo espacio. La diseñadora se ha trasladado a un nuevo atelier de 75 metros cuadrados en La Moraleja, en Madrid, un espacio más amplio con el que proyecta una etapa de crecimiento para la firma.  
 
Aguilar creó su marca en 1998 y bajo esta etiqueta tuvo la marca activa en prêt-à-porter de lujo hasta 2014. Entonces, dejó de desfilar y empezó a hacer costura, además de dirigir el departamento creativo de Intropia y Ecoalf.
 
En 2019 centró su negocio en el diseño de vestidos de novia, que copa hoy en día el 75% de su cifra de negocio. El 25% restante corresponde a creaciones para eventos especiales. El precio de sus creaciones es variable, dependiendo lo que pida el cliente, pero el público objetivo invierte entre 4.000 euros y 6.000 euros en un vestido de novia, según la diseñadora.
 
Según Aguilar, “trabajar bajo pedido es una forma de negocio muy manejable y de los más rentables, pero el ritmo del prêt-à-porter, en ocasiones, se echa de menos”. “A veces pienso en hacer una colección de novias prêt-à-porter y distribuirla internacionalmente; creo que hay mercado más allá de Pronovias y Rosa Clará, para una clienta que busque algo diferente, con menos unidades producidas”, añade.
 
 
 
 
 
 
La empresa, 100% propiedad de Alma Aguilar, cuenta con una plantilla de seis personas, que incluye una cortadora, una patronista, tres modistas y la propia diseñadora y fundadora.
 
Aguilar, que en el pasado desfiló con sus creaciones en la pasarela madrileña y la neoyorquina, no cuenta con volver a hacerlo y considera que el formato se ha quedado “un poco obsoleto”. “No me planteo volver a desfilar, lo hice del 98 al 2013 en Madrid, Nueva York, Rusia…; mi época de desfile ha pasado y no volveré a no ser que haga la colección novias prêt-à-porter”, agrega.
 
La diseñadora apunta que la moda de autor vive un buen momento. “El público ha entendido que no es tan importante el volumen sino la calidad, por lo que diferenciarte y ser lo más auténtico posible te da una oportunidad”, señala.  
 
Aguilar destaca que el sector de la moda nupcial es de los más estables, porque por una boda o una celebración el público está más dispuesto a invertir mayores cantidades y “resulta bastante fácil hacer previsión de los ingresos que se obtendrán”, añade.
 
Por otra parte, el sector nupcial es, según la diseñadora, muy cíclico, aunque “ahora hay bodas en distintas épocas y de un año a otro no cambian demasiado las cosas, excepto hace dos años, tras la pandemia, que hubo un boom de bodas”, explica.
 
Sin embargo, actualmente, el precio es un indicador que se mira más que hace unos años, como también lo es la calidad. “Las novias actuales están dispuestas a pagar y valoran más la calidad de lo que lo han hecho nunca; es un público con más información, más conocedor, el cliente cada vez sabe un poquito más lo que quiere y lo que le ofreces”.