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Giovanna Ceolini: “En Bruselas, a veces no se ha reconocido la importancia de la marca Italia”

La directora de la feria italiana de calzado Micam y presidenta de la patronal, Assocalzaturifici, se declara fan de la moda española y reclama apoyos a Europa para la industria local, lastrada por su tamaño.

Giovanna Ceolini: “En Bruselas, a veces no se ha reconocido la importancia de la marca Italia”
Giovanna Ceolini: “En Bruselas, a veces no se ha reconocido la importancia de la marca Italia”
Deben encontrarse soluciones para atraer a los clientes en el negocio o en tu stand con nuevos sistemas de venta, pero tampoco hay que modificar lo esencial.

M. T

3 mar 2023 - 05:00

Giovanna Ceolini pilota la patronal de calzado italiana, Assocalzaturifici, y la mayor feria del sector en Europa, Micam, pero lejos de dar consejos al sector español, se muestra fan de los productos ibéricos. “Siempre he admirado los productos españoles de moda por su belleza”, asegura. La directiva reclama a Europa más ayudas a la industria, y asegura que “en Bruselas a veces no se ha reconocido la importancia de la marca Italia”.

 

 

Pregunta: La guerra en Ucrania, las restricciones en China… ¿El mundo se ha vuelto más pequeño?

 

Respuesta: Sí, las restricciones en China desde luego están afectando a la industria del calzado de todo el mundo y tampoco somos ajenos al impacto de la guerra en Ucrania. El Covid-19, la invasión de Rusia o las diversas restricciones que aún mantiene China, pese a ser un mercado muy importante para todos, han provocado esto. Es lógico cuando analizas la situación.

 

 

P.: ¿Las ferias han de virar hacia modelos más locales?

 

R.: No, porque no podrían tener todas las presentaciones internacionales importantes. El Estado debe permitir que las marcas más relevantes internacionalmente vengan al país. Lamentablemente, las ferias pequeñas no dan una información completa de la totalidad del mercado global.

 

 

P.: España es uno de los países extranjeros con más presencia en Micam cada año. ¿En Italia significa algo el made in Spain?

 

R.: Sí, España tiene una imagen muy valiosa aquí. Hay clientes que ven con mejores ojos los productos españoles que los que están hechos en Italia. En Europa, detrás de Alemania y Francia, el mercado más relevante es el español.

 

 

 

 

P.: ¿Qué envidia de la industria española del calzado?

 

R.: Muchas cosas. Siempre se suele citar como ejemplo la industria francesa, pero yo siempre he manifestado también las cosas que ha hecho bien la industria de España, donde muchísimas prendas se elaboran y de gran calidad. Las características son diferentes a las italianas, pero su calzado tiene una gran relevancia para nosotros.

 

 

P.: ¿Y qué cree que puede aprender España de Italia?

 

R.: Yo habitualmente visto prendas españolas de empresas muy relevantes y siempre he admirado estos productos por su belleza. No considero que haya algo que pueda aprender España de Italia, sino que pienso que todos juntos podemos construir un mercado europeo mucho más fuerte.

 

 

P.: En los últimos años, el mundo se ha calzado de sneakers, un mercado dominado por los grandes del deporte. ¿Le da miedo?

 

R.: En este punto, esta corriente ha embestido a todo el mundo. Tras el Covid-19, que nos encerró en casa y no nos dejó ir a fiestas o eventos importantes, mucha gente ha preferido vestirse de forma más relajada y deportiva. Por ello, el calzado más serio ha quedado de lado, pero ahora está regresando… Sin embargo, las sneakers se pueden llevar mañana y noche, puedes andar con ellos a casi todos lados… Y por ello se ha vuelto indispensable en nuestros guardarropas.

 

 

 

 

P.: ¿La industria del calzado español e italiano debe aumentar este tipo de producción?

 

R.: En este momento, en Italia tenemos sneakers que realizan algunas compañías especializadas, pero es complicado competir con Nike. Las sneakers no son costosas de hacer, no tienen materiales exóticos y su fabricación para los gigantes de la moda deportiva es muy simple: precisamente por esto son un mercado enorme por explotar.

 

 

P.: ¿Volveremos alguna vez a vestir calzado de piel?

 

R.: Estamos ya volviendo a hacerlo. Por ejemplo, ha regresado con fuerza la suela de cuero. Es cierto que es mucho más trabajosa para las empresas, que tienen la opción más sencilla de optar por la goma y por eso el regreso no será completo, sino sólo una tentativa más de intentar superar el modelo sneaker.

 

 

P.: ¿Qué impacto ha tenido la inflación y la fortaleza del dólar en el sector?

 

R.: La crisis energética ha comportado un aumento de precios de la materia prima y todo esto ha influido en el precio final del producto y el consumidor lo ha notado. No era posible que esta situación no repercutiera en el precio del calzado.

 

 

P.: ¿La demanda al calzado es menos elástica que en otros sectores de la moda?

 

R.: Un ejemplo de ello es que ahora todo el mundo tiene en la boca la sostenibilidad y trata de mostrar una mayor calidad en sus productos. Algunos incluso prefieren vender menos zapatos, pero de mejor calidad, ya que el consumidor está más atento a los procesos de producción de su calzado.

 

 

P.: Mientas en Italia han logrado un modelo de alianza entres diseño e industria, en España no ha sido tan habitual. ¿Qué rol ha tenido eso en la construcción de la marca Italia?

 

R.: No ha sido fácil. Italia es una de las marcas de moda más importantes del mundo y desde Bruselas a veces no se ha reconocido como debía. El camino ha sido arduo y hemos presentado numerosas propuestas legales para alcanzar la alianza entre diseño e industria. Era el único camino: nuestros productos son demandados en medio mundo y los consumidores necesitan una certeza de que aquello que compran venga bien hecho y dure en el tiempo. Y eso sólo se consigue con una regularización adecuada.

 

 

P.: ¿Todos los fabricantes deben lanzar su propia marca?

 

R.: No es nada sencillo en estos momentos. En Italia, las empresas de calzado tienen una media de quince trabajadores y uno no puede ambicionar con alcanzar producciones mundiales cuando tiene una talla tan reducida.  

 

 

P.: El gran reto en la moda es la circularidad. ¿En calzado es posible?

 

R.: Nosotros tratamos con telas, que son materiales circulares. No se matan animales sólo para nuestras telas, sino que otras industrias prescinden de las pieles y nosotros las usamos para la fabricación de calzado. De hecho, es el único producto de la moda que es verdaderamente circular, especialmente si se compara con el plástico. Es cierto que si queremos ser más sostenibles debemos implementar aún muchos cambios y no serán fáciles de acometer.

 

 

P.: Las ferias hablan de innovación, pero al final siguen siendo grandes naves con stands y producto expuesto. ¿Se imagina un modelo alternativo?

 

R.: Porque todos los productos que pueden ser tocados con las manos antes de comprarse no podrán nunca ser eliminados de las ferias. Deben encontrarse soluciones para atraer a los clientes en el negocio o en tu stand con nuevos sistemas de venta, pero tampoco hay que modificar lo esencial.

 

 

P.: ¿La pandemia ha terminado por poner más en valor el encuentro físico?

 

R.: Se nota muchísimo. Ves a la gente con ganas de salir, de andar, de ver… Es la determinación de que el encuentro físico es esencial. Las ferias físicas ayudan a los clientes, al fabricante y a las ciudades que las acogen.