Bárbara Bruno: Emprender como modo de vida
La vocación creativa de Bárbara Bruno la ha llevado a lanzar una colección de moda femenina, The Tiny Big Sister, y hasta una marca de juguetes, Gommu, con la que ha llegado a un acuerdo con Zara Home.
24 ene 2024 - 05:00
Quién
Bárbara Bruno
Cargo
Fundadora de Tiny Cottons
Dónde
Flash Flash, en Barcelona
Qué
Timbal de langostinos y un zumo de naranja Clight
Fin de su jornada laboral habitual
“Salgo a las cuatro pero sigo en casa, anoche estaba a la una y media frente al ordenador”
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Hija, nieta, sobrina y hermana de empresarios, Bárbara Bruno dice que aprendió en casa lo que significa gestionar una empresa. De la experiencia familiar aprendió también que la clave para gestionar equipos es, resume, la buena educación. “Crecí viendo cómo la gente trataba a los camareros en los restaurantes de mi familia, y me horrorizaba”, rememora.
Sus padres, médicos de formación, también le inculcaron la sensibilidad por las artes y la creatividad, y ella decidió estudiar Bellas Artes en su Córdoba natal, en Argentina. Allí puso en marcha su primera empresa, con 24 años, ya especializada en moda infantil. “Yo compraba, diseñaba y cortaba, llegué a tener seis tiendas y una fábrica son seis costureras”, rememora.
El proyecto duró más de un lustro pero, después de tener a su tercer hijo, decidió hacer las maletas y mudarse a Barcelona. Se postuló a un puesto junior en Adidas, pero le ofrecieron uno senior en el departamento de producto de Reebok, que entonces era propiedad del grupo alemán.
“En moda, si no creces, mueres, es una angustia permanente”
“Trabajando para una gran corporación aprendí que no todas las decisiones en moda pueden estar basadas en los números: si te guías sólo por las ventas terminas haciendo una colección gris, blanco y azul marino cada año”, ejemplifica Bruno. “No puedes perder el contacto con el mercado, hay un riesgo de que la empresa se vuelva obsoleta por su propia estructura”, asegura.
Aunque recuerda con cariño la etapa en Reebok, Bruno nunca dejó de pensar en emprender, y puso en marcha Tiny Cottons, especializada, de nuevo, en moda infantil. “Para ser empresario, lo primero es tener una ambición sana”, recomienda. “Es un sacrificio todo el día, duermo con preocupaciones, pero es una forma de vivir”, asegura.
Aún así, reconoce que la gestión no es su pasión. “Mi máximo valor está en la parte creativa”, asegura. “Crear una colección de cero, hacer una campaña o hablar con la hija de Demi Moore para vestir a sus hijas de Tiny me sigue emocionando como el primer día; lo que ocurre después me interesa menos”, relata.
“Como compañía, hay el riesgo de llegar a ese punto en el que no eres ni suficientemente grande ni suficientemente pequeño"
Para fichar, se apoya en su marido, que trabaja también en Tiny Cottons y es psiquiatra de formación, y, si el puesto implica una mayor responsabilidad, en la consultora Michael Page. La segunda entrevista siempre es con ella. “Me da igual el máster que tengan, me importa el carácter -sostiene-; noto muy rápido si se va a romper la paz en el equipo”.
Bruno intenta delegar y dice que nunca ha estado mejor que ahora, que tiene más tiempo “de valor” para ella, pero reconoce que “aunque intento desligarme de lo que puedo, todavía me reclaman para reuniones”. Aunque Tiny Cottons da beneficios desde el primer año, la empresa ha comenzado a trazar un nuevo plan estratégico y no descarta dar entrada a un inversor.
“En el sector de la moda hay una obligación de crecer; si no creces, mueres, es una angustia permanente”, asegura Bruno. “Como compañía, hay el riesgo de llegar a ese punto en el que no eres ni suficientemente grande ni suficientemente pequeño: ahí es el punto en el que las empresas siguen o no”, señala.
El universo infantil
La vocación creativa de Bárbara Bruno la ha llevado a lanzar una colección de moda femenina, The Tiny Big Sister, y hasta una marca de juguetes, Gommu, con la que ha llegado a un acuerdo con Zara Home. ¿Su próximo paso? “Me encantaría crear una marca de helados”, adelanta.