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Argento (The Sourcery): “Si dices que tu camiseta es 100% sostenible el consumidor no te cree”

Crispin Argento, director general de la organización especializada en la transparencia y trazabilidad del sector de las fibras The Sourcery, analiza las dificultades a las que se enfrentan las certificaciones de sostenibilidad.

Argento (The Sourcery): “Si dices que tu camiseta es 100% sostenible el consumidor no te cree”
Argento (The Sourcery): “Si dices que tu camiseta es 100% sostenible el consumidor no te cree”

Celia Oliveras Castillo

11 abr 2024 - 05:00

Better Cotton es una entidad dedicada a la promoción de cultivos sostenibles de algodón en entornos socialmente responsables, la misma tarea que se propuso la Sustainable Apparel Coalition (SAC), ahora Cascale, a través del índice Higgs. Ambas se han visto envueltas en una serie de escándalos que han puesto en duda la viabilidad de los sistemas de certificaciones, una de las principales herramientas que tienen las marcas a día de hoy para demostrar que cumplen algunos de sus objetivos de sostenibilidad. Cómo funcionan estas certificaciones y a qué retos se enfrentan son algunas de las preguntas a las que responde Crispin Argento, director general de la plataforma de transparencia del sector de las fibras The Sourcery, después de la reclamación de Inditex a Better Cotton de más “transparencia” en su sistema de certificación y trazabilidad.

 

 

Pregunta: Primero fue el índice Higg, ahora Better Cotton. ¿Diría que las certificaciones están siendo puestas en duda actualmente?

 

Respuesta: Sí. Estamos en un nuevo panorama en el que la gente está exigiendo información y hay una nueva sensación generalizada, después de todos estos escándalos, en el que se están planteado si realmente pueden confiar en estas alegaciones medioambientales: ahora le gente está pidiendo algo más que una pegatina que les diga si algo es sostenible. Tanto los consumidores como las legislaciones están pidiendo verificar a los verificadores, y las marcas están en el medio.

 

 

P: ¿Cuáles diría que son los puntos débiles de las certificaciones?

 

R: Ya sea desde un punto de vista de la social compliance o respecto a los objetivos de sostenibilidad, hemos creado un sistema de cajas en el que eres o no eres, pero es todo más complejo. Tenemos que ir hacia un sistema de mejora continuada y no centrarnos tanto en esas cajas cerradas y medir el progreso. Además, debemos tener en cuenta que estas certificaciones surgieron de una necesidad legal, es decir, surgieron a partir de legislaciones nuevas, y no tanto por voluntad.

 

 

P: La Unión Europea está legislando la moda. ¿Se avecina una avalancha de certificaciones?

 

R: Hay que crear un sistema de información en que las bases sean iguales para todos. No tenemos una base de datos que, a pesar de que pueda estar abierta a la interpretación de los expertos, todos ellos se basen en la misma información. Muchos de estos estándares son opiniones, y debemos movernos hacia un sistema uniforme para todos. Como no tenemos datos comunes, y hay muchas dudas sobre quién los posee (proveedores, agricultores, marcas, etc.), hace falta que se establezca ya quién, cómo y qué datos hay que recoger y tener en cuenta. En la economía, por ejemplo, los expertos pueden hacer diferentes interpretaciones, pero al final, todos estarán mirando los mismos datos y conceptos.

 

 

 

 

 

P: Si todo va a tener que estar certificado, ¿habrá materia prima para todos?

 

R: Es el mismo problema, quien dice a final del día qué sistemas de certificación son válidos y cuáles no son estándares privados que se dedican a hacer un check en una de las cajas que contemplan los estándares para poder venderse. Volvemos a la necesidad de que los gobiernos se responsabilicen y digan qué quiere decir que un certificado sea válido. También es verdad que vamos a tener pocos materiales que cumplan los estándares, pero si miramos la cantidad de coches sostenibles que hay hoy en día, en comparación con los que habrá en una década, por ejemplo, se entiende que es un proceso, por el que la industria se va a tener que ir adaptando.

 

 

P: ¿Es posible trazar el origen de la materia prima llegando al ganadero o agricultor?

 

R: Es posible, pero es muy difícil de hacer, y es verdad que BCI tomó una buena al escoger un sistema de balance de masa, porque no hay otra forma de evitar a día de hoy el social compliance. Si dices que tu camiseta es 100% algodón reciclado, ahora mismo los consumidores no van a creérselo, pero si te digo que un porcentaje proviene de un sistema como BCI, es más sencillo de probar y defender. 

 

 

P: ¿Las plataformas de trazabilidad pueden solucionar este problema?

 

R: Es un primer paso, quizá no una plataforma, pero sí la capacidad de trazar los materiales hasta el origen. Porque, aunque se consiga implementar un sistema, la siguiente pregunta es, por ejemplo, si son sostenibles los agricultores o los proveedores. Es el mismo problema que antes, y hasta que realmente no tengamos un sistema de medida universal no se puede solucionar. Lo importante, al final, es cómo defines estos términos, y si no se hace ese primer paso nada va a ser posible de medir, porque todos vamos a estar midiendo cosas diferentes.

 

 

 

 

 

 

P: Explíqueme, en palabras sencillas, qué es Better Cotton.

 

R: BCI es el mayor programa de algodón sostenible del mundo, que agrupa a 2,2 millones de granjeros en el mundo, que a su vez son apenas un 10% de los agricultores de todo el mundo, y los entrena para adapten prácticas sostenibles. No es un sistema de trazabilidad, esta idea la acaba de implementar, pero no será capaz de hacerlo por la naturaleza del algodón, o al menos a gran escala.

 

 

P: ¿Es posible trazar el origen de la materia de Better Cotton?

 

R: Es posible, pero sólo si puedes controlar todos los pasos de la cadena de valor, pero no es ni práctica ni posible a gran a escala. Y si, como pasa ahora, no pueden controlar todos los pasos, confías en que otros lo hagan, pero no puedes esperar que las marcas se encarguen de ello porque al final, Inditex, por ejemplo, es tan solo un consumidor más. La sostenibilidad ha puesto al alcance del público conceptos que no pueden alcanzarse a gran escala si no transformamos la manera en la que medidos y concebimos muchos de estos conceptos, pero eso no se ha dado a entender.

 

 

P: ¿La ley de debida diligencia traspasa el peso a los proveedores?

 

R: El gobierno está poniendo la presión en las marcas y estas, en teoría, en los proveedores, pero como todos estos objetivos ahora se están convirtiendo en legislaciones, son las marcas las que pueden ser multadas y están obligadas a seguir ciertos estándares. Esto ha cambiado la estructura de poder en favor de los proveedores, que ahora pueden ofrecer estos productos sabiendo que las marcas los van a comprar. Los proveedores son los que deben hacer las inversiones, sí, pero a partir de ahora son las marcas las que deberán, sí o sí, comprar sostenible.