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La ‘supply chain’, sin respiros: la crisis energética paraliza las fábricas en Asia

Los Gobiernos de Bangladesh y China han puesto en marcha medidas para reducir el uso de energía como la paralización de actividad de fábricas en los principales hubs industriales de ambos países, los mayores proveedores para la moda.  

La ‘supply chain’, sin respiros: la crisis energética paraliza las fábricas en Asia
La ‘supply chain’, sin respiros: la crisis energética paraliza las fábricas en Asia
El Gobierno chino mandó suspender la actividad de los centros industriales durante seis días para racionar la energía.

Isabel Carmona

1 sep 2022 - 05:00

La crisis de la cadena de aprovisionamiento no ve el final. La subida vertiginosa de los precios de y la crisis energética está causando una reducción en la actividad de las fábricas en los dos principales hubs de aprovisionamiento de la moda, China y Bangladesh.

 

En julio, el Gobierno de Bangladesh puso en marcha una serie de medidas para reducir el uso de energía que incluía el cierre obligatorio de las fábricas de los grandes epicentros industriales del país (Savar, Ashulia, Gazipur y Narayanganj) todos los viernes. Otra de estas medidas era la suspensión de toda actividad durante entre una y tres horas al día.

 

Sin embargo, a comienzos de agosto, el ministro de energía del país, Nasrul Hamid, explicó que esta iniciativa no estaba resultando efectiva y que se había reunido con los principales grupos industriales de Bangladesh para encontrar una medida alternativa. La solución seleccionada fue establecer un nuevo sistema de “vacaciones” a través del cual cada compañía elegirá varias fechas dispersas para librar, con el objetivo de ahorrar entre 490 megavatios y 500 megavatios diarios de electricidad.

 

“Esta iniciativa reducirá la demanda de energía y minimizará el uso de petróleo para el transporte”, justificó Hamid. La intención del Gobierno bangladesí es que estas medidas sólo se mantengan vigentes hasta octubre, cuando “será posible proporcionar un suministro de energía ininterrumpido en todo el país importando más gas y aumentando la generación de energía”, en palabras de Hamid.

 

 

 

 

Bangladesh, el segundo mayor exportador de prendas de ropa del mundo, marcó en julio la mayor subida de precios de energía desde 1971, con una inflación del 51,7%. En junio, el incremento general de precios en el país asiático se situó en un 7,48%.

 

La situación ha generado descontento por parte de los grandes grupos industriales de Bangladesh, que alegan que la paralización aleatoria de actividad generará un incremento extraordinario en los costes y un retraso importante en los calendarios de pedidos.

 

Además, la subida de precios ha causado una creciente tensión social por parte de los trabajadores industriales, que los últimos meses se han reunido en las calles de Dacca para protestar por la inflación de la energía.

Rashed Khan Menon, miembro del Parlamento de Bangladesh y del Partido de los Trabajadores, advirtió que la inflación “tendrá enormes consecuencias políticas, sociales y financieras” para la vida de los empleados industriales del país, según declaró en una entrevista con The Daily Star. A finales de julio, el Gobierno bengalí pidió un préstamo de 4.500 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) para combatir la crisis.

 

Por otro lado, Mustafa Kamal, ministro de finanzas de Bangladesh, ha asegurado que el país “no está en peligro de entrar en recesión”, al contrario que otros países sudasiáticos como Sri Lanka y Nepal. A pesar de todo, Kamal admite que Bangladesh “está sumergido en una profunda incertidumbre a causa de la situación macroeconómica a escala internacional”.

 

En el primer semestre de 2022, Bangladesh vendió a España productos de moda por valor de 1.747,5 millones de euros, situándose en segundo lugar entre los principales proveedores del sector para el mercado español, según los últimos datos de Icex Exportación e Inversiones.

 

 

 

 

China, el mayor proveedor de prendas de ropa a escala internacional, atraviesa una situación similar. En plena ola de calor y en temporada de sequía, el país asiático también ha puesto en marcha medidas que incluyen el cierre selectivo de fábricas en la región de Sichuan.

 

En concreto, el Gobierno chino mandó suspender la actividad de los centros industriales durante seis días para racionar la energía, una iniciativa que también se puso en práctica el verano pasado. De momento, la medida sólo afectará a Sichuan, donde se concentra la producción de baterías y paneles solares y no hay fábricas dedicadas a la industria textil o la  confección de prendas.

 

En la localidad china, el 80% de la electricidad utilizada proviene de plantas hidráulicas, por lo que la racionalización de la energía es urgente en temporada de sequía. “Esta situación será mucho más peligrosa que la de los cierres a comienzos de año”, advirtió Mirko Woitzik, director de Intelligence Solutions en Everstream Analytics, en una entrevista con Fortune. El ejecutivo hace referencia a las restricciones impuestas por el Gobierno de Pekín para contener el avance de la pandemia durante el primer trimestre de 2022.

 

China es el principal proveedor de productos de moda para España y, en el primer semestre de 2022, vendió artículos del sector por valor de 3.167,6 millones de euros, según los últimos datos de Icex Exportación e Inversiones.

 

 

 

 

Mientras China se seca, Pakistán se inunda. En los últimos meses, las provincias de Sindh, Punjab y Baluchistán se han enfrentado a lluvias sin precedentes que han engullido los cultivos de algodón, disparando los precios de esta fibra a sus niveles más altos en la historia de Pakistán. El país asiático concentra cerca del 9% del algodón cultivado en el mundo.

 

Según la Karachi Cotton Association (KCA), el precio de un maund de algodón paquistaní (lo que corresponde a cerca de once kilogramos) se sitúa actualmente en 11.000 rupias de Pakistán (49,5 euros), alrededor de 2.000 rupias (9 euros) más que el 19 de agosto, según datos recogidos por el diario local Tribune.

 

“La catástrofe climática ya está aquí”, escribió en sus redes sociales Sherry Rehman, ministra federal de cambio climático de Pakistán, añadiendo que el país se encuentra en una situación de “crisis humanitaria sin precedentes”. Cerca de mil personas han perdido la vida a causa de las lluvias y la recuperación de los daños causados en Pakistán podría costar al Gobierno del país alrededor de 10.000 millones de dólares.

 

En 2021, Pakistán exportó algodón por valor de 3.400 millones de dólares. Se trata del tercer mayor proveedor de esta materia prima para Estados Unidos, según el Departamento Estadounidense de Agricultura.