Entorno

La moda subirá precios hasta un 10,2% por la crisis de la ‘supply chain’, según la ONU

Textil, confección y artículos de piel es el segundo sector más afectado por la escalada de precios del transporte y de producción, sólo por detrás de la electrónica. Sólo los precios del transporte internacional suponen un 1,8% del IPC del sector.

Iria P. Gestal / Marta Tamayo

19 nov 2021 - 05:00

La moda subirá precios hasta un 10,2% por la crisis de la ‘supply chain’, según la ONU  

 

 

Suben los precios de las materias primas, los de fabricación y, sobre todo, los de los fletes, pero ¿costarán más los pantalones? Si la subida de costes se traslada íntegramente al Índice de Precios al Consumo (IPC) del textil, la confección y los artículos de piel, los precios para el cliente final podrían subir un 10,2%, un récord histórico en un sector tradicionalmente deflacionista y muy presionado por la guerra de precios.

 

Así se desprende del informe Review of Maritime Transport, publicado ayer por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés), que ha puesto cifras a la gran incógnita que lleva sobrevolando el sector desde que comenzó la crisis en la cadena de suministro.

 

El documento apunta que sólo los precios del transporte internacional suponen un 1,8% del IPC del textil, la confección y los artículos de piel. Entre agosto de 2020 y agosto de 2021, los costes logísticos han catapultado un 243%, según el China Containerized Freight Index (Ccfi).

 

La moda es el segundo sector más afectado, sólo por detrás de los productos electrónicos y ópticos, y empatado con los muebles y otros artículos manufacturados, en los que el coste de transporte condiciona un 2,2% del IPC.

 

 

 

 

La estimación es de un impacto a largo plazo, asumiendo que la subida de los costes de los contenedores y el consecuente encarecimiento de la producción se pasaran íntegramente al consumidor final.

 

Con todo, la ONU apunta también que, al tratarse de un sector de poco valor añadido, la moda lo tiene más fácil para enfrentarse a estas disrupciones que otros productos como los semiconductores y que, de hecho, ya se está moviendo mucha producción de China a Bangladesh, Vietnam, Etiopía y Turquía.

 

En general, la ONU estima que, de no resolverse los problemas en la cadena de suministro, los precios de importación pueden crecer un 11% a escala internacional, lo que supondrá un aumento de los precios al consumidor en un 1,5% hasta 2023.

 

 

 

 

A pesar del momento de crisis, la Unctad apunta que el sector ha aguantado bien el golpe y que, aunque desembocará en una subida de precios durante el próximo año, la situación acelera las nuevas tendencias en el comercio y sienta las bases para nuevos patrones comerciales.

 

El parón de la actividad económica derivado de la pandemia y la creciente demanda posterior desajustaron el transporte marítimo, aunque la oficina de la ONU apunta que el sector del transporte marítimo ha aguantado bien el golpe debido a que las disrupciones se han producido en diferentes fases distribuyéndose en regiones y sectores.

 

Además, diversos países han optado por aprobar paquetes de estímulos a la demanda y se han apoyado en el crecimiento del ecommerce. Con todo, en el primer semestre de 2020, el comercio marítimo se contrajo un 3,8%, pero para la segunda mitad del año los flujos se recuperaron de forma asimétrica.

 

En 2021, se prevé que el flujo de mercancías marítimas aumente un 4,3% respecto al año anterior, el crecimiento más elevado desde 2012. Para el periodo entre 2022 y 2026, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés), prevé un repunte del 2,4% en el tráfico de mercancías por mar, frente al 2,9% que se ha registrado de media los últimos años.

 

 

 

 

Este auge en las tasas de fletes tendrá un profundo impacto en el comercio minará la recuperación socioeconómica, especialmente en países en desarrollo”, sostiene la secretaria de la agencia Rebeca Grynspan. Los precios se incrementarán en los países en desarrollo un 2,2%, mientras que en los estados insulares en desarrollo la subida será de hasta el 7,5%.

Según la organización, el Covid-19 ha puesto al descubierto las vulnerabilidades de la cadena de suministro y las compañías optarán cada vez más por patrones just in case, donde se almacena el inventario, por el just in time.

 

“Es probable que las tendencias estructurales que surgieron hacen más de una década y que se han acelerado durante las recientes tensiones comerciales den lugar a cambios en los patrones y características de la globalización”, sostiene la entidad en el informe. Aunque los flujos comerciales puedan alterarse, la entidad afirma que la globalización no está en peligro. Sin embargo, advierte que la producción con bajo valor añadido y que requiere mucho mano de obra es más fácil de relocalizar que aquellos sectores que produzcan artículos con medio o alto valor añadido.

 

Si la tendencia se cumple y algunas compañías se decidan por devolver a sitios más cercanos su producción, la entidad asegura que China se mantendrá como líder de la producción manufacturera. “Combinadas, estas tendencias cambiarán las rutas y distancias del comercio, aumentando la necesidad de un servicio marítimo de mercancías más flexible”, apunta el informe.