Entorno

Juan Manuel Martínez (EY): “Esta crisis es más problemática y urgente de resolver que la de 2008”

Martínez es socio de corporate treasury en EY España y cuenta con más de treinta años de trayectoria en servicios de gestión de riesgos financieros.

I. P. G.

14 jul 2020 - 04:47

Juan Manuel Martínez (EY): “Esta crisis es más problemática y urgente de resolver que la de 2008”

 

 

Juan Manuel Martínez lleva treinta años trabajando en gestión de riesgos, pero nunca había visto indicadores como los de ahora. “Una crisis como esta no se ha visto en la historia, la más parecida fue la Gran Depresión de principios del siglo XX”, opina el economista, socio de corporate treasure en la consultora EY. Tras licenciarse en Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y cursar un MBA por IE Business School, Martínez comenzó su carrera en Asesoramiento en Divisas (Adisa), donde trabajó durante más de once años y fue socio director. Después se incorporó a BJS Finanzas y, más, tarde a Deloitte, donde estuvo quince años más hasta dar el salto a EY en 2015.

 

Hoy, asegura, el futuro de la economía no está tan solo en las políticas macroeconómicas, sino también en la ciencia. “La conclusión más clara es que no sabemos cómo va a ser la salida hasta que no se encuentre una solución a la pandemia”, sostiene. “El confinamiento y la caída de la actividad económica ha sido tan brutal que, sumado a la posibilidad de que haya un rebrote, no se puede prever cómo va a ser la salida”, afirma.

 

Cuando llegue la ansiada vacuna, Martínez cree que la recuperación puede ser “rápida”, pero mientras tanto dependerá de la velocidad con la que regrese la actividad y la intensidad de las medidas de distanciamiento social y la amenaza de un rebrote. A medio plazo, el experto cree que esta crisis va a suponer “un cambio absoluto” en las prioridades de los gobiernos y las empresas, acelerando transformaciones como la digitalización o el teletrabajo.

 

 

 

 

La buena noticia es que las empresas y los estados llegan a esta crisis más preparados que a la anterior. “De la crisis de 2008 se ha aprendido un montón”, segura Martínez. “La crisis financiera se vio aumentada por la ausencia de liquidez, ahora todos los bancos centrales están inundando el mercado, no va a ser porque no tengamos dinero”, sostiene.

 

España, en cambio, llega en una situación más debilitada. “Entonces no nos intervinieron porque teníamos una deuda muy controlada y superávit público, hoy tenemos una deuda del 90% y el riesgo de que el déficit se vaya al 11%”, dice Martínez. “La capacidad de reacción es muy limitada y dependemos muchísimo de la Unión Europea”, añade.

 

En su opinión, el Gobierno debe presentar planes de inversión a la Comisión Europea “lo suficientemente creíbles y equilibrados” para que llegue la financiación. En segundo lugar, debe “permitir que la política fiscal se acomode a la crisis económica y realizar un plan de inversiones y de reformas estructurales que sean los motores de la recuperación”.

 

Otra diferencia respecto a la crisis anterior es que aquella fue financiera y esta afecta directamente a la economía real, golpeando la oferta y la demanda. “Las dos crisis son complicadas, pero esta es más problemática y mucho más urgente resolverla, porque se están viendo afectados no sólo los indicadores de actividad, sino también los de empleo y todos los que permiten la riqueza nacional”, afirma el experto.

 

 

 

 

Nuevo mapa geopolítico

Más allá del impacto económico, la crisis puede suponer un catalizador para tendencias geopolíticas que ya habían comenzado en los últimos años o suponer un punto de inflexión. Entre ellas se encuentra el equilibrio de fuerzas entre China y Estados Unidos y las tendencias proteccionistas en todo el globo.

 

“China es un país que tiene que crecer un mínimo del 6% al año para mantenerse”, dice Martínez. “Todavía tiene que hacer muchos procesos de apertura y reformas estructurales importantes que le permitan jugar en la competición de quién es el líder del mundo”, sostiene.

 

Estados Unidos, por su parte, se ha refugiado en sí mismo durante esta crisis, aunque Martínez cree que “no podemos decir que ha abandonado el rol de líder: el dólar continúa siendo la divisa refugio, pero ahora estamos en la vorágine de la crisis y todo el mundo vela por sus intereses”.

 

En toda crisis, el mundo se mira su ombligo y luego al exterior -añade-; pero ahora la unión hace la fuerza y no creo que sea el momento para dar marcha atrás a la globalización”. “Ahora hay que estabilizar la situación y eso depende de cada país, y a partir de ahí tomar las medidas para que el futuro sea sostenible”, añade.

 

Por último, la Unión Europea se enfrenta a esta crisis con dos frentes abiertos. Por un lado, las discusiones entre norte y sur por el paquete de la recuperación. Por otro, las negociaciones con Reino Unido para el pacto económico post-Brexit. “Europa no va a ceder ni un milímetro: Reino Unido debe compensar a la Unión Europea y no es momento de despreciarlo”, opina.