J. Parés (Observatorio de la Moda): “Estamos entrenados a vivir permanentemente en crisis”
El presidente del Observatorio del Sector Textil y de la Moda, impulsado por la Confederación ModaEspaña y el Consejo Intertextil, destaca la importancia de que el sector se mantenga unido ante la oleada legislativa sostenible.
23 feb 2024 - 05:00
Resiliente. Así califica Juan Parés, presidente del Observatorio del Sector Textil y de la Moda, al sector. El directivo destaca que la moda es capaz de seguir creciendo pese al entorno macroeconómico convulso porque “lleva años superando otras crisis” y señala que la unión será clave para asumir los cambios sostenibles a los que se enfrenta para los próximos años. Pese al retador entorno que ha marcado los pasos de sector en los últimos meses, el responsable asegura que “la moda española está más de moda que nunca” y relaciona la llamativa caída de las exportaciones con efectos colaterales que han afectado al sector, así como a otras industrias de la economía española.
Pregunta: Dígame algo bueno de 2023 y algo bueno que espere para 2024.
Respuesta: En 2023 la economía mundial ha sorteado la recesión, y eso es algo positivo. También hay que destacar el frenazo de la inflación y la menor presión de los tipos de interés, con expectativas de descensos en 2024. Para el año que entra hay que resaltar que el sector tiene mayor conciencia colectiva sobre lo que se avecina en cuanto a materia legislativa de sostenibilidad y circularidad. Además, hay que fijarse en la capacidad que tiene Europa de exportar a otros países, algo muy positivo.
P.: ¿Y algo malo de 2023 y algo malo que prevea para 2024?
R.: Tenemos nubarrones que han estado en 2023 y que persisten para 2024. En Europa tenemos un problema con el conflicto entre Rusia y Ucrania, que dos años después genera mucha incertidumbre, también por el ritmo que la política está adquiriendo. Esto se suma al conflicto de Gaza y en el Mar Rojo. Además, la industria está perdiendo competitividad, tanto en España como en Europa, y eso es preocupante.
P.: En Modaes nos hemos propuesto revisar los cimientos de la moda por nuestro 15 aniversario. ¿Qué tendría que replantearse el sector?
R.: No es fácil. Como en cualquier otro sector, la moda (especialmente por el marco que se dibuja desde la UE) debe plantearse, especialmente, dos ejes: la sostenibilidad y la digitalización. Es fundamental que el cliente se plantee esta situación y vea cómo se va a trasladar a su vida diaria. La parte empresarial también debe estar comprometida con esta nueva cultura, teniendo en cuenta que el negocio debe ser rentable y que eso es la base para conseguir los objetivos de sostenibilidad. Los retos políticos y financieros deben estar alineados con esa tarea. Para poder seguir creciendo, los cimientos de cualquier negocio deben tener una misión y visión clara de hacia dónde quieren ir, con una estrategia definida para lograr los objetivos y, por ejemplo, potenciando la formación de personal. La moda no está tomando cartas en el asunto de momento y tenemos retos como el ecodiseño, la descarbonización u otros fundamentales como la Inteligencia Artificial que son motivos de esperanza para el sector, pero que también comportan mucho riesgo, por lo que hay que prepararse.
“El ecodiseño, la descarbonización o la Inteligencia Artificial son motivos de esperanza para el sector, pero también comportan mucho riesgo”
P.: El empleo, la producción y la facturación del sector cayó en 2023. ¿Qué ha hecho mal el sector?
R.: Yo diría que hay que resaltar lo que sí ha hecho bien, porque una caída puede ser positiva. Las situaciones han sido complejas a escala global y nadie puede poner en duda el dinamismo del sector. La moda en España está más de moda que nunca. Hay aspectos que, evidentemente, tienen influencia en el sector y hacen que no se haya facturado lo mismo en 2023 que en ejercicios anteriores, como la reducción del consumo en toda Europa y la caída del poder adquisitivo, así como las exportaciones a China. Por otro lado, hay países que han sufrido todavía más, como Alemania, y que son grandes clientes de España. La meteorología también ha influido y el cambio del clima ha sido muy abrupto, cosa que a corto plazo nos ha desconcertado y ha hecho que las ventas en la campaña otoño-invierno no hayan sido las esperadas. Sin embargo, si en algún sector debemos de confiar para abordar los cambios que vienen, este es la moda, que está a la cabeza.
P.: ¿Cuánto falta para recuperar el volumen previo al Covid?
R.: En 2022 ya se recuperó la importancia que la moda tenía en la economía en el 2019. Si nos centramos en textil, confección y calzado en 2022 ya se rozaron las cifras previas al Covid, pero lo que ha pasado en 2023 han sido factores externos que han desestabilizado ese volumen ya alcanzado. Sin embargo, se aspira a que en 2024 podamos volver ya a estar en niveles de antes de la pandemia, teniendo en cuenta que todavía sigue la incertidumbre y que la situación geopolítica podría afectar al sector. Tenemos que pensar qué estamos haciendo para crecer con estabilidad financiera y social, adaptarnos a los modelos que vienen y ganar competitividad.
P.: Con los datos del lunes, se confirma el dato inédito de la caída de las exportaciones de moda en 2023, algo que sólo sucedió en 2020. ¿La moda española ya no gusta?
R.: La moda española gusta más que nunca, y se ve cómo las compañías españolas están en todo el mundo. Hay hechos significativos, como la situación en Rusia o China, que han hecho que la caída de las exportaciones haya sido por situaciones concretas. Sin embargo, la capacidad exportadora de España continúa siendo relevante porque tenemos empresas relevantes; no es un signo de alarma lo que ha sucedido, la moda española gusta y es fuerte. Las cosas se están haciendo muy bien para seguir así, con la idea de ganar terreno y competitividad internacional. Teniendo en cuenta las amenazas como Shein o Temu, tengo fe en la moda española.
P.: ¿Qué anticipa que va a suceder con el consumo en 2024?
R.: 2024 es un año de transición. Con retos estructurales: cambio climático, flujos migratorios y multipolaridad en el orden mundial. Es difícil, por tanto, hacer un buen diagnóstico, pero las empresas deben estudiar a fondo el contexto para afrontar retos con mayor preparación y ser capaces de asumir los retos. Las organizaciones internacionales deben impulsar normas que faciliten consumo más estable en los marcos de colaboración.
P.: Se cumplen tres meses de disrupciones en el Mar Rojo. ¿Es la moda capaz de asumir una tercera crisis?
R.: La moda es capaz de asumir muchas más crisis, porque cada año asume una. La moda es pasión y las pasiones generan incertidumbres. La moda está preparada para hacer frente a las crisis y, por ejemplo, no a todas las empresas les afectan las disrupciones en el Mar Rojo, cada una tiene que lidiar con ellas en función de su ecosistema. Por otra parte, cada día tenemos disrupciones que afectan al sector, pero hoy en día las empresas son más versátiles y son capaces de adaptarse a las diversidades. Estamos entrenados a vivir permanentemente en crisis. A largo plazo, las disrupciones del Mar Rojo pueden mermar el margen o peor servicio, peor habrá que buscar soluciones y cada empresa sufrirá en mayor o menor medida el impacto que se produce.
“La moda es capaz de asumir muchas más crisis, porque cada año asume una”
P.: ¿Qué tres cosas le pediría al Gobierno?
R.: En primer lugar, el Gobierno debería implicarse a corto plazo mucho más con la Unión Europea para dar una salida al problema del Mar Rojo. También es fundamental que el ejecutivo asuma políticas más horizontales para que la competencia en el mercado interno sea más igualitaria, así como trabajar más la reforma de la fiscalidad y adecuar la financiación para las pequeñas y medianas empresas reduciendo la burocracia y aplicando modelos que faciliten la financiación para estas empresas. Todo lo que le pediría son aspectos importantes que, sin duda, generarían más eficiencia en el sistema productivo español. Es importante también establecer un mecanismo igualatorio entre comunidades autónomas. Hay que trabajar para que las empresas tengan las mismas posibilidades de prosperar, independientemente de dónde estén localizadas.
P.: Sumar presentó hace unas semanas un proyecto no de ley mediante el que emplazaba al Gobierno a reunirse con los principales distribuidores del sector ¿Por qué los partidos políticos no se sientan con la moda?
R.: En este momento más que nunca nos estamos sentando con ellos, el Observatorio de Moda se sienta con instituciones y con personalidades de Bruselas, así como con los distintos ministerios de los que dependemos. Es importante resaltar que debemos fomentar la cadena circular de moda, impulsar nuestro país como hub europeo en este ámbito, un ecosistema donde todo el mundo salga beneficiado. Estamos en colaboración también con otras organizaciones internacionales porque los retos que vienen son una labor de coordinación y de intercambio de conocimiento y se necesita que confluyan todos los intereses para buscar un fin común.
P.: El sector pasará a estar hiperregulado en los próximos años. ¿Será algo bueno?
R.: En las políticas actuales europeas faltan de una visión continental regulatoria. Cualquier fórmula puede ser válida, pero hay que pensar en los plazos, en los contextos y en los incentivos. Como la moda, muchos otros sectores económicos se están viendo afectados por esta regulación, como la industria automovilística. Desde el Observatorio llevamos a cabo talleres de formación a empresas de moda con el objetivo de orientarlas frente a la oleada legislativa y es importante asegurar que con este nuevo modelo regulatorio las empresas serán competitivas y podrán estar alineadas.
P.: ¿Todas las empresas van a ser capaces de prepararse?
R.: Va a depender de cada empresa y dependerá también de cómo la compañía quiera situarse. El cambio va a generar necesidades importantes financieras y no todo el mundo lo puede aportar por sí solo… Para conseguir la supervivencia del sector también es importante la vigilancia en las fronteras, habrá que prestar atención específica para que los que cumplamos con las normas no acabemos siendo perjudicados. Desde el Observatorio tenemos la misión de ser una brújula estratégica donde las empresas vean el mercado regulatorio como una tarea fácil y ofrecer una herramienta de colaboración entre lo público y lo privado. Tenemos que ayudar al sector, especialmente a las pequeñas y medianas empresas y ser interlocutores para transmitir a los distintos entes políticos qué es lo que necesita el sector.
P.: ¿La legislación podría llevar a la desaparición de operadores?
R.: Cuando cambian las reglas, siempre es posible que haya operadores que resulten ineficientes, pero, por ende, estoy seguro de que aparecerán otros que aprovechen los cambios y oportunidades. Habrá empresas que vean la situación de otra manera y traigan proyectos más atractivos y competitivos. Las empresas que ya están operando van a necesitar una transformación mental con nuevos profesionales, que van a ir adquiriendo más protagonismo. Estoy convencido de que parecerán nuevos modelos en base a esta nueva regulación.
P.: ¿Cambiaría algo del panorama español de patronales de moda? ¿No sería mejor más unión?
R.: Entiendo que cada patronal debe tener un fin. El Observatorio une la industria, el textil y la confección de cabecera, pero no vamos a solapar las funciones de las asociaciones fundadoras. Intentamos que nuestra red tenga cada vez más nudos, pero que cada uno sea importante por sí mismo. Estamos cerrando acuerdos de colaboración con otras entidades que son importantes para el sector textil, como compañías energéticas. Creo que vamos a depender mucho de crear un ecosistema en el que la empresa sea eficiente, que le aporte y le genere eficiencias dentro del proceso de comercialización y diseño. Tenemos que procurar tener relaciones dentro de las distintas cadenas de valor y recordar que la unión hace la fuerza.