Richemont da una nueva vuelta de tuerca y elimina el cargo de consejero delegado

Orden en la cúpula directiva de Richemont. El grupo suizo ha anunciado su decisión de eliminar el cargo de consejero delegado, un movimiento que se produce tras la salida de Richard Lepeu de tal puesto el próximo 31 de marzo por motivos personales. Gary Saage, actual director financiero del grupo, también ha decidido abandonar el grupo el próximo julio. De esta forma, la dirección de la compañía, propiedad de Johann Rupert, quedará en manos de la junta.

“Necesitamos una estructura que permita a los directores tener más tiempo para abordar sus responsabilidades”, afirmó Rupert, quien espera que la nueva estructura corporativa dote de flexibilidad a la compañía y la prepare para el salto al mundo digital.

Richemont lleva unos meses intentando encontrar la dirección adecuada a nivel de estructura directiva. El pasado junio ya anunció el recorte salarial de sus altos directivos para ajustarlos a la evolución de la compañía, lo que se tradujo en una disminución de hasta el 47% en los ingresos anuales de Lepeu. Hasta marzo, el ex consejero delegado compartía el cargo con Bernard Fornas, que abandonó el puesto en abril por jubilación.

Richemont redujo su beneficio en el primer semestre un 51%, hasta 540 millones de euros. Según la compañía, las difíciles condiciones del mercado y el impacto de los costes de reestructuración de en torno a 65 millones de euros han sido las principales causas de la caída de su resultado neto. En cuanto a su cifra de negocio, el grupo suizo registró una facturación de 5.086 millones de euros, un 13% menos que en el mismo periodo del año anterior.