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Menos gasto y más arreglos: el renacer de modistas y zapateros

Las tiendas especializadas en arreglos de prendas viven un despertar influenciadas por la caída del poder adquisitivo.

Nerea Zaballa

13 mar 2020 - 04:45

Menos gasto y más arreglos: el renacer de modistas y zapateros

 

 

La caída del poder adquisitivo se ha convertido en el motor para el resurgir de modistas y zapateros. Ya sea habilitar una prenda desgastada o adaptar a la moda actual el estilo de una prenda de calidad, los consumidores vuelven a utilizar el servicio que ofrecen las tiendas de arreglos motivados, sobre todo, por la actual situación económica del país.

 

Durante el periodo comprendido entre 2017 y 2019, la demanda de máquinas de coser ha crecido un 15% entre usuarios de 25 a 34 años, subrayando el interés de los jóvenes en la costura. Su auge coincide también con el lanzamiento de programas como Maestros de la Costura.

 

 

Además, en los últimos años, los zapateros han aprovechado el tirón de la sostenibilidad para subir precios. Desde 2014, el Índice de Precios de Consumo (IPC) de la reparación y alquiler de calzado se ha ido incrementado año a año, hasta finalizar 2019 con un alza del 2% de los precios.

 

“De 2008 a 2010, los años más duros de la crisis en España, aumentó el porcentaje de arreglos en ropa usada pero bajó el arreglo de ropa nueva”, explica Jordi Vallverdú, fundador de la cadena de tiendas de arreglo Taylor&Co, a Modaes.es.

 

En momentos en los que la economía del país se resiente, la demanda de servicios de arreglos aumenta. “Hace unos diez años los arreglos eran sólo de ropa nueva. Ahora, la mayoría de la ropa que arreglamos es ropa vieja, reflejando una tendencia de aprovechamiento de las prendas”, sostiene David Martínez, responsable de comunicación de La Yaya Costurera.

 

 

No obstante, el consumidor de este tipo de servicios sigue siendo la mujer de entre cuarenta y cincuenta años, tal y como han revelado las fuentes consultadas. Los jóvenes, quienes según los estudios son los más concienciados con la circularidad, todavía son recientes. “Cuesta un poco más llegar a la gente joven. Muchas veces, son las abuelas las que nos traen directamente la ropa de sus nietas y nietos”, ha subrayado Martínez.

 

Otro de los motores de estos servicios, aunque hoy todavía minoritario, es la sostenibilidad. “El auge de la segunda mano ha traído como consecuencia la subida de la reparación de prendas”, ha afirmado Javier Plazas, analista de tendencias.

 

 

En el futuro, si la tendencia sigue en aumento podría motivar la aparición de nuevos grandes operadores en el sector. “Si aumenta mucho la segunda mano aumentará la concentración y con ella aparecerán marcas potentes especializadas en este servicio”, ha aclarado Plazas.

 

Los grandes retailers, como Inditex; Mango; Camper o H&M, en su flagship de París, han decidido ofrecer el servicio de arreglos a sus clientes. En una dirección paralela, marcas sostenibles como Patagonia realizan un total de 40.000 reparaciones al año en su sede central de Reno, en Nevada. “Se convierte en un servicio diferenciador para las marcas. También empoderan al cliente incluyendo la personalización en estos arreglos”, ha subrayado Plazas.