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Klaus Huneke (Euratex): “Nuestra industria es mucho más que la visión limitada que los políticos tienen como consumidores”

El directivo alemán acaba de tomar las riendas de la patronal europea de la industria textil y de la confección.

S. Riera

19 ene 2017 - 04:40

 

Klaus Huneke es el nuevo presidente de Euratex, la patronal europea de la industria textil y de la confección. Huneke, que sustituye en el cargo al francés Sergi Piolat, lidera también la organización empresarial alemana Gtmi. El directivo alemán, de 63 años, ha ocupado a lo largo de su trayectoria diferentes puestos directivos en la empresa textil Heimbach Duren, de la que en la actualmente es consejero delegado.

 

Pregunta: ¿Cree que se ha menosvalorado la industria del textil y la confección por parte de las instituciones europeas?

Respuesta: Cambiar la percepción de los políticos de lo que realmente es este sector hoy requerirá esfuerzos y debemos aprovechar todas las oportunidades con conferencias, talleres, reuniones cara a cara para atraer la atención de los políticos de Bruselas y nuestras capitales a esta nueva realidad. Nuestra industria es mucho más que la visión limitada que los políticos tienen como consumidores al comprar una prenda de vestir o un tejido para el hogar.

 

P.: ¿Cómo van a cambiar esta percepción?

R.: La experiencia demuestra que los políticos cambian la percepción cuando podemos demostrarles que nuestras empresas no sólo son grandes integradores de tecnologías, sino que, sin nuestros artículos, otros productos de la vida cotidiana no funcionarán o simplemente no existirían. Los casos más obvios se encuentran en los usos finales de automoción, salud y aviación, por nombrar unos pocos.

 

 

 

 

P.:  ¿Sólo las empresas que invierten en I+D van a ser competitivas en el futuro?

R.: La competitividad de las empresas no depende sólo de los esfuerzos en investigación e innovación. Este último debe ser parte de la estrategia de la empresa, igual que la sostenibilidad de los procesos o la formación de los trabajadores. Dicha estrategia debería conducir a transformar los resultados de la investigación en productos o modelos de negocio innovadores, eficaces y rentables.

 

P.: En un sector compuesto por pymes, ¿les resulta cara la innovación?

R.: Para el grueso de las pequeñas y medianas empresas europeas, estas actividades son difíciles o parecen arriesgadas, y es importante que utilicen las redes únicas de investigación e innovación que existen en el ámbito regional, nacional y europeo. Observamos que las empresas, cuanto más utilizan estas redes, más se inclinan a proponer al mercado innovaciones viables y son competitivas.

 

P.: ¿Que el tejido empresarial esté compuesto en su mayoría por pymes es una debilidad?

R.: Sin duda, ya que no da a nuestra industria la necesaria visibilidad política y mediática a nivel regional, nacional y europeo, en contra de sectores compuestos por empresas de mayor tamaño. En sentido opuesto, es también una fortaleza, ya que esto da más flexibilidad para reaccionar a los cambios del mercado y facilita negocios más colaborativos.

 

“Los encargados de formular políticas creen que la industria textil no es un sector impulsado por la tecnología y no es cierto”

 

P.: ¿Esta debilidad perjudica el trato que recibe por parte de las instituciones europeas respecto a otros sectore?

R.: Debido a la estructura de la industria europea, los responsables políticos, tanto en Bruselas como en las capitales de los estados miembros, tienden a olvidar el papel crucial que desempeñan nuestras empresas en la esfera regional o local y, por lo tanto, los encargados de formular políticas creen que la industria textil y de la confección no es un sector impulsado por la tecnología, mientras que en nuestra opinión no es cierto. Una parte cada vez más importante de nuestras empresas son integradores tecnológicos y nuestras actuaciones dependen únicamente del fácil proceso de creatividad, que en sus puntos de vista merece una atención política mucho menor que los sectores dominados por empresas de mayor tamaño o considerados más tecnológicos.

 

P.: ¿Queda espacio en Europa para las industrias textil y de prendas de vestir tradicionales?

R.: Sí, creo que hay espacio para una industria europea fuerte de tejeduría y confección que es reconocida en todo el mundo por los valores distintivos de sus productos. Las empresas han invertido en él y lo están defendiendo en todo el mundo. En mi opinión, no existe una industria textil y de prendas de vestir tradicional, pero pueden ser empresas tradicionales.

 

P.: En los últimos años, en Europa se ha estado hablando de la relocalización industrial. ¿Se ha percibido esta tendencia industrial en el textil y de la confección?

R.: Además de producirse un giro en los pedidos de Asia a Europa, asistimos también a una reubicación en Europa de actividades de nicho a lo largo de las cadenas de valor de la industria textil y de la confección, aunque esto varía según los Estados miembros. La reubicación no es masiva aún, pero si el mercado va a estar impulsado cada vez más por la personalización masiva y por los plazos de entrega cortos y rápidos, esta tendencia terminará por convertirse en una realidad.

 

 

 

P.: ¿Ha recuperado la inversión el sector en Europa?

R.: Hoy en día las empresas europeas del sector están mejor adaptadas a la competencia y están invirtiendo de manera regular en nuevas máquinas, procesos y en nuevos servicios relacionados con sus productos. Las estadísticas muestran una inversión constante en elementos tangibles, como máquinas o inmuebles, en todos los procesos de la cadena de valor, pero esto no refleja la verdadera realidad de los esfuerzos que están realizando las empresas.

 

P.: ¿Qué esfuerzos serían?

R.: Además de estos tangibles, las empresas están invirtiendo cada vez más en elementos como el diseño, la investigación y la innovación, los servicios o el comercio electrónico, que no captan las estadísticas.

 

P.: ¿Hay emprendedores en el sector?

A pesar de que el marco económico en Europa, al contrario de los Estados Unidos, es menos propicio para el capital de riesgo, observamos desde 2010 la aparición de start ups de textil y confección utilizando nuevos modelos de negocio para producir y comercializar productos innovadores en todas las partes de la cadena de valor.

 

P.: ¿Qué pocesos despiertan mayor interés entre las start ups?

R.: Se hace sobre todo visible en el área de textiles técnicos en toda Europa. En Alemana, por ejemplo, está en expansión. Son empresas muy pequeñas, pero lo suficientemente ágiles para adaptar rápidamente sus nuevos conceptos y productos al mercado. Estas nuevas empresas derivan de actividades de innovación e investigación o lanzan al mercado productos más sostenibles de manera innovadora que proporcionan funciones o soluciones a nichos de mercado a veces pequeños, pero rentables.

 

 

 

P: Con Donald Trump en la presidencia de los Estados Unidos, ¿cómo evolucionarán las negociaciones del tratado de libre comercio con la Unión Europa?

R.: Ahora, el Ttip está en el congelador, como dijo el comisario Malmström, y es difícil predecir si se reanudarán las negociaciones y cuándo, aunque espero que muy pronto. Los Estados Unidos es nuestro principal cliente y un acuerdo comercial sería muy beneficioso para las empresas europeas del sector.

 

P.: Entonces, el talante proteccionista del nuevo Gobierno estadounidense, tampoco ayudará...

R.: Obvio. Nuestra balanza comercial con Estados Unidos es positiva. En 2015, el textil y la confección europeo exportó por más de 5.200 millones de euros a pesar de las numerosas barreras comerciales. Además de los altos aranceles, nuestro sector se enfrenta a una gran cantidad de obstáculos comerciales en Estados Unidos debido a costosos certificados de conformidad, a procedimientos aduaneros pesados ​​y a una amplia cantidad de normas y otros requisitos difíciles de entender, sobre todo para las pymes. Un aumento de las medidas no arancelarias seguramente dificultaría o al menos retrasaría nuestras exportaciones a los Estados Unidos.

 

P.: Por otro lado, China está pidiendo en la Organización Mundial del Comercio (OMC) el estatus de economía de mercado. En caso de tomarlo, ¿podría cambiar algo en las reglas actuales del comercio global de textiles?

R.: El segmento más afectado de nuestro sector serían las fibras y los hilados, especialmente los artificiales, debido a las excesiva sobrecapacidad china. La concesión de la condición de economía de mercado a China no es sólo una cuestión de principio, pero creo que podría influir en los patrones del comercio mundial debido al impacto en la metodología antidumping y antisubvenciones.

 

 

 

P.: Ante este posible escenario, ¿qué puede hacer la industria europea?

R.: Nuestra industria necesita fuertes instrumentos de defensa comercial para hacer frente a las sobrecapacidades. Para el sector europeo, es fundamental combatir los obstáculos al comercio en China y hacer frente a las sobrecapacidades.

 

P.: ¿Qué deberían hacer las instituciones europeas para apoyar al sector?

R.: En mi opinión, las instituciones europeas deberían crear un marco propicio para favorecer el mantenimiento y el desarrollo de nuestra industria garantizando un mejor seguimiento del mercado para evitar interferencias en el comercio vinculadas a la falta de respeto a las legislaciones europeas por parte de los productos importados. Esto debería ir acompañado de una reducción de la burocracia y de la promoción para las pymes de un acceso mucho más fácil a la financiación y fondos de la Unión Europea para la innovación o para la modernización industrial, por ejemplo.