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Carlos Falcó (Círculo Fortuny): “Entre 2018 y 2019, podremos atraer al capital hacia el lujo”

El marqués de Griñón, propietario de las bodegas que llevan su nombre, asumió la presidencia ejecutiva de la patronal española del lujo en 2011, cuando se fundó.

S. Riera

18 sep 2017 - 04:11

Carlos Falcó (Círculo Fortuny): “Entre 2018 y 2019, podremos atraer al capital hacia el lujo”

 

 

Carlos Falcó es presidente ejecutivo del Círculo Fortuny. El marqués de Griñón es responsable de las bodegas que llevan su nombre y, desde 2011 está al frente de esta patronal que defiende los intereses del sector del lujo en España. Se trata de la única agrupación del sector en el país que también es miembro de la European Creative Industries Alliance (Eccia), junto con el Comité Colbert o la Fondazione Atagamma, entre otras. El pasado viernes, Círculo Fortuny organizó el encuentro El reto de la experiencia digital en el sector de la alta gama, en Barcelona.

 

Pregunta: Uno de los pilares del lujo es la artesanía, la tradición. ¿Cómo casan estos valores con la digitalización?

Respuesta: Creo que todo el mundo hoy está haciendo esfuerzos o, al menos recopilando toda la información, en este sentido. El sector además se encuentra en un momento muy bueno con cifras que son espectaculares, con ventas de 8.000 millones de euros, y la tendencia es de crecimiento.

 

 

 

 

P.: El lujo fue el sector que más tardó, por ejemplo, en dar el salto online…

R.: Hoy hay que estar, es imprescindible. Las compras por Internet están cada vez más vinculadas a la penetración del móvil y la primera vía de información de los consumidores es también digital. Luego uno decide si va o no a la tienda. Y España, por ejemplo, es uno de los países con mayor número de teléfonos móviles por habitante.

 

P.: ¿Continúa siendo un reto para el lujo la venta online de falsificaciones?

R.: Es preocupante. El Parlamento Europeo lo ha reconocido y sabe que hay que defender la propiedad intelectual, no se puede permitir que se engañe a la gente ni tampoco que las empresas que se beneficien de ello trabajen bajo las mismas condiciones que las demás. Por cierto, nosotros manejamos poco la palabra lujo.

 

P.: ¿Con qué concepto se sienten más cómodos?

R.: Utilizamos más alta gama o también preferimos industrias culturales o creativas, que es el término que utilizan desde la Comisión Europea para referirse al sector.

 

 

 

 

P.: Quizá para huir precisamente del corsé de pequeñas empresas, con vínculos con lo artesanal, lo exclusivo…

R.: Fíjese en Hermès, que ha pasado de tener un taller en París a operar con centenares de tiendas en todo el mundo y facturar más de 5.000 millones de euros, sin perder el control familiar. En bolsa, Hermès vale mucho más que otras grandes empresas petrolíferas o de infraestructuras.

 

P.: Bajo el epígrafe de industrias culturales se puede crecer sin complejos…

R.: La razón profunda del nombre es quizá porque hay una clase media en los países asiáticos, latinoamericanos o africanos que ven a Europa como el polo del lujo y esto es porque nos asocian a la cultura y a la creatividad.

 

P.: ¿Son los mercados emergentes el pilar de su crecimiento en el futuro?

R.: En China, por ejemplo, hacen ránkings entre los millennials sobre a qué ciudades les gustaría ir a estudiar. En el de este último año por primera vez apareció Madrid y es porque lo ven en Internet y les gusta. Esto nos beneficia.

 

 

 

 

P.: ¿Cree que han sabido llegar a la nueva oleada de consumidores?

R.: Creo que sí, creo que estamos en un buen momento. La gente joven no sólo se interesa por ello como consumidores, sino que además invierte también en la creación de start ups.

 

P.: ¿El entorno online favorece la creación de start ups en el sector de las industrias culturales y creativas?

R.: En el mundo de Internet las cosas van muy deprisa y una empresa joven puede crear una marca internacional en muy poco tiempo, algo que antes era impensable.

 

P.: ¿Considera que falta interés por parte del capital riesgo o de otros grupos de inversión en este sector en España?

R.: El capital ya está en España en varios sectores y creo que también lo estará aquí en el momento que vea que tenemos capacidad de crecimiento. España es ahora un país atractivo en este sentido. Creo que entre 2018 y 2019 podremos atraerlos hacia este sector, que ha sido de los pocos que durante la crisis ha continuado creciendo.

 

 

 

 

P.: ¿Tiene el sector visión empresarial para dar un salto similar al de Hermès?

R.: Nos lo tenemos que creer para dar el salto de la tienda del artesano a ser una empresa global. Pero cada vez somos más los que nos lo creemos, como El Corte Inglés, que ha dedicado un establecimiento al lujo y tiene lista de espera. Quizá no tenemos la dimensión de Francia o Italia, pero soy optimista porque es un sector dinámico, basado en la creatividad y enfocado a los mercados internacionales.

 

P.: ¿Qué nos diferencia aún de Francia o Italia?

R.: Nos falta implicar a más entidades culturales, tal y como hace el Comité Colbert, por ejemplo. Ellos tienen como miembros asociados al Museo del Louvre a La Sorbonne.

 

P.: ¿Qué nos falta para construir una industria cultural y creativa como de estos países?

R.: En moda, somos líderes gracias a Inditex o Mango, pero falta que se reconozca que esto ha sido posible en España. Por qué no hacerlo también en este segmento, que si bien es más pequeño tiene un mayor valor añadido. En España, tenemos diseñadores de gran talento. Pero nos falta dar el salto.

 

 

 

 

P.: España tiene más del doble de multimillonarios que antes de la crisis. ¿Es una buena noticia para el sector?

R.: Creo que sí. Pero también España tiene una gran ventaja como mercado para el lujo por ser líder turístico.

 

P.: Pero de sol y playa…

R.: Pero el prototipo de sol y playa está cambiando por completo. Madrid, por ejemplo, que había quedado dormida, ahora empieza a destaparse como destino de turismo de compras. Y pienso que lo deberíamos aprovechar más. Si en Serrano o Paseo de Gracia hubiera más marcas españolas, los turistas se decantarían por ellas antes que por una extranjera, estoy seguro.

 

P.: ¿Podrían Madrid y Barcelona ser epicentros del lujo en Europa como lo son París, Londres o Milán?

R.: Sí, pero nos queda aún recorrido. Tenemos en España más de 300 hoteles de cinco estrellas a los que hay que añadir más elementos para dar una mayor experiencia a todos sus huéspedes. No sólo hay que ir al Museo del Prado.

 

P.: ¿Cuáles son los retos?

R.: Hay muchas cuestiones técnicas, como que es aún complicado conseguir un visado en Corea del Sur para venir a España, y de conectividad en los vuelos.