La arruga es bella, pero sólo hay una

Sólo hay un rey de la arruga, y no es Burger King. La cadena de hamburgueserías ha lanzado una nueva campaña para promocionar que ha dejado de usar conservantes, colorantes y aromas artificiales en todos sus productos en España. Junto a la fotografía de una de sus hamburguesas, la empresa ha colocado el claim “La arruga es bella”, en referencia al aspecto del pan. Y Adolfo Domínguez no ha tardado en responder.

La compañía gallega, que empleó el mismo eslogan en la década de los ochenta para promocionar la belleza de los tejidos naturales, especialmente el lino, ha realizado varias publicaciones en redes sociales recordando al gigante estadounidense el origen del eslogan.

“Bienvenidos a la Arruga es Bella, Burger King”, tuiteó la marca, seguido de otra publicación con un montaje del propio Adolfo Domínguez comiendo una hamburguesa bajo el lema “Aquí yo soy el King”, en alusión al eslogan de Burger King.

Adolfo Domínguez comenzó a emplear el lema “La arruga es bella” en 1982. Es eslogan fue ideado por el publicista Luis Carballo, fallecido en 2019, un referente de la explosión de la moda en Galicia en la década de los ochenta.

El lema “La arruga es bella” fue creado por Luis Carballo para Adolfo Domínguez en 1982

Carballo fue el director de la revista Galicia Moda y líder oficioso de un movimiento que englobaba firmas como Gene Cabaleiro, Florentino o Kina Fernández, además del propio Adolfo Domínguez.

Más allá de la moda, trabajó para empresas como Banco Pastor, Pescanova o Mondariz, aunque su trabajo más conocido fue el diseño de la mascota del Xacobeo, el Pelegrín, diseñado en 1993 y convertido en un icono del renacer de la peregrinación a Santiago de Compostela.

La campaña de Burger King, llamada Belleza real, sabor real, ha sido desarrollada de la mano de la agencia La Despensa y quiere poner en valor el proceso más natural de elaboración de sus productos.

Entre los claims que utiliza se encuentran, además de “La arruga es bella”, otros como “¡Vivan las curvas!”, en relación a las formas del bacon, o “¿Quién quiere conservarse perfecto?” para sus helados, según recoge el medio especializado ReasonWhy.