Entorno

Reino Unido: recesión técnica y posible cambio de signo en el corazón de Europa

La inflación, el descenso del gasto de consumo y la contracción del PIB han llevado al país, que desde 2020 no pertenece a la Unión Europea, a entrar en recesión técnica, una situación que afecta también al panorama político.

Reino Unido: recesión técnica y posible cambio de signo en el corazón de Europa
Reino Unido: recesión técnica y posible cambio de signo en el corazón de Europa
Los analistas británicos auguran que el Brexit ha costado cinco puntos al PIB.

Cristina Sanchis

9 abr 2024 - 05:00

En un año marcado por procesos electorales en todo el mundo, conflictos geopolíticos y la persistente incertidumbre macroeconómica, ¿a qué retos se enfrentan las principales economías del mundo? La serie Mercados estratégicos hace una radiografía de las principales potencias mundiales y analiza cuál es su relación con España, así como los principales desafíos a los que se enfrentan en los próximos años.

 

Mercados estratégicos

Radiografía de un mundo global

 

 

Escocia, Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte. Esas son las cuatro naciones que componen actualmente Reino Unido, un territorio que llegó a alcanzar la quinta parte de la superficie terrestre mundial entre los siglos XVI y XX. Con mucho menos terreno, el país se mantiene como una de las zonas más potentes de Europa, aunque desde el 2020 no pertenece a la Unión Europea. Cuatro años después, los coletazos del Brexit han empezado a amenazar a uno de los principales mercados para la moda española, que recientemente ha entrado en recesión técnica.

 

Reducción del Producto Interior Bruto (PIB), inflación y desestabilización política, esa es la radiografía del país liderado por Rishi Sunak (primer ministro desde 2022). Reino Unido, que celebra el próximo 2 de mayo los comicios municipales, se enfrenta a un posible cambio de signo en la mayor parte de los ayuntamientos. Según las principales encuestas, los torys (el partido conservador y en el poder desde hace trece legislaturas) caerán notablemente, lo que podría anticipar las elecciones generales, ahora previstas, como tarde, para enero de 2025.

 

Tras un comienzo de legislatura difícil, el primer ministro se enfrenta ahora a la desconfianza de gran parte de los votantes conservadores; una reelección afectada, principalmente, por la situación económica. Reino Unido cerró el último trimestre de 2023 con una reducción trimestral del PIB del 0,3%, su segundo trimestre consecutivo de caída. El descenso fue mayor del esperado por los analistas, que auguraban una reducción del 0,1%.

 

 

 

 

 

La caída de la actividad económica de Reino Unido en el último trimestre del año fue generalizada en todos los sectores. El sector servicios cayó un 0,1%, mientras que la industria lo hizo un 1,1% y la construcción un 0,9%. En el conjunto del año, el PIB se elevó un 0,1%, manteniendo los 2,9 billones de euros del ejercicio anterior, según datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística (ONS). Excluyendo 2020, que se vio afectado por la pandemia, este es el peor resultado de la economía desde la crisis financiera de 2009.

 

Analizar qué es lo que ha pasado en el que ha sido históricamente el corazón de Europa no es fácil. Las huelgas del servicio sanitario, que protagonizaron las primeras semanas del año, son la punta del Iceberg de un creciente descontento social. El aumento generalizado del coste de vida, los coletazos cada vez más fuertes del Brexit, la inflación o los salarios sirven para identificar por qué la vieja reina del continente se enfrenta, ahora, a gran inestabilidad económica.

 

 

Reino Unido, que celebró en 2016 un referéndum sobre su adhesión a la Unión Europea con un 51,9% de votos a favor de la salida, hizo efectiva la marcha en 2020. Cuatro años después, los analistas británicos auguran que el Brexit ha costado cinco puntos al PIB, especialmente afectado por los altos precios en las importaciones, la burocracia, la caída de los acuerdos comerciales o la disminución de la fuerza laboral.

 

En el momento de la salida, las exportaciones de la Unión Europea a Reino Unido cayeron notablemente. Durante los últimos años, la situación se ha ido estabilizando, aunque los precios elevados de algunos productos impidieron que el proceso fuera más ágil. Además, el aumento de la burocracia ha hecho que algunos comerciantes, tanto británicos como del resto de Europa, rompan las relaciones comerciales.

 

No pertenecer a la Unión Europea también ha afectado al libre movimiento de los trabajadores, muchos de ellos pertenecientes al sector servicios y provenientes de otros países del continente. Un estudio realizado por los think tanks Center for European Reform y UK in a Changing Europe sugiere que ahora hay 330.000 trabajadores menos en Reino Unido debido al Brexit.

 

 

 

 

Pese a las consecuencias del Brexit, que se seguirán notando en los próximos años, el descenso del gasto de consumo es un factor clave en la recesión técnica del país. Como en el resto del mundo, los consumidores han destinado menos dinero a la compra de bienes físicos, priorizando las actividades de ocio, lo que ha supuesto una caída de las ventas minoristas británicas.

 

El retail de Reino Unido cerró 2023 a la baja, con una caída interanual de la facturación en diciembre del 3,2%, tras alzarse un 1,4% el mes anterior. Los vendedores del país definieron el último diciembre como el peor mes desde enero de 2021, cuando las ventas estuvieron afectadas por las restricciones sanitarias derivadas de la pandemia y el cierre de establecimientos. Para los operadores británicos de moda, 2023 fue un año “complicado” que no pudo remontar ni con la compra de regalos navideños. En enero la tendencia siguió igual, con un descenso del 1,4%, augurando un año difícil para el sector.

 

 

Pese a los planes del Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) de que los precios no se engordaran más del 2,7%, la inflación de Reino Unido se ha mantenido cercana al 4% durante el ejercicio 2023. El Gobierno del país se ha marcado como propósito reducir los precios de todos los sectores y admite que las subidas de los últimos años han frenado el desarrollo de la economía del país. Sin embargo, justifica la situación con la subida de los tipos durante los últimos ejercicios. Actualmente, los tipos se sitúan en el 5,25%.

 

Según los últimos datos (que recogen las cifras de febrero), la inflación en el segundo mes del año se elevó hasta un 3,8%, en comparación con el alza del 4,2% que se anotó en enero. La moda fue uno de los sectores más inflacionistas, con un alza interanual del 5% en febrero. La menor subida, por su parte, la registró el sector de decoración del hogar, que aumentó sus precios un 0,1% en febrero.

 

El gobernador del BoE, Andrew Bailey, ha ido manifestando en los últimos meses la intención de que la economía británica mejore en los próximos meses y augura que la inflación se seguirá moderando hasta los niveles previstos por la entidad.

 

 

 

 

Reino Unido es para España uno de sus principales compradores. Según los últimos datos de Icex España Exportaciones e Inversiones (que registran los datos de enero), España exportó al país británico bienes por valor de 1.868 millones de euros, reafirmándose como el quinto cliente de España, sólo por detrás de Francia, Alemania, Italia y Portugal, en ese orden.

 

La situación es distinta en moda, pues las exportaciones se han desplomado en los últimos registros, siendo uno de los factores que justifican la caída total de las exportaciones de moda en 2023. En concreto, en enero de este año, España vendió al país prendas valoradas en 88,2 millones de euros, en comparación con los 163,9 millones de euros del mismo periodo en 2023.

 

Esta caída ha supuesto para el país bajar al número 8, en comparación con el puesto número 5 que Reino Unido ocupaba en enero del año fiscal anterior. A cierre de 2023, la moda española se dejó 538,2 millones de euros en Reino Unido, con una reducción del 22%, hasta 1.929 millones de euros.

 

El gigante gallego Inditex, número uno en el mundo por cifra de negocio, opera en el país con una red comercial de 105 establecimientos, siendo este uno de sus principales mercados. La cadena con más presencia en el territorio es Zara, que tiene hasta 58 establecimientos, seguida de Massimo Dutti, que cuenta con doce tiendas en el país.

 

Mango, por su parte, opera en el país con 53 tiendas, 35 de ellas propias. El país supone para la empresa su noveno mercado más importante en número de tiendas, por detrás de Alemania, Francia, Bélgica, Rusia, Suiza, Italia y Turquía.