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Las ventas del sector a estos dos países se elevaron un 32% y 27% el año pasado, respectivamente. El top 5 de clientes extranjeros del calzado español se mantuvo sin cambios, aunque las ventas a Francia, principal mercado por cifra de negocio, cayeron un 3,7%.

El próximo 4 de marzo, el país celebrará elecciones generales. Las encuestas auguran una victoria del Partido Demócrata de Matteo Renzi, pero insuficiente para gobernar.

Polonia fue el país que más incrementó sus compras a España el año pasado. México cayó del ránking de los diez principales proveedores, que fue adelantado por Holanda. China, por su parte, se afianzó en el top ten. 

Aunque China e Italia se mantienen como los principales proveedores del sector, las compras a Turquía superaron el año pasado a las de Bangladesh y Francia, convirtiendo al país euroasiático en el tercer mayor proveedor de la moda española.

La industria española del calzado defiende su made in, tal y como hace la italiana. No obstante, el posicionamiento internacional de una y otra continúa marcando distancias.

El descenso, el segundo mayor del año, se produce después de que el selectivo marcara un máximo histórico en octubre. 

A pesar de contar con el Mercosur o el Tlcan, la región carece de un acuerdo único que integre la dinámica comercial de las economías latinoamericanas, como el caso de la Unión Europea. 

Las ventas del sector español en ambos países registraron caídas del 7% en los nueve primeros meses de 2017. Por otra parte, la demanda se estancó en Italia y se elevó a un ritmo menor en Alemania. 

Más de 160.000 millones de dólares en juego. Más de cuatrocientos millones de habitantes entre sus cuatro mayores mercados. Una clase media creciente. Pero también inestabilidad, inseguridad y grandes cotas de desigualdad. Latinoamérica representa hoy para la moda un territorio con una creciente clase media pero, sobre todo, una oportunidad de futuro. 

Aunque está entre los países donde más se incrementará el consumo en el sector, su tasa está lejos de las de China, Rumanía, Polonia e Israel, que anotarán crecimientos a doble dígito.