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Víctor Garrido (IndustriAll): “Si no garantizamos los derechos en los países subdesarrollados no defenderemos los nuestros”

Garrido es coordinador por parte de IndustriAll del Acuerdo Marco de Inditex.

Silvia Riera

4 oct 2017 - 04:53

Víctor Garrido (IndustriAll): “Si no garantizamos los derechos en los países subdesarrollados no  defenderemos los nuestros”

 

 

Víctor Garrido lleva veinte años implicado en el movimiento sindical. El representante sindical empezó en Comisiones Obreras desde la base, en un comité de empresa en el sector químico, para más adelante ir realizando de todo un poco en la antigua Federación de Industrias Textil, Química y Afines (Fiteqa) antes de su fusión con Industria, donde fue secretario general en Madrid. De ahí, al área internacional, desde donde coordina acciones de responsabilidad social y acuerdos marco como el de Inditex, que celebra este año su décimo aniversario.

 

Pregunta: ¿Cómo aterrizó en el Acuerdo Marco de Inditex?

Respuesta: Llevaba trabajando con el anterior coordinador del acuerdo por parte de IndustriAll, Isidor Boix, cerca de cuatro años. Pero no sólo es el de Inditex, también es el de la eólica Gamesa, el de Gas Natural. En el textil en España, trabajamos con Mango o El Corte Inglés, aunque no en acuerdos marco. Mango, por ejemplo, ya nos entregó su cadena de  suministro para trabajar, mientras que con El Corte Inglés realizamos visitas conjuntas a fábricas.

 

P.: ¿El objetivo final es trazar un acuerdo global entre empresa y sindicatos?

R.: El acuerdo marco es una referencia en el mundo sindical global. Para la gestión empresarial  supone avanzar en la dignidad de la cadena de producción. Sólo Inditex, por ejemplo, tiene una cadena de suministro en la que hay más de 7.000 fábricas con más de 1,5 millones de trabajadores en más de cincuenta países.

 

P.: ¿Qué aportan de más este tipo de convenios?

R.: Nos permiten conocer toda la cadena de producción y dan acceso a ella a los sindicales de cada país. El de Inditex se firmó en 2007 y durante muchos años ha sido el primero con una multinacional del textil. La segunda, mucho más reciente, fue con H&M. No sabría decir si fue el primero en el conjunto de la industria, pero en todo caso fue uno de los pioneros.

 

 

 

 

P.: ¿Y a efectos prácticos?

R.: Con este tipo de acuerdos, las empresas respetan el trabajo que se realiza en las fábricas, o al menos tienen esa intención. Se intenta introducir mejoras en las condiciones de trabajo en los países en vías de desarrollo y se reconocen los derechos de sus trabajadores.

 

P.: Que Inditex tenga este acuerdo, ¿ayuda a que los demás también lo quieran?

R.: Es una palanca, claro. Fue palanca para la firma de H&M, por ejemplo.

 

P.: ¿Fue Inditex la primera en tener un acuerdo marco por alguna razón?

R.: Inditex no es por ello una empresa distinta a las demás. Desde Comisiones Obreras  empezamos a trabajar con ellos en 2002. Los propios trabajadores en Galicia lo pedían, fueron ellos los que pidieron a dirección que los mismos derechos ellos tenían debían tenerlos los demás.

 

 

 

 

P.: ¿Por qué desde España es importante velar por los derechos de los trabajadores en el Sudeste Asiático, por ejemplo?

R.: Si no garantizamos los derechos de los trabajadores en los países subdesarrollados no podremos defender los nuestros. Para hacerlo es importante dar información en las fábricas, mantener una relación constante con sus trabajadores y que los sindicatos locales tengan acceso a estas factorías para poder observar posibles incumplimientos.

 

P.: ¿Qué cambió la tragedia del Rana Plaza en el aprovisionamiento de los gigantes de la distribución?

R.: El hundimiento del Rana Plaza ya ha sido calificado como homicidio industrial, porque fue consecuencia de un empresario que obligaba a sus trabajadores a ir a fábrica a pesar de las grietas. Supuso un cambio radical en las políticas de responsabilidad social corporativa de las empresas. Se pusieron las pilas.

 

 

 

 

P.: La globalización llegó también al movimiento sindical...

R.: Claro. La propia globalización ha implicado también el desarrollo mundial. La mitad de los trabajadores en estos países trabajan para estas cadenas y las normas de la Organización International del Trabajo (OIT) no son de obligado cumplimiento. Tratamos de garantizar que se respeten estos derechos.

 

P.: La mayoría de estos trabajadores proceden del campo. ¿Tienen conocimiento de sus derechos?

R.: No, en muchos sitios ni siquiera hay sindicatos y, si lo hay, tienen muy poca formación. Hay que formarlos. El acuerdo marco lo contempla, recoge el código de conducta que deben conocer y las distintas regulaciones, los convenios de la OIT, de Naciones Unidas, de la Ocde y las normas de la ISO 26000, de responsabilidad social corporativa.

 

P.: ¿No se contemplan estos convenios en las legislaciones de los países en vías de desarrollo?

R.: En muchos de estos países la legislación está por debajo y hay que exigir que se cumpla la normativa internacional. El convenio colectivo, algo habitual aquí, allí no existe. Se basan en unas normas mínimas que, en muchas ocasiones, se centran en fijar un salario mínimo.

 

 

 

 

P.: Muchos de estos gobiernos son incluso reacios a subir el salario mínimo para no perder competitividad...

R.: E incluso hay zonas de exportación libre dentro de estos mismos territorios, con ventajas fiscales, excluidas de cumplir con cuestiones como la sindicación, la negociación colectiva ni siquiera aplicar el salario mínimo. Son territorios en los que no hay regulación. No obstante, las grandes marcas no acostumbran a trabajar en estas fábricas.

 

P.: Sin embargo, uno de los defectos de estas cadenas de suministro casi infinitas es llegar a controlar la subcontratación. ¿Cómo la empresa de distribución puede saber si uno de sus proveedores deriva parte de su producción a uno de estos territorios?

R.: Es difícil, pero puede hacerse. En Inditex, por ejemplo, controlamos hasta el tercer nivel, la subcontrata de la subcontrata. Sólo en Turquía, tenemos controladas más de 1.600 fábricas.

 

P.: ¿Y cómo se avanza para implantar derechos?

R.: Ahora mismo, en el textil, tenemos tres iniciativas en marcha, por ejemplo. Por un lado, el Accord, el acuerdo que firmaron más de 200 empresas de moda a raíz del homicidio industrial del Rana Plaza, y que ahora se ha renovado, para que se respetaran las condiciones de seguridad de las fábricas y anti incendio.