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Moda 4.0: menos ‘gadgets’ y más recursos humanos para encarar la digitalización

La serie de encuentros Ten years ten topics volvió a reunir ayer en Madrid a una decena de directivos para abordar cuáles son los desafíos y oportunidades que presenta la digitalización para el sector.

Modaes

28 feb 2019 - 04:49

Moda 4.0: menos ‘gadgets’ y más recursos humanos para encarar la digitalización

 

 

La digitalización no empieza por la tecnología, sino por las personas. Esta fue una de las conclusiones del segundo encuentro del ciclo Ten years ten topics, organizado ayer por Modaes.es para analizar, junto a expertos, empresarios y directivos, la situación y perspectivas de diez aspectos clave del negocio de la moda en España.

 

En el encuentro, que contó con el patrocinio de Lectra, una decena de directivos de empresas como Desigual, Pepe Jeans o Miguel Bellido debatieron sobre cómo abordar la digitalización en la moda y cuáles son los retos para las compañías del sector.

 

Josep Lluís Checa, director general de TecnoCampus, dio el pistoletazo de salida a la conversación haciendo hincapié en el cambio titánico que ha supuesto la digitalización. “Cuando algo es global y afecta a todo el mundo, tiene una connotación de revolución”, aseguró el experto.

 

En este contexto, ¿qué nota saca la moda? Los ejecutivos coincidieron en que el sector está ligeramente retrasado respecto a otros negocios, aunque varía según el país y la compañía. “El sector de la moda tiene una cadena de valor muy larga y con procesos aún manuales, pero hay camino para automatizar los procesos”, aseguró Rodrigo Siza, director general de Lectra en la Península Ibérica.

 

 

 

 

“El reto es alcanzable dependiendo del modelo de negocio y el tamaño, y en paralelo hay posibilidades para diferentes tipos de empresa, de modelos y sistemas de producción”, añadió.

 

Por su parte, Pablo Badía, director general de Delpozo, coincidió en que, en España, el nivel de desarrollo tecnológico en las empresas es todavía inferior al de otros países como Estados Unidos, “pero eso significa que aquí también hay mucho más recorrido”.

 

 

Los ritmos, el principal cambio

Aunque la digitalización suele asociarse al desarrollo tecnológico, Checa matizó que la tecnología es la misma de hace veinte años. “La informática tradicional se ha llevado a una arena diferente y plantea nuevas formas de trabajar en cada una de las fases de la producción”, apuntó Checa. El experto subrayó que el cambio no viene dado por la tecnología, sino por los ritmos y los modelos operativos.

 

En este sentido, los ejecutivos coincidieron en que uno de los mayores cambios que ha traído la digitalización son los tiempos. “Las start ups, los operadores verticales y los gigantes tecnológicos han motivado que el ritmo se acelere”, apuntó Rolando Ober, digital PMO lead de Pepe Jeans.

 

“Las start ups entienden que el público ha cambiado y buscan operar donde las empresas tradicionales no lo hacen”, opinó Javier Fontanals, onsite experience manager de Desigual. “Las expectativas de los consumidores son distintas, se trata de adaptar el negocio para acercarnos a las personas, que tampoco son las mismas que antes, los consumidores son cada vez más exigentes -sostuvo el ejecutivo-; que te hayan comprado en el pasado no quiere decir que te vayan a comprar en el futuro”.

 

 

 

 

En este sentido, la mayoría de los participantes en la mesa se inclinan por comenzar cambiando los procesos para ganar agilidad. “Estamos implantando metodologías más similares a las de una start up, más ágiles, porque el consumidor corre y, si nosotros no corremos, nos quedamos atrás”, ejemplificó Cristina Algás, directiva de Bóboli.

 

En la mesa también hubo consenso en que la transformación debe empezar por un cambio cultural dentro del equipo y ha de ser transversal en toda la compañía. “Cuando el peso de la transformación digital recae en el departamento de IT, las cosas no suceden”, afirmó Patricio López, director de logística de Scalpers.

 

Por su parte, Alejandra Brizio, cofundadora de Soloio, apuntó que, en su caso, la compañía había confiado en partners externos, y es aquí donde han surgido algunas dificultades. “Como es un aspecto que desconocemos, nos fiamos de terceros que no siempre tienen las mejores intenciones”, opinó.

 

 

 

 

Checa coincidió, ejemplificando que “si sólo pudiera utilizar presupuesto en una única cosa para emprender la digitalización, lo invertiría en recursos humanos, para hacer un mapeo de las competencias de los empleados”, aseguró.

 

Una vez tomada la decisión, el siguiente paso es decidir objetivos. “Hay que elegir bien los proyectos, que tengan visibilidad e impacto para que el equipo continúe motivado”, opinó López.

 

Los ejecutivos coincidieron en que lo importante no es la tecnología que se elija, sino el uso que se le da. “Antes, quien tenía el poder era quien tenía la tierra; después, quien tenía las fábricas; y hoy, quien tiene los datos”, sentenció Félix Bellido, director general de Miguel Bellido.

 

 

 

 

Ober matizó que “lo importante no es tener los datos, sino saber cómo utilizarlos; en general, utilizar una tecnología u otra no marca la diferencia, sino los procesos”. “La tecnología es un facilitador, lo importante es poner al cliente en el centro y utilizar la tecnología necesaria para servirle”, sentenció Badía.

 

Por su parte, Alfonso Peinado, director comercial de Lectra, apuntó que “es imprescindible la conexión end-to-end de todos los procesos, desde el diseño y producción a la distribución y gestión del cliente, de manera simple y eficiente”.