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Miguel Gómez (Motti): “Necesitamos más confianza de los fondos de inversión para desarrollar el ‘unicornio’ latinoamericano”

El fundador de la plataforma de iBeacons, que lanzará pronto un servicio de Internet de las Cosas para empresas de retail de moda, se adentra en la actualidad que atraviesa el ecommerce en Latinoamérica. 

María Bertero

18 jul 2017 - 00:00

Miguel Gómez (Motti): “Necesitamos más confianza de los fondos de inversión para desarrollar el ‘unicornio’ latinoamericano”

 

Miguel Gómez es el fundador y consejero delegado de Motti, una plataforma mexicana de iBeacons. En la antesala al lanzamiento de una nueva herramienta especializada en el Internet de las Cosas, que tendrá como uno de los focos el retail de moda, el directivo analiza la actualidad que atraviesa el sector del ecommerce y las tecnologías en Latinoamérica.

 

Pregunta: Con Motti ha tenido la experiencia de trabajar en ecommerce para Latinoamérica y Europa, ¿cuáles son las principales diferencias entre ambos mercados?

Respuesta: En primer lugar la geografía. Latinoamérica es extremadamente montañoso, la accesibilidad es mucho más complicada que en Europa, lo que dificulta los procesos de distribución y logística. Otra diferencia es el potencial del crecimiento, la adopción de las tecnologías es muy distinto en ambas regiones, hay que tener en cuenta la historia de los continentes, la Universidad de Oxford se creó antes que el Imperio Azteca. Latinoamérica tiene un ritmo de adopción muy distinto aunque reciba antes las tecnologías.

 

P.: En términos de evolución, ¿qué lugar ocupa hoy el ecommerce latinoamericano?

R.: Recientemente estuve en Estados Unidos y pude ver cosas distintas pero en algunos aspectos no hay grandes avances en comparación con Latinoamérica. Sí he visto en San Francisco un robot en los pasillos de un centro comercial que funciona como un centro de información. No es que estas cosas nunca se puedan instalar en Latinoamérica sino que llegan más tarde.

 

P.: ¿Y en términos de innovación?

R.: Hay pocas cosas que se hagan en Latinoamérica y no en el resto del mundo. Todo depende de las necesidades del mercado. Sí somos muy innovadores en temas de servicios, como por ejemplo Cabify o Über, supieron encontrar mercado en Latinoamérica porque el transporte público es deficiente. Hay varias aplicaciones que están innovando en términos de movilidad, donde el usuario por andar en bicicleta puede alcanzar ciertos beneficios.

 

 

P.: ¿Qué hace falta en Latinoamérica para que se genere el boom del ecommerce?

R.: La confianza de los grandes fondos de inversión, los que traen el capital para desarrollar estas aplicaciones. Primero invierten en Europa o Estados Unidos porque la escalabilidad que tienen es mucho más grande que en Latinoamérica. Todavía no hay un unicornio latinoamericano que haya llegado a distintos países fuera de la región. Tener una idea y desarrollar una aplicación no es complicado, lo difícil es convertirlo en un negocio que logre trastocar fronteras.

 

P.: ¿Se necesita también más confianza por parte de los consumidores?

R.: El principal problema de los compradores latinoamericanos es que en su mayoría no están bancarizados, por lo que al no acceder al crédito no pueden comprar online. Sin embargo la pirámide generacional juego a favor, la mayoría de la población es joven y puede aceptar mejor las nuevas tecnologías.

 

P.: A la hora de comprar online, ¿qué y cómo prefiere hacerlo el consumidor latinoamericano?

R.: Buscan en la web descuentos, el hecho de creer que hay algún beneficio económico por comprar el producto en la Red, es lo que hace que los consumidores elijan esa plataforma. Al comprador le gusta ser reconocido por la empresa por su lealtad.

 

P.: ¿Los compradores demandan plataformas de servicios o de compra?

R.: El 80% de los usuarios utilizan la tecnología para el entretenimiento, seguido por compras a descuentos y en cuanto se va complejizando el consumidor, ya hay lugar para aplicaciones que le den servicios de pagar cuentas o hacer más eficiente su contabilidad, etc.

 

 

P.: ¿Pueden las plataformas actuar de manera global en todo Latinoamérica teniendo políticas tan distintas?

R.: Más que un tema regulatorio es un tema de tamaño de mercado. Es cierto que Brasil y Argentina tienen unos aranceles muy altos para los extranjeros, caso contrario a Chile y Perú, que son los países de mayor crecimiento en cuanto a adopción de nuevas tecnologías. Colombia y México son buenas plataformas para entrar o salir de Latinoamérica al mundo. El resto de los países (Uruguay, Costa Rica, Paraguay, Panamá) son muy pequeños para pensar en una globalización importante.

 

P.: ¿Hacia dónde se dirige el mercado del ecommerce en Latinoamérica?

R.: El ecommerce no va a ser totalmente digital o virtual, sino que será un proceso adicional dentro de las experiencias que brindan las marcas con tiendas físicas. Lo que sí habrá una adopción natural y normal del ecommerce dentro del día a día de los latinoamericanos, donde la gente pagará sus servicios a través de distintas plataformas y comprará en tiendas online. Aunque no suene muy ambicioso, el ecommerce dejará de ser algo innovador para convertirse en la fórmula del día a día.

 

P.: ¿Será una amenaza para las tiendas físicas como lo está siendo en Estados Unidos y Europa?

R.: Hay una cultura generalizada en cuanto al potencial de crecimiento del ecommerce en Latinoamérica, con ritmos de crecimiento muy acelerados. Lo cierto es que en Latinoamérica cada vez hay más tiendas físicas, mientras que en el resto del mundo cierran. Pero se está empezando a ver la ecuación en la que el ecommerce gana, si tenemos en cuenta que Dafiti, por ejemplo, factura más que Liverpool. Creo que la clave está en el boom de los centros comerciales, donde la gente ya no irá únicamente a comprar sino a adquirir ciertos servicios y entretenimientos que no obtiene en el canal digital. Los desarrolladores están buscando convertir los complejos en una experiencia de compra.

 

P.: Se ha visto que las empresas están comenzado a utilizar tecnología y servicios de ecommerce, pero, ¿los centros comerciales también deben adaptarse a estos cambios?

R.: La realidad es que la gente va a seguir yendo al centro comercial en búsqueda de entrenamiento y experiencias. Muchas empresas del sector están implementando tecnología en sus instalaciones, en los aparcamientos, en servicios y atención con aplicaciones, hologramas y robots. Estamos en una época experimental en base de prueba y error, en Latinoamérica aún no está tan desarrollado pero ya se han visto avances en centros comerciales de Estados Unidos, que son los que están más desesperados por captar clientes.