Gala Freixa (Sheedo): “El reto en sostenibilidad está en igualar precio, calidad y diseño”

Fashion Sustainability Shot lanza una nueva serie multimedia de entrevistas con las voces más acreditadas sobre la sostenibilidad. Impulsada por Modaes y patrocinada por Tendam, la serie comenzó a emitirse en 2021 y mensualmente contribuye a generar conocimiento sobre sostenibilidad en la industria española de la moda. En 2024, Fashion Sustainability Shot se adentra en la trayectoria y los objetivos de algunas de las principales start ups españolas del ámbito de la sostenibilidad.

Sigue las entrevistas de Fashion Sustainability Shot

La cofundadora de la empresa de merchandising ecológico Sheedo, que nació de un proceso de búsqueda de packaging sostenible para una posible marca de alpargatas, apunta al reto de reducir los residuos y crear alternativas sostenibles reales en precio, calidad y diseño. Freixa visualiza un sector de la moda circular “para dar una segunda vida a las prendas que tenemos en casa”. Además, la emprendedora destaca el importante papel del packaging, ahora más que nunca, con la cantidad de envíos online realizados a escala global.

Pregunta: Cuéntenos su historia.

Respuesta: Sheedo es el proyecto de mi vida. Empezó cuando estaba en la universidad. Quería que fuera sostenible, no tanto económicamente sino también con las personas y con el medio ambiente. Teníamos claro que queríamos crear algo que generase un cambio y que fuera algo físico porque no tenemos ninguna base tecnológica, hecho en España, localmente, a poder ser por artesanos. Decidimos hacer una marca de alpargatas y empezamos buscando un packaging que fuera sostenible. Buscando ideas, encontramos el concepto del papel con semillas, que en su día existía como método de siembra, que no era un packaging como tal. Entonces decidimos desarrollarlo. Conocimos a unos maestros papeleros de Banyoles, un pueblecito pequeño de Girona, y empezamos con ellos la aventura. Ellos hacían papel artesanal con pétalos y con ellos creamos el papel con semillas. Pero un papel muy finito, con semillas incrustadas, que se pone en agua, se disuelve y las semillas germinan y se convierten en una planta, un tomate o flores. Nos encantó la idea, pero nos centramos tanto en desarrollar la idea que dejamos de lado las alpargatas y decidimos seguir desarrollando el papel con semillas, que es ahora el producto por el que más se nos conoce o el que más nos caracteriza. Y ahí nos dimos cuenta de que lo que teníamos que crear eran alternativas sostenibles de packaging.

P: ¿Cuándo nace Sheedo?

R: Todo esto empezó en 2013-2014 cuando comencé a estudiar la carrera. Era una carrera de emprendimiento, entonces ahí ya también se nos animaba desde el primer día a buscar ideas o a emprender. Estuvimos toda la época de la carrera, los cuatro años, desarrollando este proyecto, aparte de otros, y realmente la empresa la fundamos a finales de 2017. En octubre de 2017 nos graduamos, montamos la empresa, y desde entonces, hasta el día de hoy. Ahora mismo somos unas doce personas en la empresa.

P: ¿Cómo fueron los inicios de Sheedo?

R:  Los inicios fueron principalmente desarrollar el papel con semillas, que era el producto principal. Tuvimos muchísimos problemas porque al final es un producto tan manual que las semillas germinaban antes de tiempo, había semillas que no funcionaban. Fue un proceso largo de I+D. Y una vez teníamos el producto, fuimos desarrollando más productos. Hemos creado lápices que se plantan, bolis que se plantan, hemos hecho con papel cuadernos, calendarios, hemos hecho bombas de semilla, que es también otro producto para sembrar. Hemos ido creando más productos alrededor del “usar y plantar”, que es como nuestro lema y hemos creado esos productos que se suelen dar en ferias pero que sean hechos de manera responsable y plantables.

“Es muy esperanzador que todas las pequeñas marcas que nacen ahora llevan ya intrínseca en su ADN la sostenibilidad”

P: ¿Cuál es el reto sostenible que ataca su empresa?

R: El reto sostenible que más atacamos es la generación masiva de residuos porque al final compramos y consumimos tantas cosas a diario desde el momento que salimos de casa que creo que el problema más serio que tenemos es ese, que estamos creando islas de basura y nos está comiendo la basura por todas partes. Creo que eso es lo más importante y es un problema mundial muy grave. Y al final nosotros estamos aquí en nuestra sociedad cómoda, pero los países que se están en desarrollo lo sufren muchísimo más porque es donde se produce. Nosotros apostamos mucho por el trabajo local por intentar producir lo más cerca posible. También colaboramos con fundaciones, con personas con discapacidad intelectual, que hacen todo el montaje. Queremos poner a la persona en el centro del producto y saber quién lo ha hecho, por qué y qué historia tiene ese producto. Eso es lo que intentamos comunicar y lo que intentamos aplicar en todos los productos que creamos nuevos.

P: ¿Cómo ve la sostenibilidad en moda?

R: La sostenibilidad en la moda es muy complicada. El problema principal de la moda es el agua y también que tiene una cadena muy larga, desde la elección de la materia prima, hasta la producción, a cómo llega al almacén, a tienda, hasta cómo le llega al cliente final y luego el cliente qué hace con esta ropa cuando ya no se la pone. Son tantos los cambios que hay que hacer que es muy abrumador. Pero sí es muy esperanzador que todas las pequeñas marcas que nacen ahora llevan ya intrínseca en su ADN la sostenibilidad. El público también lo demanda cada vez más y la solución pasa por producir de manera más local, con materiales reutilizados y no generar más productos en este planeta. El problema mayor está cuando creces como empresa. El impacto medioambiental de enviar y de consumir online es enorme. Cuando una empresa de moda crece, también los precios tienen que ser más competitivos y todo se complica mucho más. Lo que falta son soluciones reales sostenibles. La moda es uno de los sectores que más factura, tiene muchísimo dinero y creo que debería, probablemente ya lo está haciendo, invertir en buscar soluciones reales. Hoy en día con la tecnología estoy segura de que se puede mejorar todo este proceso y sobre todo mejorar el proceso logístico interno de la producción hasta que llegue al cliente final.

P: ¿Qué papel juega el packaging en todo esto?

R: El packaging juega un papel muy importante porque como ahora estamos consumiendo tanto online todos los embalajes que recibimos están hechos de plástico. Se utiliza mucho el plástico porque realmente es el material que mejor protege la prenda, que no se mancha, no sufre daños. Realmente para el envío es lo mejor. Hay que investigar mucho en crear estos bioplásticos, en materiales que se puedan degradar. Nosotros hacemos más la última parte de la cadena que es más todo lo bonito, el envoltorio que recibe el cliente final, las etiquetas, hacemos etiquetas de papel con semillas, las cuerdecitas. Estamos más en la última milla, pero lo grande es todo lo previo de fábrica a almacén y todo el proceso interno que tiene.

P: ¿Qué retos tiene su proyecto de cara a futuro?

R: En Sheedo los retos que tenemos son seguir cambiando mentalidades, que es un poco lo que hacemos nosotros, hacer ver a las empresas la necesidad de hacer un cambio. Los cambios siempre son muy difíciles y a las empresas les cuesta mucho, especialmente si les toca el bolsillo, entonces lo que queremos hacer es concienciar tanto a las empresas como al consumidor final, que ya también cada vez lo demanda más, y crear más alternativas sostenibles reales. Lo que vemos mucho es que existen soluciones sostenibles, pero no son alternativas reales por el precio, por la calidad, por la durabilidad, pues tampoco es eso, crear productos que sean exactamente igual que productos que no lo son. Y nuestro objetivo es crearlos e igualarlos en precio, que es al final lo más importante. Entonces, el reto en sostenibilidad está en igualar precio, calidad y diseño.

P: ¿Cómo se imagina el sector de la moda en treinta años?

R:  La moda en treinta años debería ser circular, porque, como comentaba antes, estamos produciendo tantos residuos que deberíamos ser capaces de reutilizar todo lo que tenemos en el armario. Yo soy la primera que tengo muchísima ropa que no me pongo porque al final mi cuerpo no ha cambiado. Me encantaría que hubiera una solución real para poder decir convierto mi ropa y la transformo en cosas nuevas adaptadas para dar una segunda vida a las prendas que tenemos en casa.