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El fantasma del ‘brick’ asusta a Latinoamérica: los gigantes empiezan a cerrar en Bogotá

En los últimos meses, titanes como Nike, Forever21 o Tommy Hilfiger bajaron la persiana de tiendas insignia en la capital colombiana, por el impacto de la crisis de la moda que sufrió el país en 2017. 

M. Cantini

21 mar 2018 - 00:00

El fantasma del ‘brick’ asusta a Latinoamérica: los gigantes empiezan a cerrar en Bogotá

 

 

¿La crisis del brick llega a Latinoamérica? Mientras que en Estados Unidos y Europa los gigantes de la moda cierran tiendas por el avance del ecommerce, Latinoamérica parece posicionarse como la nueva meca del retail. Sin embargo, Colombia ha experimentado en los últimos meses el cierre de tiendas emblemáticas como el flagship store de Nike en Bogotá o el establecimiento de Forever21 en el centro comercial Santa Fe.

 

Pero, en un país donde el ecommerce aún no ha alcanzado una alta penetración como en México o Brasil, ¿por qué las empresas de moda se repliegan en el país cafetero? La crisis en Colombia se remonta a mediados de 2016, cuando el paro camionero de 45 días afectó las actividades comerciales y de logística de las compañías de consumo.

 

Sumando a la crisis del transporte, Colombia sufrió las consecuencias climáticas del fenómeno del Niño, que afectó la producción local de agricultura. En febrero de 2017, el Gobierno colombiano puso en marcha la reforma tributaria que marcó un incremento del 3% del IVA, ocasionando que los consumidores locales priorizaran las compras por productos de primera necesidad.

 

 

 

 

La baja en el consumo ocasionó que las compras en los centros comerciales se redujeran considerablemente. De acuerdo con la agencia Raddar, durante los seis primeros meses de 2017, las ventas en los complejos colombianos alcanzaron ventas cercanas a los 19 billones de pesos (3.136 millones de dólares), un 9,5% menos que en el mismo periodo del año anterior.

 

Aunque las ventas cayeron, las visitas a los complejos mantuvieron el ritmo. Centros comerciales como Unicentro y Santa Fé en Bogotá, Chipichape en Cali y El Tesoro en Medellín encabezan el ranking del mayor número de visitas con cerca de dos millones de visitantes por mes, según la Federación Nacional de Comerciantes de Colombia (Fenalco).

 

A pesar del ajuste de los precios, los colombianos no dejaron de ir al mall. De acuerdo a Fernando Palma, director de comunicaciones de Neos Group, el fenómeno se explica en que “los compradores ven el hecho de ir a vitriniar como un plan de entretenimiento muy económico, especialmente los fines de semana y aunque no vayan a comprar, están acuden igual al centro comercial”.

 

 

 

 

Frente a este panorama, las empresas internacionales de moda se vieron afectadas, no sólo por la caída del consumo, sino por el alza en los alquileres de locales en centros comerciales o en tiendas a pie de calle. La oleada de cierres en Colombia se inició en 2016, cuando varios gigantes del sector se retiraron del mercado colombiano, como los casos de Gap, Ripley o Aéropostale.

 

Este año, la mala racha ha afectado nuevamente a las compañías internacionales de moda, quienes han sido las protagonistas de los principales cierres. Según un estudio de Kantar Worldpanel, los colombianos se decantaron por comprar más marcas nacionales como Gef, Ela y Arturo Calle, frente a las extranjeras. De acuerdo, con el análisis, el 74% de las empresas de moda que operan en el país son colombianas.

 

Las empresas internacionales mueven sus fichas

En varios complejos colombianos, compañías internacionales como Tommy Hilfiger y Nautica, entre otras, han cerrado algunos de sus puntos de venta en Bogotá, azotadas por el aumento del IVA y prosiguiendo el plan de reestructuración que están desarrollando en otros países del mundo.

 

El año pasado, Chevignon bajó dos marchas en Bogotá. La compañía francesa cerró el establecimiento con el que operaba en el centro comercial Bulevar Niza, así como el punto de venta que sumaba en el complejo San Rafael. Sin embargo, la compañía potenció su presencia en Cali, con la apertura de una tienda en Chipichape.

 

Tommy Hilfiger cerró la tienda con la que operaba en el centro comercial Hacienda Santa Barbara. El local estaba ubicado en el segundo piso del complejo bogotano y compartía espacio con empresas como Esprit, Fuera de Serie y Cueros Vélez, entre otras. Con este cierre, la empresa estadounidense suma seis puntos de venta en la capital colombiana, donde tiene presencia en centros comerciales como Unicentro y Gran Estación, entre otros.

 

Recientemente, Nautica se sumó a la lista de empresas internacionales que han dado marcha atrás en Bogotá. La compañía estadounidense, propiedad de VF Corporation, ha bajado la persiana del punto de venta con el que operaba en el centro comercial Titán Plaza, en Bogotá.

 

Sin duda, uno de los cierres del que más se ha hecho eco es el de la macrotienda de 1.500 metros cuadrados de Forever21, en el centro comercial Santa Fe, en Bogotá. Nike tampoco fue ajeno a la crisis del retail en la capital colombiana. El gigante estadounidense cerró las puertas de la tienda de 700 metros cuadrados con la que operaba en la calle 116, al norte de la ciudad.