Entorno

El Mercosur cambia sus reglas para proteger la industria textil

La entrada en vigor de las nuevas políticas arancelarias del tratado, conformado por Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay y Paraguay, buscan fortalecer la industria de la región, potenciando los negocios y evitando el contrabando.

M. Cantini. Medellín

24 ene 2018 - 00:00

El Mercosur cambia sus reglas para proteger la industria textil

 

 

El Mercosur protege la industria latinoamericana de la moda. A finales de 2017, el tratado comercial decretó nuevas políticas arancelarias, que regirán para el comercio de productos textiles, fibras y calzado, entre Brasil, Colombia, Argentina, Uruguay y Paraguay. 


Los beneficios del nuevo tratado se traducen en la eliminación de los aranceles para los insumos, fibras, prendas de vestir y calzado, de productos locales y que confirmen las reglas de origen. Con la puesta en marcha de estas nuevas reglas de juego, el Mercosur busca construir un gran bloque comercial que permita consolidar la económica de la región, respetando los procesos individuales de cada país e integrando moda, sostenibilidad y tecnología, entre otros aspectos.

 

La nueva dinámica comercial consiste en la prevención y lucha del contrabando, exigiendo condiciones más equitativas para la entrada de productos y disminuyendo así la entrada a la región de mercancía de manera ilegal y la subfacturación.  

 

 

 

 

Brasil y Colombia buscan alcanzar los 4.000 millones de dólares en exportaciones entre los dos países durante los próximos años, según informaron representantes del Gobierno de Brasil, en la edición número 30 de Colombiatex de las Américas. 

 

Colombia es uno de los principales destinos para la industria textil de Brasil. En 2017, el 45% de las exportaciones de moda brasileñas tuvieron como destino el mercado cafetero. Actualmente, Brasil es el cuarto proveedor de algodón para Colombia.

 

Por otro lado, el mercado brasileño es el décimo destino para las exportaciones de moda colombianas. A cierre de 2017, las ventas de prendas de vestir y productos textiles cafeteros en Brasil, alcanzaron los 90 millones de dólares, según Procolombia.