Savage: diseño a medida y ‘made in Spain’ para reinventar el maletín de la ministra

Hace diez años que Adrián Salvador y Lucas Zaragosi decidieron salirse de la ruta habitual para un diseñador español de moda. Renunciaron a hacer tour de ferias, a vender por Internet y a hacer prêt-à-porter para crear un estudio de diseño en Valencia, que compaginan con su propia marca. ¿Su último proyecto? Rediseñar el maletín de la ministra de Educación por encargo de una organización sin ánimo de lucro.

Desde Estudio Savage, los dos creativos realizan diseño de producto, branding y comunicación y han trabajado para marcas como Bershka, Hennesy o Singularu. En el estudio trabajan cuatro personas (modistas, patronistas y el equipo de diseño) y el resto son freelance o colaboraciones. Para la producción, la compañía trabaja con pequeños talleres locales.

La marca, Savage, sirve como “un escaparte”, dice Salvador. “Empezamos, como todos, yendo a ferias internacionales, pero no nos sentíamos cómodos”, recuerda el creativo. “Producir por anticipado supone unos costes enormes y no nos gustaba no conocer a nuestra clienta final”, apunta.

Savage echó a andar hace diez años y tiene su sede en Valencia

Hace diez años, los emprendedores dieron un giro al modelo y se centraron en la producción de prendas atemporales y sólo bajo demanda. En su tienda de Valencia, la única que tiene la firma, hay sólo un muestrario de entre cuarenta y cincuenta prendas para mujer y las clientas acuden con cita previa.

Cuando hay un encargo, la producción tarda alrededor de una semana y media. Además, la clienta puede encargar también una prenda completamente de cero. Este es el único punto de venta de la marca y el objetivo de Salvador es que continúe siendo así. Online, la firma vende únicamente pequeñas líneas de accesorios que desarrolla ocasionalmente.

En Estudio Savage, por su parte, los proyectos van desde organizar la apertura de una tienda para gran cadena hasta diseñar una colección completa de bolsos para una firma independiente.

El maletín de la ministra

Su último proyecto ha sido rediseñar el maletín de la ministra de Educación para una campaña de la organización Yolibre, que defiende el derecho a la libertad de educación. “Es un producto tan importante que hasta se hacen una fotografía con él, y luego no lo vuelven a usar”, apunta Salvador.

“Es un diseño fantástico, pero no sigue unos códigos contemporáneos como la funcionalidad”, señala. El equipo se centró en las cualidades de un profesor, como la resiliencia, la flexibilidad, la pluralidad, y las trasladó al nuevo diseño. El resultado fue una mochila de piel con bandolera y asa de mano y detalles en monocromo. Yolibre planea enviar la cartera a la ministra con cartas de familias “que no han podido elegir la educación integral de sus hijos”.