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Enrique Bujidos (PwC): “Sigue utilizándose el concurso para liquidar, no para reestructurar”

Responsable en reestructuraciones en la consultora, Bujidos considera que en Europa es mucho más común que en España utilizar el procedimiento concursal para reestructurar.

S. Riera

18 ene 2018 - 04:34

Enrique Bujidos (PwC): “Sigue utilizándose el concurso para liquidar, no para reestructurar”

 

Enrique Bujidos es responsable en reestructuraciones en PwC. Licenciado en Administración de Empresas, Bujidos lleva cerca de treinta años como asesor en el ámbito de operaciones de reestructuración y como administrador concursal. El directivo es también miembro de la ejecutiva de transacción de PwC, además de vocal del Registro de Actuaciones Judiciales del Instituto de Auditores Censores Jurados de Cuentas de España. Según Bujidos, en España continúa utilizándose el concurso para liquidar, en vez de reestructurar, que es su principal función.

 

Pregunta: Se da por sentada la recuperación económica en el país, pero en el conjunto de la economía española los procesos concursales han dejado de disminuir. ¿Es significativo?

Respuesta: La impresión que tengo es que si miramos el histórico, y teniendo en cuenta que ha habido cambios en la legislación, que España se sitúe por debajo de 4.000 procedimientos al año entra dentro de la normalidad.  No debe preocuparnos: en 2013, aún durante la crisis, hubo 8.700 concursos.

 

P.: ¿Continuarán descendiendo este año?

R.: Sobre los 4.000 concursos es una cifra con la que se convive de manera recurrente en una economía sana. Si bien es cierto que antes de la crisis, en los años 2006 ó 2007, había menos de mil y ahora los habríamos multiplicado por cuatro. Pero no es una mala noticia, sobre todo si nos comparamos con nuestros vecinos europeos.

 

 

P.: ¿Qué ocurre en Europa en materia concursal?

R.: En España, la primera conclusión que debemos sacar es que se continúa utilizando el concurso de acreedores para liquidar, pero no para reestructurar. En Europa es más recurrente, está más normalizado.

 

P.: ¿Dice que en España no se utiliza este procedimiento para lo que realmente fue pensado?

R.: Lo cierto es que en España, para las reestructuraciones, se han venido utilizando mecanismos alternativos a la herramienta concursal, que es bastante lenta y no es amigable con lo que se pretende, entre otras cosas, porque se pierde el control de la sociedad.

 

P.: ¿La lentitud es el principal freno?

R.: Uno de ellos. En España, un procedimiento concursal puede durar años dependiendo del juzgado. Si fuera más rápido y fuera más profesional acudirían empresas más grandes para resolver sus problemas. De hecho, la ley ha ido incluyendo otras herramientas, como los acuerdos preconcursales, por ejemplo, con el fin de agilizar el procedimiento y evitar ir a concurso. Con el pre concurso se da cobertura legal a un pacto con los acreedores fuera de concurso.

 

 

P.: No obstante, el grueso de los concursos en España son voluntarios…

R.: Sí, son las propias empresas las que lo solicitan para tener cobertura legal. El concurso necesario viene instado por un acreedor y esto es bastante poco común en nuestro país.

 

P.: Dos terceras partes de los concursos corresponden a empresas que facturan menos de cinco millones…

R.: Observamos que la mayoría de empresas que van a concurso son pymes y que, además, llegan vacías de activos. Sobre el 14% de estas dos terceras partes ni siquiera hay datos.

 

P.: ¿Es más difícil la supervivencia en las pymes?

R.: No es que sea más difícil. La herramienta se utiliza en empresas con poco activo y, en esto, el tamaño sí importa y es uno de los principales problemas de los que adolecen las empresas españolas. El tamaño relativo de la pyme española es menor que el de la pyme alemana, por ejemplo. Y de hecho, el tamaño influye en todo.

 

 

P.: ¿El textil sigue esta línea general?

R.: En 2005, por ejemplo, el textil generó el 11% de todos los concursos en España, mientras que desde 2010 representan el 4%. La parte de producción, por ejemplo, tuvo una mayor relevancia entre 2005 y 2010. Ahora, en cambio, el porcentaje relevante está en la distribución.

 

P.: ¿Son los procesos concursales significativos respecto a la evolución de los sectores?

 R.: En el caso del textil, nos encaja con la tendencia general, pero no debemos evitar sacar conclusiones generales de ellos. La moda es un sector atractivo, el consumo repunta, pero, en cambio, concentra sus concursos en el comercio. No es significativo. Piense que a los juzgados llega lo peor.