Equipamiento

Tintoremus, la ‘start up’ de Clemente Cebrián, abre su capital y vuelve a salir al mercado

El proyecto se centra en la producción de tintes naturales y sostenibles cultivados en el campo extremeño. La compañía, que ya ha recaudado 400.000 euros en una primera ronda, apunta ahora a alcanzar el millón de euros. 

Tintoremus, la ‘start up’ de Clemente Cebrián, abre su capital y vuelve a salir al mercado
Tintoremus, la ‘start up’ de Clemente Cebrián, abre su capital y vuelve a salir al mercado
La compañía se ha centrado en asentar el cultivo de la planta del índigo, empleada habitualmente para tintar el tejido denim.

Celia Oliveras Castillo

16 abr 2024 - 05:00

Tintoremus quiere escalar su negocio. La compañía española de tintes naturales, que inició su trayectoria como un proyecto de El Ganso y está impulsada por Clemente Cebrián, abre su capital con la incorporación del family office Avoriaz y del inversor Jorge González. La empresa ha captado 400.000 euros en una primera ronda de financiación y, ahora, ha vuelto a salir al mercado en busca de una segunda ronda, con el objetivo de captar un mínimo de 600.000 euros y un máximo de un millón de euros.

 

La compañía, que comenzó su desarrollo como un proyecto de El Ganso pero que desde 2022 cuenta con una sociedad independiente, dedicará estos recursos a investigación y desarrollo. Los fundadores de la empresa, Clemente Cebrián y Lola López (que ha trabajado en compañías como Tendam o El Corte Inglés), mantienen el control del accionariado y el objetivo es mantenerlo tras la segunda ronda.

 

Tras haber comenzado con la plantación de índigo el año pasado y haber empezado la comercialización en 2024, Tintoremus tiene ahora una hoja de ruta que pasa por aumentar su volumen de producción, el lanzamiento de una marca propia de denim, y comercializar una cartera de color más amplia. La start up espera alcanzar el punto de equilibrio a lo largo de 2025.

 

 

 

 

Hasta ahora, la compañía se ha centrado en asentar el cultivo de la planta del índigo, de donde se extrae una sustancia colorante de color azul oscuro empleada habitualmente para tintar el tejido denim. Este fue precisamente el objetivo con el que nació Tintoremus, y por el que empezaron a producir las semillas de esta planta en dos hectáreas de terreno ubicadas en Talayuela (Cáceres).

 

Desde entonces, el proyecto ha aumentado su superficie de plantación hasta las diez hectáreas con las que opera actualmente, de las que extraen suficiente tinte como para teñir, de media, unos 20.000 artículos, dependiendo del tamaño de cada uno.

 

La temporada de cultivo del índigo, de hecho, comenzará a partir de junio, cuando empezarán los “cortes” de las plantas (de los que pueden llegar a hacer hasta cuatro) y que se alargará hasta octubre. El material recogido de estos cortes es enviado a una nave de extracción de pigmentos ubicada en los alrededores, donde los trabajadores extraen finalmente el tinte azul.

 

Para llevar a cabo todo el proceso, el proyecto cuenta con una plantilla de once personas, tanto a tiempo completo como parcial, conformada en su mayoría por responsables de sostenibilidad, ingenieros agrónomos o diseñadores. A parte de su plantilla, Tintoremus gestiona sus campos y ofrece un régimen de alquiler a los agricultores, por el que les aseguran la rentabilidad.

 

 

 

 

De cara a 2024, sin embargo, Tintoremus prevé ampliar el volumen de producción, y alcanzar las 500.000 plantas de índigo a lo largo del año, lo que elevará su capacidad de producción. Además de esta ampliación, Cebrián explica que también comenzarán una primera prueba de cultivo en Navalcuerno (Ciudad Real), donde la empresa plantará hasta 3.000 plantas nuevas, y está estudiando diferentes localizaciones en el norte del país.

 

Además de crecer en volumen, el proyecto ha comenzado a expandirse hacia otros colores, más allá del azul índigo, que ya se ha convertido en su imagen de marca. Concretamente, desde Tintoremus ya han empezado a plantar otras semillas, de las que podrán extraer otros colores, como el amarillo. Además, en un modelo un poco diferente, el proyecto ha comenzado a comprar deshechos de granadas y cebollas del sector de la agricultura, de donde están trabajando para extraer otros colores.

 

Según explica Cebrián, estas nuevas líneas están en proceso de prueba, pero se espera que puedan comercializarse tan pronto como en 2025, ya que requieren de procesos de extracción del color más sencillos que el del índigo.

 

Estos objetivos forman parte de la estrategia de expansión de Tintoremus, que hasta el momento ha basado su negocio en dos líneas: colaboraciones cápsulas con diferentes marcas y la venta del tinte directamente a las empresas.

 

 

 

 

A partir de este año, además, Tintoremus lanzará una marca de denim sostenible propia, bautizada como The Sttudio. La primera colección, correspondiente a la de primavera-verano 2025, se presentará próximamente en las diferentes ferias del sector, y según ha explicado Cebrián, comercializará prendas tanto para mujer como para hombre, por un precio medio de 100 euros.

 

Las aplicaciones del tinte del proyecto, sin embargo, van más allá del sector de la moda, y aunque en menor medida, Tintoremus también comercializa sus tintes naturales a empresas del sector farmacológico y cosmético, y se puede utilizar como tinte de impresoras y colorante alimenticio.

 

“En Tintoremus buscamos generar no sólo beneficios económicos sino también crear valor social y medioambiental para la comunidad”, asegura Cebrián. El proyecto, que utiliza los cultivos antiguamente destinados a la producción de tabaco que están actualmente abandonados, ofrece a los agricultores sus parcelas para cultivar, y asegura el uso de métodos sostenibles.