Equipamiento

Belda Llorens recupera ventas pre-Covid, pero alerta del impacto de la escalada de costes

La compañía ha crecido un 70% en el último ejercicio y encara los 26 millones para este año, pero alerta de que la subida de costes en toda la cadena de valor tendrá que terminar trasladándose al cliente. 

I. P. G.

4 feb 2022 - 04:48

Belda Llorens recupera ventas pre-Covid, pero alerta del impacto de la escalada de costes

 

 

“Nadie quiere aceptar una subida de precios, pero si no se acepta, se parará”. Así de contundente se muestra Francisco Mataix, director general de la compañía de hilatura Belda Llorens. La empresa ha recuperado ya los volúmenes de ventas previos al Covid-19, pero acusa, igual que toda la industria, la creciente presión de costes que, según Mataix, tendrá que terminar trasladándose al cliente.

 

Belda Llorens ha cerrado el ejercicio 2021 con una facturación de 22 millones de euros, un 70% más que el ejercicio anterior. Este año, la compañía prevé alcanzar los 26 millones de euros en ventas.

 

“La sostenibilidad es ya una realidad, una obligación por normativa, y eso se ha trasladado también a un aumento de los pedidos”, apunta Mataix. “Pero eso ha ido acompañado en el último trimestre por la locura tanto de las materias primas como del coste energético, que el mercado es incapaz de absorber”, matiza.

 

El directivo descarta que la situación se normalice en los próximos meses y subraya que afecta a toda la cadena de valor. “El poliéster depende del petróleo; los acabados, del gas; la cosecha de algodón en India ha sido menor, el algodón reciclado está disparado… Es una amenaza muy importante”, explica.

 

 

 

 

La escalada de costes ha impactado también a los materiales sostenibles como el poliéster o el algodón reciclado, tradicionalmente más baratos. “Los residuos preconsumo son productos muy baratos, pero si el contenedor vale ahora 12.000 dólares, cuesta más el porte que la mercancía; eso, unido a la demanda interna en países asiáticos, ha disparado el precio, hay menos disponibilidad y hay tensión en la cadena de suministro”, clama Mataix.

 

La respuesta de Belda Llorens a este difícil contexto es acelerar un proceso que lleva años en marcha: su apuesta por convertirse en una marca ingrediente a través de marcas como Ecolife by Belda Llorens o Good Earth Cotton. “Los retailers quieren saber más de los proveedores y utilización de materiales”, apunta Mataix.

 

Belda Llorens cuenta con una fábrica de 65.000 metros cuadrados, ubicada en Alicante y con capacidad para producir 6,5 millones de kilos de hilo al año, y factura unos 22 millones de euros. El 95% de sus productos se encuentran bajo criterios sostenibles y está amparada bajo certificaciones reconocidas a escala global, como Better Organic Cotton, Global Recycled Standart o Oeko Tex.