Nueva etapa del salón textil de Barcelona

El Salón Textil Internacional de Barcelona (STIB) abrió ayer las puertas en el Palacio de Congresos de Cataluña, su nueva sede, a la que se ha trasladado desde la Llotja de Mar, su lugar de convocatoria durante siete años, para ganar más espacio. Desde la organización explican que el encuentro mantiene la misma filosofía, el mismo espíritu y la misma estructura de siempre. El cambio permite ampliar el número de expositores hasta 46 y, aunque no lo digan de manera explícita, abre las puertas a la posibilidad de sumar los otros dos encuentros comerciales de tejidos que se celebran en Barcelona por las mismas fechas: el Salón Textil del Mediterráneo y Galería Textil.El STIB reúne agentes y representantes españoles de tejidos, sobre todo italianos. Su número de participantes y de visitantes acostumbra a mantenerse estable porque es un grueso que forman las mismas empresas organizadoras del evento y sus clientes. Su funcionamiento es diferente al del resto de salones textiles europeos, porque los visitantes del STIB ya han visto las colecciones en Première Vision (París) o en Milano Unica y acuden aquí para acabar de materializar el pedido. Los organizadores llevan un par de temporadas quejándose del acceso de visitantes que consideran indeseados, aquellos que van en busca de ideas para copiarlas.