Dogi es una textil especializada en la producción de tejido elástico para el íntimo y el baño. Con sede en El Masnou (Barcelona) es propietario también de un planta en la localidad estadounidense de Greensborough. Desde 2014 está controlada por el fondo de inversión Sherpa Capital.
El grupo industrial ha cerrado los primeros seis meses del ejercicio con una cifra de negocio de 22,3 millones de euros y números rojos de 5,8 millones de euros. La empresa atribuye el resultado al entorno inflacionista.
El grupo textil, propietario de Dogi, ha adquirido la empresa portuguesa especializada en producción de prendas de lujo en una operación valorada en 225.000 euros. La adquisición permitirá incrementar la capacidad productiva de su unidad de prendas de lujo en un 20%.
La compañía industrial destinará este nuevo centro, que está todavía en fase de proyecto, a las tecnologías de aplicación del método Greendyes. La elección de la ubicación se debe, entre otros motivos, a la cercanía con sus fábricas de Braga (Portugal).
Esta reestructuración irá acompañada de un cambio de nombre en dos empresas. La antigua Ritex pasará a llamarse Nextil Elastic Fabrics Europe, mientras que Treiss pasará a ser Nextil Premium Garments.
La compañía facturó 30,2 millones de euros, por debajo del mismo periodo del año pasado, pese a más que duplicar las ventas en el segundo trimestre. Las pérdidas se situaron en 2,4 millones de euros.
La nueva planta, de 25.000 metros cuadrados, estará en funcionamiento en el primer trimestre de 2023 y se encontrará en un lugar estratégico a treinta minutos de la Ciudad de Guatemala.
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La compañía ha reducido costes indirectos en Dogi Spain y en EFA con una reorganización de en torno a sesenta personas, así como la unificación de un departamento de creación y técnico.
La compañía textil, que basa su crecimiento en las adquisiciones, se ha visto afectado por el frenado de las ventas de moda en el segundo semestre de 2017.
La compañía atribuye el descenso al impacto del Covid-19, aunque apunta que el lujo y el deporte técnico se están recuperando de manera “muy acelerada”.
A finales del año pasado, Sherpa inyectó más de ocho millones de euros en el grupo, que tiene un fondo de maniobra negativo, a través de un préstamo participativo.
La compañía registró un ebit negativo de 460.000 euros, aunque el ebitda se mantuvo en positivo. La facturación se situó en 44,6 millones de euros entre enero y septiembre.
El nuevo proyecto, denominado Play the Best, cuenta con su propia dirección comercial y estará destinado al desarrollo de prendas para el sector técnico premium y de lujo.
El periodo de exclusividad ya ha terminado pero la empresa asegura que continúa en negociaciones para “entender el impacto que puede tener el Covid-19 en su negocio”.
El dueño de Dogi ha finalizado el ejercicio con una cifra de negocio de 93,7 millones de euros. El grupo ha registrado unas pérdidas de 8,9 millones de euros.
La junta de accionistas de la empresa aprobó en junio una emisión de 10,8 millones de obligaciones con el objetivo de financiar su estrategia de adquisiciones.
Nextil ha finalizado el periodo, comprendido entre junio y septiembre, con unas ventas de 71,9 millones de euros, frente a los 56,2 millones de euros del mismo periodo del año anterior.
En conglomerado textil propiedad de Sherpa Capital tomó una participación mayoritaria de Greeendyes Research Lab, el propietario de esta fórmula, a principios de año.