Opinión

La moda sigue globalizando

Gabriel Farías

24 jun 2018

La moda sigue globalizando

 

 

A pesar del auge de los nacionalismos, la retórica aislacionista y la supuesta vuelta a la producción local, la globalización de la moda no se detiene. Una fase nueva de globalización caracterizada por el crecimiento exponencial del ancho de banda transfronterizo, la conectividad y el flujo de datos digitales alteran el campo de juego global y da a ciertos jugadores de la industria de la moda una importante ventaja competitiva.

 

De acuerdo al informe The State Of Fashion 2018 | BOF & McKinsey (sobre el que recomiendo leer mi anterior artículo: Fuerzas que implosionan y reestructuran la moda) en esta nueva realidad mundial, la globalización ha ido adoptando cierta connotación negativa.

 

A nivel global, se observa una retórica cada vez más nacionalista en el debate público, lo que lleva a la postura proteccionista adoptada por muchos países con iniciativas como Made in America ​​y Made in China 2025. La consecuencia práctica de esto es un cambio en las alianzas comerciales globales, que obviamente alteran la dinámica del comercio mundial.

 

 

Deslocalización vs Relocalización

Los efectos de estas medidas proteccionistas, combinadas con el aumento de los costos laborales en muchos centros de fabricación tradicionales y las nuevas tecnológicas (automatización y robotización), podrían hacer que la vuelta a la producción local sea comercialmente más viable para las empresas de moda en los EE. UU. y en Europa.  

 

 

 

 

Según la encuesta Apparel CPO Survey de McKinsey, más de un tercio de los jefes de compras encuestados dijeron que esperan que sus empresas hagan un mayor uso de la relocalización. Al mismo tiempo, el consumo se ha desplazado hacia los centros de fabricación del mundo, las marcas locales y los minoristas en China e India están creciendo y con ello la base de producción local para el mercado doméstico y el comercio regional.

 

 

¿Globalización sí, o globalización no?

La consultora internacional cree que la mayoría de los informes sobre la disminución de la globalización son, como mínimo, exagerados. Incluso, con el aparente aumento del comportamiento aislacionista en algunos países, la globalización no se está estancando. Por el contrario, estamos entrando en una nueva fase de este proceso, impulsada por la conectividad digital y el flujo de datos y esto conducirá a una conectividad global mucho mayor; no menor.

 

El ancho de banda transfronterizo ha aumentado aproximadamente ochenta veces desde 2005 y las previsiones indican un crecimiento de otras cinco veces en los próximos cuatro años. Surgirán nuevas formas de conectividad. Por ejemplo, el 40% de los dispositivos y conexiones globales en 2019 serán de máquina a máquina, de acuerdo con una estimación de Cisco.

 

 

 

 

El ‘big data’ y su análisis

Una parte importante de este flujo global de datos es el tráfico interno de la compañía. Esto incluye hacer transacciones, rastrear información y comunicarse internamente, con proveedores y con prestadores de servicios. Durante muchos años, las grandes compañías establecidas disfrutaron de ahorros de costos al construir sus propios sistemas para hacer frente a estas interacciones transfronterizas, que eran costosas para las empresas más pequeñas.

 

Pero el reciente aumento exponencial en la conectividad ha traído una serie de nuevas formas de interactuar a través de las fronteras que son económicas y abiertas a todo tipo de empresas, desde sistemas operativos hasta mercados y redes sociales.

 

 

 

 

Las personas también juegan un papel importante en esta nueva globalización digital. Más de 900 millones de personas tienen conexiones internacionales en las redes sociales y se estima que los consumidores gastarán un billón de dólares en comercio electrónico transfronterizo para 2020.

 

Los ecosistemas en línea más grandes, como Facebook, YouTube, WeChat y WhatsApp, han construido bases de usuarios equivalentes al tamaño de las poblaciones de algunos países. Entre 2013 y 2015 el número de PYMES en Facebook alcanzó aproximadamente los 60 millones.

 

La aparición de estos ecosistemas no solo ha mejorado la transparencia y la eficiencia de los mercados mundiales, sino también ha democratizado la conectividad global al reducir los costos de la comunicación internacional y las transacciones.

 

 

Industria de la moda globalizada

Esta creciente conexión global está impulsando la intensidad competitiva en la industria de la moda. Es probable que disminuya la ventaja que las empresas establecidas disfrutaron como resultado de sus activos, desde la infraestructura de distribución física hasta los sistemas patentados para la comunicación transfronteriza.

 

 

 

 

En 2018, más empresas de moda aprovecharán las oportunidades para ingresar a nuevos mercados, ya que la conectividad permite el acceso a clientes en todo el mundo a través de plataformas propias o de terceros.

 

Las empresas ingresan a nuevos mercados sin establecer una presencia física significativa. Las ramificaciones de la conectividad global son especialmente importantes para los nuevos actores de la moda, que ahora tienen el potencial de alcanzar escala global y convertirse en "micromultinacionales".

 

 

Manufactureros asiáticos reconvertidos a marcas de la moda

El informe sigue señalando, y la realidad lo confirma, que las empresas manufactureras de Asia han ido desarrollando marcas propias y llegando directamente a los consumidores globales. Los actores de la moda establecidos ya no están protegidos por las ventajas tradicionales. Ahora, deben esperar una competencia cada vez mayor de todos los rincones del planeta y de una gama muy amplia de organizaciones.  

 

Por supuesto, las marcas ya establecidas en los mercados también se beneficiarán de la creciente conectividad. Pueden simplificar sus operaciones globales existentes y las comunicaciones internas a través de la conectividad virtual y de sistemas mejorados para acceder a la información en tiempo real.

 

 

 

 

Los nuevos emprendedores pueden aprovechar los ecosistemas digitales de la misma manera que las empresas más pequeñas, obteniendo acceso a clientes de todo el mundo, especialmente a aquellos en segmentos nuevos o en mercados de rápido crecimiento.

 

 

Colaboración digital y ‘blockchain’

Los nuevos modelos de colaboración digital entre las empresas de la moda y sus proveedores y prestadores de servicios extranjeros pueden mejorar la transparencia y la eficiencia. La tecnología blockchain puede facilitar aún más la trazabilidad y la confianza en toda la cadena de valor.

 

Las empresas podrán aprovechar las ideas, las tendencias y los grupos de talentos a nivel mundial de forma más rápida y eficiente, desde ideas de innovación colectivas en línea hasta conexiones virtuales con talentos creativos o de otro tipo al otro lado del mundo.

Gabriel Farías

Gabriel Farías

Gabriel Farías Iribarren -www.gabrielfariasiribarren.comes un profesional de la industria de la moda con una importante experiencia internacional en aprovisionamiento, compra y producción de textiles y accesorios en Latinoamérica, Europa, Asia y África. Gestor creativo y resolutivo, con enfoque estratégico y orientado a resultados, ha liderado importantes procesos de crecimiento empresarial y reducciones de costes. Autodidacta, muy curioso e inquieto desde muy temprana edad, ha combinado sus dos pasiones: el mundo corporativo y la moda.