Grandes pequeñas cosas de moda
20 jul 2016
En las cajas de los supermercados suelen exponerse una serie de pequeños productos: caramelos, chicles, pastillas para la garganta, chucherías para los niños, etc., que normalmente atraen la atención de la clientela que acaba añadiéndolos a su carro o cesto de la compra. Son productos accesorios que añaden poco al volumen de la compra aunque su aportación a los resultados siempre suele ser algo más alta.
En las tiendas de moda, existe normalmente un apartado dedicado a los complementos. Los mismos se conciben, como su nombre indica, como complementarios a las prendas de vestir, que son la base del negocio. Estos complementos ofrecen una amplia gama de artículos, en especial en el campo femenino, como pañuelos, fulares, cinturones, sombreros, bolsos o zapatos, aunque también se muestran perfumes, relojes, bisutería, gafas de sol, etc.
En la visión del consumidor, los complementos han pasado de ser algo que se añadía a una compra más importante de vestuario a un artículo que puede sustituir dicha compra en periodos de crisis, cuando el presupuesto personal no llega para todo. Así se puede utilizar un vestido de la temporada pasada pero añadiendo un complemento a la última moda que proporciona una imagen más moderna y actual. De esta manera, el artículo accesorio se convierte en principal en algunos casos.
Esta tendencia, apreciable en distintos niveles del mercado, desde el lujo al bajo precio, ha propiciado un aumento de la presencia de los complementos en las tiendas apoyada por la importante oferta existente, en especial la asiática, a precios muy competitivos.
Entre las principales cadenas de moda, los complementos han aumentado también su papel como potenciadores de la imagen de la marca y así han ampliado su oferta y su superficie de venta. Es destacable el caso de Uterqüe, que nació como cadena de complementos en el grupo Inditex en 2008, aunque progresivamente ha ido incorporando colecciones de prendas con un diseño propio de un nivel superior al de Zara, la referencia del grupo gallego en moda femenina.
Por otra parte, se han desarrollado cadenas de tiendas especializadas en los complementos, recordemos casos como Misako, con 200 tiendas en todo del mundo que ofrecen bolsos a precios asequibles, el relanzamiento de Dayaday en manos de la familia Tous o el reciente impulso de la firma lusa Parfois, con presencia en los ejes comerciales más emblemáticos de Madrid y Barcelona.
Otros pequeños productos de vestir son los accesorios: cremalleras, botones, cintas, etc., que cada día más se ajustan a las tendencias de la moda.
El mercado de complementos y accesorios que se venden en los canales de vestuario suma al año unos 1.000 millones (5,5% sobre el total de prendas), siendo los textiles los de mayor importancia (un 60% del total), ya que otros productos, como el calzado, la marroquinería, la perfumería, la óptica, etc., tienen canales propios especializados por los que distribuyen buena parte de sus ventas. Sin embargo, cada día más los consumidores saltan de un canal a otro cuando las ofertas son interesantes o predominan las compras por impulso sobre las planificadas. Eso sin contar con la creciente presencia del ecommerce en este campo que puede cambiar los hábitos de los consumidores y alterar la importancia de los canales.
Los complementos textiles han evolucionado en paralelo al mercado de prendas en los años de la crisis entre 2007 y 2014. La actual recuperación del consumo de vestuario también ha favorecido a los complementos por lo que son de esperar diversos movimientos empresariales en este subsector, muchas veces poco valorado, pero sin duda más importante de lo que parece.

Víctor Fabregat
Víctor Fabregat capitaneó durante veinticinco años el Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc), organismo sin ánimo de lucro creado por el Consejo Intertextil Español (CIE) y que cuenta con el apoyo de la mayoría de asociaciones textiles. Su objetivo es facilitar a las empresas información necesaria para la toma de sus decisiones estratégicas. Esta larga trayectoria profesional en el seguimiento y el estudio de todos los aspectos de la industria textil hicieron de Fabregat, fallecido en 2020, uno de los mayores expertos en el negocio de la moda de España.
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