Look

Un viaje al desierto de Atacama, el desastre del ‘fast fashion’

Javier Goyeneche, fundador Ecoalf, y la productora Stella Banderas se adentran en el núcleo de uno de los vertederos textiles más grandes del mundo, el Desierto de Atacama, para mostrar el impacto del fast fashion en un reportaje.

Un viaje al desierto de Atacama, el desastre del ‘fast fashion’
Un viaje al desierto de Atacama, el desastre del ‘fast fashion’
El reportaje informa que “el Black Friday superó los 67,6 millones de dólares en 2023 y continúa creciendo”

Pol Repullo

26 nov 2024 - 05:00

El fundador y presidente de Ecoalf, Javier Goyenoche, y la productora Stella Banderas viajan al corazón del desierto de Atacama, uno de los basureros textiles más grandes del mundo, para crear un reportaje, que se publicó ayer a las nueve de la noche en el Instagram de Ecoalf, donde se muestra el impacto del fast fashion y pretende conciencia durante el Black Friday.

 

El desierto, antes conocido por su belleza, se ha convertido en uno de los vertederos gigantescos con más de 39.000 toneladas de ropa de segunda mano que llegan ilegalmente cada año, según se muestra en el reportaje. Muchas marcas conocidas contribuyen a mandar prendas baratas o de mala calidad, con fibras sintéticas mixtas que no se pueden reciclar hacia Atacama, donde permanecerán durante siglos.

 

“Desde 2014 se han producido más de 100 mil millones de prendas cada año y, de media, cada persona consume al año alrededor de quince kilos de ropa, lo que suma más de una tonelada a lo largo de nuestra vida”, comienza informando el documental. Además, se hace hincapié en que “solo el 1% de esta ropa se recicla en nuevas prendas, mientras que el 73% se envía a vertederos o se incinera en el plazo de un año desde su producción debido a la mala calidad”.

 

 

 

 

El reportaje también da cuenta de que Chile, el mayor importador de ropa de segunda mano de toda latinoamérica, recibe unas 60.000 toneladas de ropa cada año desde Europa y Estados Unidos. De toda esta ropa, 39.000 toneladas (equivalente a cuatro Torres Eiffels aproximadamente) son invendibles en el mercado de segunda mano y se envían directamente al vertedero ilegal de Atacama. Las condiciones secas del lugar y los materiales sintéticos de las prendas hacen que estas permanezcan durante cientos de años liberando químicos dañinos para el medio ambiente.

 

Ecoalf, que no participa en el Black Friday puesto que “los precios bajos fomentan el consumo excesivo”, pide un cambio en la forma de consumir, dejando de hacerlo de manera inconsciente. En este sentido, el reportaje termina con una llamada a la sociedad para “empezar a invertir en prendas atemporales hechas de materiales reciclados de alta calidad y de bajo impacto que puedan ser recicladas al final de su ciclo de vida“.

 

Asimismo, durante esta campaña la marca ofrece un 0% de descuento, con el propósito de generar conciencia sobre el impacto del consumo excesivo y la contribución de la industria de la moda al desgaste ambiental, bajo el lema del cortometraje “Rompe el hábito, no el planeta”.