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Salvatore Ferragamo, el ‘científico’ del calzado que encandiló a Hollywood

8 jun 2011 - 00:00

Modaes.- Salvatore Ferragamo encamina sus pasos hacia el parqué de la bolsa de Milán, tras haber pisado las alfombras rojas de los principales acontecimientos del mundo. Nueve décadas después de su fundación, la firma se prepara para dar un paso más en su crecimiento, manteniendo la esencia que le dio su fundador.

 

Nacido en 1898 en el municipio italiano de Bonito, Salvatore Ferragamo fue el undécimo de catorce hermanos. A los nueve años realizó para sus hermanas su primer par de zapatos y en aquel momento supo que su futuro estaba en calzar los pies de medio mundo.

 

Estudió confección de calzado en Nápoles durante un año e instaló un pequeño comercio en casa de sus padres, pero en 1914 emigró a Estados Unidos, a Boston, siguiendo a uno de sus hermanos, que trabajaba en una fábrica de botas.

Tras un periodo como empleado de la fábrica, se mudó junto a su familia a California, a Santa Bárbara. En Estados Unidos, Salvatore Ferragamo comenzó a forjarse su fama internacional, gracias a la apertura en 1923 de una tienda (la Hollywood Boot Shop, que compró a J.M. Bohannon) para confeccionar zapatos a medida y que tenía entre sus clientas a las celebridades de la época.

 

No satisfecho con encandilar con sus diseños a las principales actrices de la época, Ferragamo ingresó en la Universidad del Sur de California para estudiar anatomía. El italiano no sólo quería que sus zapatos fueran bonitos, sino también que fueran cómodos.

 

“El peso del cuerpo cae en el arco del pie como un plomo”, escribió Salvatore Ferragamo, impulsor de innovaciones en la industria del calzado como los tacones de cuña o los de jaula. Durante su trayectoria patentó diversas innovaciones, que creaba inspirándose en elementos como los descubrimientos arqueológicos de Egipto.

 

Después de trece años en Estados Unidos, Ferragamo decidió regresar a Italia y en 1927 constituyó la empresa Salvatore Ferragamo, con sede en Florencia. Eva Perón o Marilyn Monroe se convirtieron en sus clientas. Años más tarde, el diseñador crearía zapatos para actrices como Audrey Hepburn, que en los cincuenta calzó su característica bailarina de gamuza con correa.

 

Tras una etapa de dificultades económicas, Salvatore Ferragamo retomó su crecimiento. En 1938 compró el Palazzo Spini Feroni de Florencia por 3,4 millones de liras y puso en marcha una tienda, el mismo año en que se pusieron en marcha establecimientos en Londres y Roma. La primera boutique de Ferragamo en Nueva York se estrenó en 1948.

 

En 1960, a los 62 años de edad, el científico del calzado falleció, pero su nombre se había convertido ya en una empresa con actividad en zapatos femeninos y masculinos, moda, perfumes, accesorios… Su esposa y sus seis hijos tomaron su relevo y continuaron construyendo una compañía que, ahora, da otro salto en su expansión.