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Fenty, ¿con o sin kétchup?

La firma estadounidense de maquillaje ha lanzado una caja sorpresa de productos inspirada en la salsa de la mano del colectivo neoyorquino de arte Mschf, que se traduce al castellano como “picardía”.

Fenty, ¿con o sin kétchup?
Fenty, ¿con o sin kétchup?
“El pintalabios no sabe a kétchup, aunque habría estado muy guay”, declaró Daniel Greenberg, cofundador del colectivo de arte.

Modaes

2 sep 2022 - 05:00

Labios rojos como… ¿kétchup? Fenty Beauty ha lanzado caja sorpresa de productos de maquillaje inspirados en la salsa de la mano del colectivo neoyorquino Mschf, que se traduce al castellano como “picardía”.

 

La mystery box de Fenty se llama Ketchup or Makeup? y no sólo contiene artículos de cosmética. De hecho, algunas de las cajas sólo contienen bolsas de kétchup customizadas por la marca, por lo que el nombre del producto es literal: el cliente no sabe si dentro hay maquillaje o salsa.

 

De tratarse de lo primero, Ketchup or Makeup? incluye seis barras de pintalabios color rojo de la colección Gloss Bomb de Fenty, además de un iluminador de labios. De ser lo segundo, la caja contendrá seis bolsas de kétchup. El precio del producto es de 25 dólares.

 

“El pintalabios no sabe a kétchup, aunque habría estado muy guay”, declaró Daniel Greenberg, cofundador del colectivo de arte, en una entrevista con la revista Vice. El origen de esta campaña está en un anuncio que Mschf diseñó a modo de broma en sus comienzos. “Ahora es una realidad”, comentó el emprendedor.

 

 

 

 

La compañía es responsable de lanzamientos tan controvertidos como las zapatillas Satan Shoes X, lanzadas en 2019 de la mano del artista Lil Nas X y que fueron objeto de demanda por Nike; o la línea de patatas fritas Illegal Chips, con sabores de comidas prohibidas por ley en algunos estados de los Estados Unidos.

 

Otro producto con el que Mschf ha jugado con los límites en el sector de la moda es el Birkinstock, un modelo de sandalias con un diseño muy similar a las de la marca alemana Birkenstock, pero que se construye a partir de bolsos Birkin de Hermès reciclados. Un par de estas sandalias se vendió durante un plazo limitado por entre 34.000 euros y 76.000 dólares.

 

Greenberg fundó Mschf en 2016 y trabaja actualmente con un equipo de creativos de todo el mundo con sede en Brooklyn, Nueva York. Lukas Bentel, del equipo directivo del colectivo, explicó en una entrevista con The Times que “nos da igual si nos odian, preferimos eso a la apatía”.