E l 14 de octubre de 2022, dos eco- nentes de gran calado, el debate ha copado des- logistas arrojaron sopa de tomate de entonces conversaciones en cafés, oficinas sobre Los Girasoles de Vincent Van y ascensores, pero no parece haber llegado a Gogh en la siempre elegante Natio- los despachos de los líderes políticos. La Cum- nal Gallery de Londres. El impacto,bre del Clima, celebrada menos de un mes des- que simplemente ensució el vidrio pués de los ataques, finalizó sin acuerdos para que protegía la obra, fue esencialmente político.la reducción progresiva de combustibles fósiles “¿Qué vale más, el arte o la vida? ¿la proteccióno gases de efecto invernadero, lo que provocó de una pintura o de nuestro planeta?”, manifes- que la Comisión Europea definiera el encuentro taron las activistas de Just Stop Oil, un rupo quegcomo “decepcionante”, mientas que Naciones busca detener la producción de combustibles Unidas catalogó la reunión como “claramente fósiles. Minutos después del suceso, el inciden-insuficiente”. Sin embargo, se anotaron una vic- te ya había dado la vuelta al mundo a través de toria in extremis por la creación de un plan de fi- las redes sociales, que se debatían entre la in-nanciación de pérdidas y daños para los países dignación y la resignación, o entre el asombro afectados por el cambio climático, que dejó un y el embelesamiento. El tomate vertido sobre aroma agridulce en SharmEl-Sheikh, la ciudada Van Gogh ensuciaba los vidrios del cuadro, pe- orillas del Mar Rojo donde se celebró el evento. ro salpicó a media Europa, sin diferenciar entreTras el verano más caluroso del siglo, la advene- impresionistas, simbolistas o románticos: las diza catástrofe climática ha adelantado a la po- semanas siguientes se pudo ver puré de patata breza y el hambre como la mayor preocupación sobre Monet, petróleo sobre Klimt y a dos eco- actual de los europeos, según el Eurobaróme- logistas pegando sus manos en La maja desnu- tro. Con las temperaturas en máximos, sequías, da y La maja vestida de Francisco de Goya en elincendios y pérdida de cultivos, las despensas Museo del Prado. seguirán llenándose de puré o tomate. Y los mu- Pese a que ninguna obra sufrió daños perma- seos, protegiéndose con cristales más gruesos. ocitámilc oibmac lE sol ne azirreta OYAMAT ATRAM soesum