6 ENTORNO 2021, el año en que la cadena se rompió IRIA P. GESTAL Si algo falla en un puerto de China, en Europa las tiendas se quedan vacías y las cuentas no salen. La globalización del negocio de la moda, que ha permitido al sector crecer a pasos agigantados en las últimas décadas, ha sido en los últimos doce meses una debilidad. Las cadenas globales de suministro se han roto, los puertos se han colapsado, las fábricas han parado durante meses y los precios, de la materia prima a la logística, pasando por la energía, se han disparado a máximos históricos. ¿El resultado? Una recuperación truncada justo cuando la demanda comenzaba a despegar, roturas de stock y un margen aún más presionado. A largo plazo, los últimos doce meses dejarán en el sector la reflexión cada vez más acuciante de cómo debe reconstruirse la cadena de suministro para evitar otro shock.