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Textil Ortiz duplica su tamaño y dispara inversiones para acelerar en sostenibilidad

La compañía no ha dejado de producir material sanitario, que comenzó a realizar tras el estallido del coronavirus en España. Sumando las ventas de la división textil, Textil Ortiz finalizó 2021 con unas ventas cercanas a los cuarenta millones de euros.

C. Juárez

7 abr 2022 - 04:50

Textil Ortiz duplica su tamaño y dispara inversiones para acelerar en sostenibilidad

 

 

Textil Ortiz acelera en sostenibilidad tras duplicar su tamaño en los dos últimos años. La compañía industrial ha aumentado su apuesta por la sostenibilidad en plena crisis del sourcing y ha destinado el 25% de su facturación, que en 2021 rozó los cuarenta millones de euros, a la mejora de maquinaria industrial, procesos y fabricación.

 

El grupo familiar, que agrupa nueve empresas que abarcan toda la cadena de valor del textil, ha elevado su facturación en el último año gracias a la producción de material sanitario, que comenzó a realizar tras el estallido de la pandemia en España. “La apuesta por ambas ramas ha sido lo que nos ha hecho incrementar tanto los ingresos”, explica Abel Ortiz, consejero delegado de Textil Ortiz, a Modaes.es. Antes de la pandemia, la empresa facturaba alrededor de veinte millones de euros.

 

Como casi todas las líneas estaban totalmente cerradas, organizamos un pequeño circulo de corte y confección para dar salida a cien batas”, señala Ortiz. Esas cien primeras batas se convirtieron en millones y durante el peor momento de la pandemia, el grupo llegó a producir hasta 50.000 mascarillas y 23.500 batas al día. “Salvamos muchos agujeros”, añade Ortiz.

 

Desde entonces, la empresa ha continuado con esta división y continúa produciendo material sanitario bajo parámetros sostenibles, y no descarta en un futuro hacer un spin off. “El problema es que las licitaciones para producir material sanitario son a meses vista, y las certificaciones también tardan”, sostiene el directivo.

 

 

 

 

Ortiz también pone de manifiesto la situación a la que se enfrenta actualmente el sector industrial con la subida de precios. “Desde mediados de 2021 tenemos el problema de la energía, que supone un impacto muy grande”, aclara el empresario.

 

El ejecutivo defiende que los que lo hicieron bien antes de la pandemia, destinando la inversión a la mejora de procesos, son los que han sufrido menos. “Se ve la labor hecha, de minimización del uso del agua, la reutilización de materiales y el mejor uso de la energía, lo que nos ha permitido sobrevivir en esta situación”, aclara.

 

Textil Ortiz comenzó a invertir en la mejora de los procesos y el uso de energía renovable en 2006 y diez años después ya habían cubierto todos los tejados de sus instalaciones con placas fotovoltaicas. “Es cierto que tuvimos que hacer un esfuerzo financiero importante, pero ahora la película ha cambiado y nos beneficia”, señala Ortiz.

 

Con todo, la situación actual también ha hecho que la empresa tenga que acometer una subida de precios. “Se ha tenido que traspasar parte al cliente, no quedaba otra -explica Ortiz-; pero como hicimos los deberes antes, con generadores para la autofabricación de energía, ha hecho que el incremento no sea tan prohibitivo”. El directivo explica que en un año se ha disparado el precio de las principales materias primas casi un 70%.

 

Ortiz también valora de forma positiva la tendencia hacia la relocalización del sector: “la moda se está animando a la vuelta en cercanía por los fallos en la cadena de suministro”. “De nosotros no depende un avión ni un barco que se pierda -argumenta-; no dependemos de un tercero, esa es la garantía que le damos a nuestros clientes”.

 

 

 

 

Sin embargo, Ortiz urge a las administraciones a que den las ayudas necesarias para la supervivencia del sector. “Es importante que las administraciones estén de nuestra parte, va a hacer falta mucho dinero para hacer ese cambio hacia la sostenibilidad que demanda el mercado”, señala Ortiz.

 

El empresario sostiene que la producción sostenible es la “única manera de ser en Europa, no queda otra y si lo hacemos bien, es una apuesta ganadora”, pero declara que “si el mundo en otro sitio se hace de otra manera quedamos lastrados”.

 

Para eso servirán los fondos Next Generation, para hacer una economía circular completa y conseguir ser bandera y ejemplo para el resto”, explica. Con todo, Ortiz reclama que “llevamos esperando mucho tiempo que lleguen esas ayudas”.

 

Abel Ortiz pertenece a la segunda generación de la familia fundadora de la empresa, que nació en 1945 y tiene su sede en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona). El grupo engloba nueve compañías que abarcan toda la cadena de valor. La compañía cuenta con una filial de hilatura, constituida en el año 2000 tras absorber a varios proveedores que cerraron; otra de tejeduría, con 150 telares; otra de tintorería, que engloba dos plantas; otras dos comerciales, para el público profesional y el comercio minorista, otra inmobiliaria, una financiera y otra dedicada a la compraventa de energía.